¿Y si Gyutaro y Ume hubieran sido los protagonistas?
Vivir en los barrios más bajos del Distrito Rojo ya determina tu futuro. Las mujeres más bellas a lo mejor y asciendan a buenas casas, pero incluso así su destino sigue siendo cruel.
Su madre nunc...
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Abrió los ojos al no sentir nada duro chocar contra su espalda, al contrario, una superficie blanda y suave lo espero abajo. "¿Nieve?" se preguntó, la nieve lo había salvado del fuerte impacto. Se levantó enseguida y reviso a su alrededor, la nieve se acumuló en las calles más rápido de lo esperado, dejo eso de lado y busco a su hermana. "¿Dónde está? ¿Dónde cayó?" la buscó con la mirada a sus costados, hasta que la vio de pie, tambaleándose a unos metros más arriba. —¡Ume! —cojeando corrió hasta allá, casi cayéndose en el camino. Al tenerla en frente reviso sus heridas preocupado. —¡Ume! ¡no debes caminar! ¡no te preocupes yo te voy a cargar hasta el hospital!
Estaba por cargarla, hasta que su hermana levantó la mirada y se abalanzó hacía él, como si quisiera morderlo.
—¡UME! ¿¡QUÉ HACES!? —Gyutaro y por poco logró poner el mango de su hoz en la boca de su hermana. Ambos comenzaron a forcejear, el chico intentando comprender que estaba pasando mientras mantenía a su hermana a raya, pero por más fuerte que sea, en esos momentos Ume lo era más. Fue derrumbado a los pocos segundos y tirado al suelo, con su hermana encima de él aún con el mango en su boca. Gyutaro estaba usando toda su fuerza, pero Ume no daba tregua y seguía. "¿Qué está pasando? ¿por qué... ¿por qué Ume intenta atacarme?" De un momento a otro Ume se estaba volviendo más grande, sus extremidades se extendieron, aumentando más masa en estas. "¿¡Cómo hace para crecer así!?... Se volvió más fuerte." Gyutaro no sabía que hacer, estaba indefenso, no podía hacerle frente a Ume y anteriormente había perdido mucha fuerza. No entendía cómo seguía dando lucha. "Ume... mientras yo estaba trabajando... a ti te hicieron algo horrible... Tuviste que haber sufrido mucho..." A Gyutaro se le acumularon lágrimas en los ojos. "Lamento no haber estado ahí."
Gyutaro comenzó a llorar, sintiendo como su fuerza disminuía poco a poco, había fallado como hermano, a su hermana le pasó algo que él no puede explicar y ni estuvo ahí para defenderla y protegerla. —¡Ume! ¡detente por favor! ¡no sé que te pasa! ¡pero por favor perdóname! —intentaba hacer entrar en razón a su hermana, se estaba comportando salvajemente y no sabía la razón. —¡Sea lo que sea que te esté pasando! ¡Tienes que resistir! ¡no te rindas Ume! ¡RESISTE! —gritó desesperado, hasta que unas gotas chocaron contra su cara, dejándolo sorprendido.
Ume estaba llorando mientras lo veía, dejo de hacer fuerza temblando. Gyutaro escucho sus sollozos sintiéndose mal pero a la vez aliviado, quería soltar su hoz y abrazarla, pero vio algo por detrás de Ume, una persona totalmente desconocida se abalanzó hacía ellos, queriendo atacarlos. Sin pensarlo dos veces cambio de posición dejando a su hermana por debajo suyo y él arriba para recibir el próximo ataque, cerro los ojos con fuerza esperando el corte, pero sea quien sea esa persona no lo mato, solo corto su cabello atado en un rápido movimiento. Abrazó a su hermana protegiéndola, aunque no hayan salido heridos una fuerza los hizo caer de la colina, Gyutaro en ningún momento soltó a su hermana, rodaron por la calle hasta que chocaron contra la pared de una casa.
