❛ 𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑𝐀 𝐊𝐈𝐁𝐔𝐓𝐒𝐔𝐉𝐈 ┊𝐌𝐮𝐳𝐚𝐧 𝐱 𝐎𝐜 › +𝟏𝟖.

3. ¿Soltera?

Natalie no pudo dormir bien, sentía que esa mirada color escarlata la recorría mientras dormía, eso de cierta manera la asustaba.. pero le gustaba.

Se puso de pie para arreglarse e ir a comprar algo para el desayuno, con suerte se encontraría con el
señor Kibutsuji.

Se vistió de manera sencila, sólo iría por comoda, por lo tanto eligió un kimono color verde, al igual que el color de sus ojos.

Al salir de si casa el sol en su cara la hizo fruncir el ceño, hacía calor y eso era algo que le desagrada mucho, ella era más fan del frío y los días nublados.

Empezó a caminar poniendo suma atención a las personas que le iban rodeando, sentía la mirada de los hombres sobre ella, ya se había acostumbrado. Algunas mujeres la veían con asombro, y otras con envidia, Natalie bajó la mirada, no le gustaba que la miraran con molestia en sus ojos.

— Oye. — Escuchó una voz masculina a sus espaldas, al darse cuenta pudo observar a un chico sin camisa frente a ella y tenía una.. ¿máscara de jabalí?

Le pareció gracioso.

— ¿Sí? — Habló por fin, el chico ladeó la cabeza con confusión al verla reír.

— El chico tonto de allá quiere saber si estás soltera, es que es algo desesperado.

— ¡Inosuke yo jamás dije eso! — Habló un chico rubio tras él.

La pelirroja soltó una suave carcajada cuándo otro chico con cabello rojizo oscuro tomó de las orejas a ambos chicos.

— ¡Por favor discúlpelos, señorita! ¡Son unos groseros! — Les dijo regañándolos.

— ¿¡Y yo por qué!? ¡Sólo le pregunté a la vieja si estaba soltera! — Exclamó el que tenía la cabeza de jabalí.

Natalie se asombró al escuchar "vieja" sus mejillas se colorearon.

— ¡NO ES UNA VIEJA ES UNA CHICA MUY HERMOSA, INOSUKE, DISCÚLPATE! — Habló el rubio tratando de golpearlo, siendo detenido por el que mantenía una cicatriz en la frente.

— Ay que pena, que pena de verdad que pena. Discúlpenos por favor, señorita. — Mencionó antes de jalar a ambos chicos y alejarse de ella.

No puedo evitar la risa que se escapó de su garganta, los observó unos segundos peleando a la distancia para luego seguir su andar.

Decidió que comería algo de sopa con un huevo cosido, eso sería más fácil y rápido. No podía dejar de pensar en el vergonzoso y gracioso momento qué pasó con esos tres chicos, sin duda alguna le habían alegrado el día.

Al regresar a casa se dió el tiempo de desayunar, al terminar decidió darse una ducha y poder recostarse. Esperaba despertar hasta mañana.

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— No puedo creer que perdí a la mujer de mi vida.. — Habló Zenitsu con lágrimas en los ojos.

— Eh, Zenitsu, yo no creo que ella se haya interesado en tí. — Tanjiro trató de hacerle razonar.

Ambos chicos estaban sentados sobre el suelo, tras ellos se podían observar a Inosuke peleando contra un árbol, tratando de tirarlo a cabezazos.

— ¡Claro que lo estaba, Tanjiro! ¿¡Qué no viste cómo me sonrió!? Está perdidamente enamorada de mí. — Habló con un tono brusco para luego suavizarlo en las últimas palabras.

Tanjiro parecía pensarlo.

— No, definitivamente no.

Dijo provocando las lágrimas en el rubio.

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Muzan suspiro, jamás le había parecido tan largo el maldito día, eso sólo lo confundía. No entendía su extraña necesidad de querer ver de nuevo a la pelirroja.

Apretó los puños al imaginarla con otro hombre, pero ¿ella era soltera? No le importaba, nadie que no fuera él podía tocarla, si quiera verla con otra intención.

No tardaba mucho para que el asqueroso sol se metiera, aprovecharía para ir a ver a la mujer, esperaba ver esa angelical sonrisa en su rostro.

— Señorita Amane, usted es completamente mía.