My Master (Sanzu x Fem Oc)

Capítulo 9

⚠️ADVERTENCIA⚠️

- Recuerden que toda práctica de BDSM debe ser consensuada por los participantes.

Sanzu se comunicó conmigo unos días después tal como me informó, me pidió que nos encontráramos en el lugar de siempre a la hora de siempre, antes de colgar me indicó que llegaría un poco tarde pero no especificó el porqué.

Para el día de hoy pensaba subir un poco el nivel de mi recompensa, si bien existen muchas cosas para darle de consumir a Sanzu con las cuales estaría muy agradecido, hoy lo quiero en sus cinco sentidos.

En lo que esperaba hasta que llegara la hora de salir comencé a pensar en los próximos juguetes que pudiera usar, pero caí en cuenta que no siempre me iban a necesitar, lo más seguro era que una vez que tuvieran todo el material que necesitaran ya no sería imprescindible para ellos. Me estaba divirtiendo tanto con Sanzu que me olvidé completamente de buscar trabajo, mis ahorros se estaban agotando, irme a otro país no era una opción y la idea de trabajar en un McDonald's no era para nada atractiva. Con mi currículum podría hacer maravillas pero la mierda de carta de despido que redactó Yamada diciendo que mi actitud era el motivo de mi despido reducía mis posibilidades.

Ya llegaría el momento en que hable de eso con Sanzu, por ahora tenía que empezar el ritual de siempre de bañarme y cambiarme como una persona pudiente para salir. Una vez lista, salí con dirección al hotel, esta vez con una llave a mi disposición para evitar inconvenientes con los que no me importaba lidiar.

Una vez en el hotel entré en la habitación pero no había nadie, así que me senté a esperar. Pasaron diez minutos...quince minutos...media hora, no tenía idea de donde podría estar así que simplemente me eché en la cama a esperar que llegara.

No sé en que momento me quedé dormida, pero me desperté por el sonido de la puerta siendo abierta, me levanté con toda la mentalidad de molestar a Sanzu reclamándole por su demora hasta que lo vi con su camisa manchada de sangre y medio cojeando.

— ¡Sanzu! — corrí para que pudiera apoyarse en mi.

— Hola hermosa, disculpa la demora — reía pero evidentemente le dolía.

— Unas disputas — lo senté en la silla de la mesita — pero ellos salieron perdiendo.

— Si así estás tú no quiero imaginar como terminaron los otros ¿Hay algún botiquín?

— Debe haber algo en el baño — se recostó en el espaldar.

Busqué en el botiquín del baño pero la mayoría eran cosas como lociones y shampoo, encontré una botella de agua oxigenada casi vacía y unas cuantas gasas pequeñas, no era mucho pero de algo servirán. Salí y coloqué todo sobre la mesita, mientras el descubría sus heridas para que las curara.

— ¿Cómo entraste sin llamar la atención? — pregunté mientras mojaba unas gasas con agua oxigenada.

— Por la puerta trasera, prácticamente el hotel es nuestro, los empleados saben que pueden decir nada de lo que nosotros hagamos.

— Debí suponerlo.

Comencé a limpiar sus heridas con pequeños toques, eran una mezcla entre golpes y cortadas, parece que la pelea estuvo reñida, me pregunto si alguien más además de Sanzu tiene heridas de esa magnitud.

— ¡Au! — se quejó Sanzu — ¿Ya empezamos con tu recompensa tan pronto? — sonreía burlonamente.

— Deja de decir esas cosas, estoy tratando de curarte — dije acercándome a su brazo para curar una cortada.