Capítulo 12

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— Narra Sanzu —

Era de noche y podía sentir como el celular vibraba, no tenía que preguntarme mucho sobre quien era; me encontraba en mi cuarto con más alcohol que sangre en las venas, todo Bonten estaba en casa, la única persona que podría llamarme es Naoko.

— ¿Cuánto tiempo piensas estar así? — irrumpió Koko en la tranquilidad de mi cuarto.

— Vete a la mierda — me cubrí el rostro con una almohada.

— Si no son las drogas es el alcohol, eres una desgracia — se acercó a mi cama.

— ... — decidí ignorarlo a ver si se iba.

— Puedo permitir esto como un simple capricho cada que matas a alguien o cada que vamos a un club — me tomó del cuello de la camisa y me tiró al suelo — pero si vas a estar así por esa zorra es mejor que te largues y lo hagas en otro lado — yo estaba muy atontado por los efectos del alcohol — Vete antes de que pierda la paciencia y le diga a Mikey, él no dudará en matarla por lo sucedido.

— Si, si, como digas. — moví mi mano restándole importancia a Koko.

Mientras salía de la casa me chocaba con algunas paredes, el único lugar al cual podría ir y estar tranquilo sería el hotel donde siempre me encontraba con Naoko. Tomé un taxi y como pude le indiqué el nombre del hotel.

— Serían mil cuatrocientos yenes — indicó el taxista.

Mierda, no saqué dinero — saqué 200 yenes de mi bolsillo, se los puse en la mano al conductor y abrí la puerta.

— ¡Oiga! ¿Qué es esto? Sabía que no debía llevar a un maldito borracho — esto último lo murmuró — Deme el resto si no quiere que llame a la policía.

—  Oh disculpe, se me pasó por completo — estaba con un humor de los mil demonios así que cerré la puerta del auto y saque mi pistola apuntándole a la cien — Aquí está el resto — cuando el hombre vio su reflejo por el retrovisor se puso pálido, en otras ocasiones me resultaría divertido, pero hoy no — ¿Aún lo quiere?

— N..n... — el pobre hombre no podía articular nada.

— No lo escuché.

— No, así está bien, puede bajarse — parecía que iba a orinarse en los pantalones.

— Gracias, que considerado — bajé del auto — Ni se te ocurra llamar a la policía, memoricé tu placa vejete.

Entré por la puerta trasera, puesto que si me olían o me veían no me dejarían entrar por delante, fui a la habitación de siempre, prácticamente la había reservado por todo el año, saqué una botella de vino de la vinera que había cerca de la cama y comencé a beber directo de la botella.

Me senté al borde de la cama donde poco a poco mi vista se hacía más borrosa y de pronto todo se volvió negro.

Me senté al borde de la cama donde poco a poco mi vista se hacía más borrosa y de pronto todo se volvió negro

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My Master (Sanzu x Fem Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora