Levi siempre se sintió como un alfa distinto, como una pieza del puzle que no encajaba. Habiéndose rendido y pensando que su vida marchaba de acuerdo a lo correcto, de pronto aparece un omega capaz de romper su estabilidad.
Personajes de Hajime Isay...
Les dije que no sabría cuando habría, y eso sí es verdad. 😂😂😜😜¿Les sorprendí?🤭🤭🤭 Espero que haya sido para bien.🙈🙈🙈
Como siempre advierto del contenido que tienen mis capitulillos,🔞🚨😈 pero que también espero que disfruten al máximo.😚😚
Sin más dilación, aquí se los dejo, espero que lo disfruten.😎😎😎
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Tras aquel impredecible, pero a la vez mágico suceso, transcurrieron varios meses.
Exceptuando la relación que existía entre ambos hombres, todo continuaba con total normalidad. Tanto Eren como Levi mantenían dentro de la empresa la distancia propia que existía entre jefe y empleado, es más, se podría considerar que había más. Ambos coincidían en que no deseaban generar rumores poco infundados, o en este caso certeros en cuanto a su relación se refería, aunque en la intimidad ocurriera todo lo contrario. Era como si toda aquella distancia que existía dentro de la compañía, desapareciera al instante que se encontraran.
Al principio se sintieron incómodos y tímidos ante aquella curiosa y extraña relación, puesto que los dos, por primera vez y tras mucho tiempo en soledad, eran pareja, aún si fuera físicamente. El principio de su relación fue tan incómoda que únicamente se dedicaban a ir juntos a un hotel cercano tras el final de su jornada, después de todo tenían una relación física y era algo que únicamente mantenían para desfogarse, ya sea por sus necesidades o simplemente deshacerse del estrés que el trabajo les provocaba.
Sin embargo al poco tiempo lo vieron como algo estúpido, porque pese a que ser simples encuentros sexuales en ocasiones no se dedicaban a ello y solo hablaban sobre ellos, sobre cómo se sentían, o algo que les hubiera ocurrido en el día con la intención, pese a que no tuvieran conciencia, de conocerse.
Ambos reían de las cosas del otro, se ayudaban y apoyaban en momentos de dificultades, sobre todo cuando Levi intentaba que Eren mantuviera su entereza frente a nuevos idiotas como los de la vez anterior. Se habían dado cuenta que habían forjado una conexión jamás soñada, algo que hasta el momento nadie había logrado. Podían ser ellos mismos, y despojarse de cargos o géneros, aquello que durante tantos años habían cargado a sus espaldas y que tanto pesaba.
Eren no tenía ningún apuro en contar cosas sobre sí mismo, incluso sobre su infancia, la misma que hacía reír a Levi, algo que a Eren no le importaba porque se daba cuenta de cuán feliz le hacía presenciar esa sonrisa que nunca tuvo oportunidad de salir.
Sin embargo, Levi temía contar cosas sobre sí mismo o sobre su infancia, pues no fue tan increíble o apasionada como la suya. Él siempre estuvo prácticamente recluido en su hogar, intentando proteger a su hermana, siguiendo las estrictas órdenes de su madre, y soportando las duras lecciones de kendo, judo, violín... Entre muchas otras a las que debía someterse sin oportunidad siquiera de salir a disfrutar.