A Contracorriente

Capitulo 18. Una docena de Jennys.

P.V. Carles.

Había dejado a Susan en el hotel, sus guardaespaldas la esperaban en la puerta, creo que me miraron mal al ver el estado tan lamentable que presentaba ella. Me despedí con un “Cuidate mucho”, ella simplemente asintió y se fue. No habíamos abierto la boca en todo el camino, ¿que podríamos decir? Mi mejor amigo, mi hermano... y mi...¿mi? ¿en serio utilizaría ese pronombre para referirme a esa fulana?... ME HABIAN ENGAÑADO....

¿Que había hecho para merecer algo así? Tal vez estaba pagando por mis errores del pasado, si, no he sido un puñetero santo y creo que no compensa la balanza decir que a todas se lo dejé más que claro que no me llevarían al altar (no soy hombres de cursilerías, ni de bombones, de citas con velitas... y toda esa parafernalia, que le dejaba a mi mejor amigo...) Se que le rompí el corazón a más de una, que otras solo buscaban un rato de diversión (lo mismo que yo) pero... ahora que me había dado cuenta de mis sentimientos, que había decidido tirarme al pozo por Jenny... se va con el “CURSI-CURSI”....

Me voy ahogar las penas....

Entro en el primer bar que encuentro, me siento en la barra, miro a mi alrededor... unos viejos jugando la partida hacen alboroto en una esquina... se acerca la camarera, me sonríe coqueta antes de saludar...

- Buenos días, ¿que puedo servirte?

Se me pasa por la cabeza “Traeme tus piernas en una bandeja... muñeca”, hago una mueca porque me entran más ganas de llorar...solo al pensar que no, que ya no me sale...

- Algo fuerte, lo más fuerte que tengas...

- ¿No es temprano para beber?

Me tiento a contestarle “Que mierda te importa”

- Es una hora perfecta – digo sin mirarla...

Se da la vuelta, la miro.... la chica está como quiere.... ese uniforme que casi no deja nada a la imaginación, tiene unas piernas preciosas.... Me trae un vaso con hielo y echa una buena cantidad de.... algo que trae la botella.. mientras me planta sus pedazo pechos delante de los ojos.... Para no soltarle una grosería por tanto “ofrecimiento barato” rechazo la visión que me ofrece, cambiándola por la mesa que hay enfrente de mi taburete... Bufa molesta y se marcha de mi lado.

Gracias, te agradezco de corazón que me dejes con mis penas.

Tomo un trago largo y siento como el puñetero líquido (que no me he molestado siquiera en preguntar que es me quema la garganta y escuecen mis ojos...)

Recuerdo a Jenny y pienso en que nunca me dijo que me amaba... La verdad es que yo tampoco... aún, recuerdo lo que está en mi bolsillo de pantalón....saco la cajita, la abro... Un maldito anillo, le había comprado un anillo hace semanas... pasé por delante de la joyería, lo vi y pensé en ella... No como un compromiso o algo así, o tal vez en mi interior si... Siento como mis lagrimas vuelven a fluir... me las seco con las palmas de mis manos...con rabia y tomo otro largo trago...