Capitulo 8. Sabía que eras especial

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Si me condenara al mismísimo infierno por este beso, iría de cabeza, porque no me arrepentiría jamás de él. Sentir su aliento mezclado con el mío, la suavidad de sus labios jugando con los míos, su lengua acariciando la mía, sus dedos enredados en mi pelo intensificando el beso, su mano libre acariciando mi espalda por debajo de mi camisa... No se cuando pasó hasta que paramos el beso, abrí mis ojos para admirarla, me sonrió, solté un suspiro reprimido... (no me había dado cuenta de que estaba reprimido por no saber cual sería su reacción). Me incliné de nuevo sobre ella, y la volví a besar, con más pasión, disfrutando de lo que (ya confirmado) ambos queríamos.

- Había querido hacer esto desde el primer momento en que te vi.. - le confesé al separarnos.

- Quizás suene ilógico, pero yo también... Gracias por tirarme el café encima... - dijo riéndose, haciendo que yo me riera también.

- De nada...

- Cuando me llevaste a tu casa... creí que te querrías aprovechar de mi...

- ¿Y aún así viniste? - le pregunté-

- Bueno... algo me empujaba a ir.... quería creer que estaba equivocada.. y estaba en lo cierto... no intentaste nada...

- Me contuve mucho... - le dije riéndome.

- Pues lo has echo muy bien... hasta ahora.. -

- Fuiste tu quien me dio el empujón que me faltaba para besarte...ehhh – dije a la defensiva.

- Porque si no lo llegas a hacer tendría que violarte yo... - dijo girándose a mirarme (ya que me había colocado a su lado en la arena, tumbado de lado, con una mano en mi cabeza observándola).

- Creo que no me importaría tu violación....

- ¿No?

- No, porque no sería violación... porque me dejaría... me dejaría completamente... expuesto a tu voluntad..

- ¿Estas seguro? - dice incorporándose, hace que me tumbe mirando al cielo, se sienta sobre mis caderas... - Si te dejas... y yo no respondo...

- Muy mala combinación..- digo fingiendo estar serio – Pero sabes... contigo no me importaría ir al infierno...

Introduciendo sus manos por debajo de mi camisa, ascendiendo lentamente por mi pecho, se inclinó para besarme, matándome, por ese movimiento sobre mis caderas... tan cerca de mi miembro.... Intensifiqué el beso queriendo mostrarle lo excitado que estaba... Cambie de posición, sentándome en la arena, para tener mejor acceso a su cuello... Mientras Susan sacaba mi camisa.. ¿cuando la había desabrochado? Hice lo mismo con la suya, cuando un gemido por parte suya me volvió loco por completo. Me separé un poco de ella admirándola, haciendo que ella se ruborizara (me parecía imposible que ella, una mujer acostumbrada a ser admirada por tantos ojos... se ruborizara con el contacto de mis ojos en su perfecto cuerpo). Fui descendiendo, haciendo un sendero de besos hasta sus pechos, jugueteé con mis dientes sobre la tela de su sujetador, haciendo que Susan arqueara su espalda hacia atrás, mientras yo la sostenía. Se lo desabroché, y lo lancé con el resto de la ropa, quería sentir su piel, quería fundirme con ella... Me entretuve un buen rato con sus pechos, mientras con sus gemidos de placer, hacia que mi entrepierna ardiera...

Me empujó de nuevo hacia la arena, besándome, y me comenzó a besar por el cuello... bajando por el pecho... mi vientre.... mientras se deshacía de mi cinturón... de mis pantalones....de mis zapatos....No pude evitar soltar un gemido de placer, cuando sus dedos tocaron mi miembro (por encima de la tela de mi boxer) en una simple caricia... Cuando la introdujo al interior de mi ropa interior y lo acarició con esmero.... tuve que recurrir a toda mi fuerza de voluntad para no irme...

No pude soportarlo más y invertí los papeles.

Ahora Susan estaba debajo de mi cuerpo, mientras la besaba, la acariciaba bajando hasta su parte más intima, sin haberle sacado su ropa... Bajé parándome demasiado en los besos de mi recorrido... Bajé su falda y me puse a jugar con su ropa interior, acariciando su sexualidad por encima y haciendo que mis dedos se colaran alguna que otra vez. Me deshice de sus braguitas, y introduje un dedo haciendo que Susan gritase mi nombre... Me mantuve frío para no hacerla mía en ese mismo momento.... quería que Susan disfrutase un poco más...

Fue ella la que me sorprendió, incorporándose, abrazándome, llevándome de nuevo a ponerme encima de ella....

- Hazme tuya – dijo entre gemidos...

- ¿Es...tas segura? - si ahora me decía que no... me moriría... Pero tenía que preguntárselo..

- Jamás he estado más segura de algo.

Abrió sus piernas, para recibirme, me coloqué sobre ellas y despacio introduje mi miembro en su interior, intensificando cada movimiento y aumentando la velocidad con cada embestida. Pude sentir su orgasmo, que se hizo más evidente cuando gritó mi nombre de nuevo, haciendo que el mío llegase llenándome por completo.

La mire a los ojos y le besé la punta de la nariz.

- Te quiero. - dije sin darme cuenta. Creo que tampoco me había dado cuenta de cuales eran mis sentimientos hasta aquel momento.

- Yo también. Sabía que eras especial, pero eres mucho más especial de lo que pensaba...

La besé con esmero, queriendo congelar este momento. Nos vestimos y nos quedamos en aquella playa que había sido testigo de nuestro amor, besándonos, Susan sentada sobre mis piernas, mientras la mecía como una niña.

A ContracorrienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora