Había pasado un mes, un mes lleno de amor, de momentos que se me gravarían en el alma, era tan raro sentir amor…Tan raro, como placentero. El mes había pasado entre las tonterías de mi mejor amigo, mi trabajo en la librería, estar con Susan, las visitas inesperadas de mi madre y los ratos libres que todos estos me dejaban para intentar terminar mi último libro… ¿de donde sacaba el tiempo para todo? Pues no se, el amor dicen que da alas… a mi energía para poder con todo (si, debe ser eso..)
¿Os preguntareis que ha sido de Jenny? No puedo deciros mucho, unos días después de que mi madre se enterase de mi relación con Susan, decidí contárselo a ella… Su reacción fue extraña, no dijo nada, ni si le parecía bien, si mal… Es mi amiga, por lo que lo que pedía era una opinión sincera por su parte ¿pude preguntarle porque no me dijo nada? Se marchó corriendo, diciendo que debía entrar a trabajar… Y no la he vuelto a ver desde aquel día… El día siguiente fui a tomar el café, como siempre, pero no estaba trabajando, le pregunté a la nueva chica y esta me dijo que era sobrina del jefe y que estaba cubriendo las vacaciones de Jenny. ¿Imagináis como me quedé? A cuadros, ¡¡¡¡si, a cuadros!!!!!
No había dicho nada, nos había abandonado sin decirnos nada. Me dolió, pero más me dolió tras llamarla una y otra vez no tener ninguna contestación por su parte. Una semana después le mandó un sms a Carles diciéndole que no nos preocupáramos (él la había llamado aún más veces que yo), que estaba bien, que necesitaba un descanso, desconectar de todo, que en tres semanas volvería y que no intentásemos contactar con ella porque no estaría operativo el móvil. Claramente, aunque alguien te diga que no estará operativo, intentas al menos contactar… pero era cierto, apagó el móvil en el mismo momento que le dio a enviar el mensaje. Probamos durante todo el mes, pero sin éxito… el día que encienda el teléfono tendrá una montaña de mensajes en el contestador, de sms, de wattsap… de…¡vete a saber que…!
Me comí la cabeza un montón, porque merecíamos al menos una explicación coherente de lo que pasaba por su cabecita… digo yo…Éramos sus amigos… es lo menos que podría hacer, pero casi parecía que quisiera que estuviésemos preocupados, apretando nuestras neuronas intentando llegar a una conclusión que nadie nos despejaría..
Carles estaba bastante más apagado, no salía casi ninguna noche y aunque hacía bromas, estaba más serio… Decía que era el trabajo que lo estresaba, pero a mi me daba la espina de que tenía que ver con Jenny.
Después de poneros en situación… volvamos al presente….
Me desperté con el timbre, alcancé el despertador y le di incansablemente, pero no callaba… ¿pero que demonios? Claro, ¡el timbre….! No es el despertador… Me levanté descalzo y gruñendo, mientras decía “YA VAAAAAAAA”, quien sea no escucha… Llegué a la puerta y abrí (como siempre sin mirar) y casi me da algo al ver quien estaba en mi puerta… ¡¡¡¡LA HIJA PRODIGA!!!!! Estaba sonriente frente a mi, como si ayer nos hubiésemos visto… ¡¡¡lo normal!!!
- ¿Me recibes en boxer?
- No sabía que eras tú… y al parecer tenías prisa…
- ¡¡¡¡Llevo aquí quince minutos!!!! Sois un par de marmotas… ¡¡ohh!! La otra marmota no está….
- Si estoy. – dijo secamente detrás mía, haciendo que yo mirase a mi amigo que tenía el ceño fruncido…
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A Contracorriente
Romance¿Casualidad o destino? Una tarde, me encuentro con la mujer de mis sueños.... la mujer más deseada del momento (aunque lo último no lo sabía). Puedo hacer dos cosas... intentarlo o dejarlo pasar... ¿Que hago? Lo intento!!! Apuesto mi corazón a un...