Capítulo 8

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Han pasado dos días desde que Naoto vino a mi casa, no he recibido ninguna llamada por parte de Sanzu. Después de mucho pensar se me ocurrió la excusa y la persona perfectas para que portara el GPS.

- Aló ¿Yuno?

- ¿Qué quieres Naoko? - definitivamente seguía enojada.

- Sabes...creo que debemos conversar, solucionar las cosas como adultas.

- Eres una cínica, no quiero nada de ti.

- Dios, dame paciencia - pedía en mi cabeza - Espera, espera. Si...tienes razón, creo que necesitas una explicación ¿Qué opinas si vamos por un café para arreglar las cosas?

- ¿Un café? ¿Contigo? - lo último que quería era verla, pero era necesario.

- Yo invito.

- Bueno...si tu invitas acepto.

- Te veo más tarde en el café que hay por tu oficina.

- Okey - colgó.

Esa mujer seguía siendo tan irritable como siempre, hasta lo guapa se le quita con la actitud de mierda que tiene. Sigue pensando la misma porquería, que Naoto no haya estado interesado en ella no significa que yo le haya hecho algo, yo de verdad le hablé bien de ella a Naoto.

El dispositivo GPS era tan pequeño que pude hacerlo pasar como un dije de collar gracias a mis habilidades con la bisutería, conociendo lo superficial y rencorosa que era Yuno, lo más probable era que aceptaría cualquier cosa con tal que yo gaste dinero.

Coloqué el collar en una cajita roja aterciopelada y la guardé en la cangurera que llevaría más tarde. Si la memoria no me fallaba el descanso de la división de Naoto sería dentro de unos 45 minutos por lo que empecé a alistarme con algo simple; me vestí con un pantalón de jean, un polo de color blanco entero, unos zapatos borceguí, una chaqueta y una gorra ambas de color negro; tomé la cangurera y salí de mi casa para caminar hasta la cafetería.

Una vez en la cafetería tomé asiento en una mesa para dos que se encontraba en el exterior y llamé a Yuno.

- Hola ¿ya estás en tu descanso?

- Agh, si.

- Te estoy esperando en el café ¿Quieres que te vaya pidiendo algo?

- No, ya estoy yendo.

- Listo, aquí te espero - colgué.

No puedo creer que me trate así por algo tan tonto. Se demoró tanto en aparecer que casi me iba, cuando se dignó a aparecer los comentarios "hirientes" no tardaron en aparecer.

- Agh Naoko - dijo sacándose los lentes de sol - Sigues siendo tan poco femenina como siempre.

- Jaja, tan graciosa como siempre Yuno - trataba de aguantarme las ganas de decirle hasta de que se iba a morir.

- Si quieres que te disculpe mínimo me invitarás algo decente ¿no? - tomó asiento - ¿O como estás desempleada solo te alcanza para un café?

- No te preocupes, las ventajas de ser "poco femenina" es que puedo ahorrar para comer lo que quiera, así que siéntete libre de pedir todo lo que gustes - sonreí tratando de disimular mi fastidio y le pasé la carta.

- La verdad que no entiendo que te vio Naoto - dijo mientras leía la carta.

- Ya te dije que yo no le gusto a Naoto - si le gusto pero cuando sucedió todo el problema yo no sabía.

- Sé que le hablaste mal de mi para quedártelo tú sola - habían pasado casi seis meses y seguía con esa idea equivocada.

- En realidad le hablé muy bien de ti - le hice una seña al mozo para que se acercara.

My Master (Sanzu x Fem Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora