Eun-Joo salio del elevador en cuanto las puertas se abrieron, el sonido de sus tacos hicieron que las personas presentes se girarán hacia ella, no pudo evitar escuchar como hablaban del parecido que tenía con el joven esposo del señor Lee, pero ella solo alzó el rostro y siguió adelante, pronto ella sería la esposa de Hyukjae.
Desapareció entre los pasillos, avanzo por ellos hasta dar con la puerta de la oficina del pelinegro. Ni siquiera se molesto en tocar, empujó la puerta y entró con ese semblante de lástima pero no encontró lo que buscaba o mejor dicho a quien buscaba. Bo-Ra estaba sentada tras el escritorio, un montón de papeles estaban regados sobre la superficie. La mujer alzó la vista, un gesto de molestia y confusión se planto en su rostro una vez la vio.
—¿Eun-Joo?—Pregunta confusa al verla.
—¿Dónde esta Hyukjae?—Entra en el lugar como si fuera su casa, se para frente a la morena.
—En su departamento, pidió unos días libres debido a su divircio—Un suspiro pesado sale de los labios de la mujer quien la ve con cierto resentimiento pero no dice nada.
—¿Se va a divorciar?—La rubia no puede evitar mostrar su entusiasmo. Su corazón late con fuerza mienras una sonrisa traicionera se desliza por sus labios.
—Sí, dijo que la traición y las mentiras era lo que más odiaba. Quien le hizo daño debería de cuidarse, no sabe en lo que se mete—Era una clara advertencia por parte de Bo-Ra, pero Eun-Joo estaba tan emocionada por la noticia que no comprendió esas palabras, o mejor dicho, no se dio cuenta de que iban hacia ella.
—Iré a verlo—Se da la vuelta sin despedirse de la chica, su cabello rubio se agita tras ella.
Bo-Ra puede observar claramente lo mal que está, incluso el apropiarse del estilo de Donghae, de su color de cabello, forma de vestir o andar eran pasables, pero cambiar su rostro a ese grado era enfermo. Aún así el parecido con el joven bailarín era nulo, no había esa calidez en la mirada, esa sonrisa suave y gestos tímidos, esa aura de calma y la elegancia natural. Por más que lo intentará era un pato torpe tratando de imitar a un cisne, al cual por más que intentará jamás se parecería, especialmente por el color de las plumas.
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Donghae estaba sentado en el alféizar de la ventana, miraba a las personas caminar despreocupados como si no tuvieran una sola preocupación en su vida. Anhelaba ser ellos, tener todo resuelto sin locos maníacos tras ellos. Acaso él y Hyukjae tenían algún tipo de imán para los enfermos.
—¿Quieres carne o pollo?—Hyukjae entra al pequeño departamento y deja las bolsas de plástico sobre la barra, se quita el saco y el suéter así como el calzado mientras se acerca.
—En algún momento ¿Le creíste? Si no te hubiera llamado antes de que llegara ella ¿Le hubieras creído?—Los ojos de Donghae están fijos en sus temblorosas manos, tiene las mejillas enrojecidas por semejante pregunta pero la duda no deja de rondar en su mente, él "¿Y si...?" Aparece una y otra vez.
—Entro a nuestra casa y te amenazó ¿Cómo podría creerle? Jamás he tenido razones para dudar de ti, además no comparemos a un joven veintiañero con una mujer de treinta y tantos años. Nuestro matrimonio fue un arreglo, me dolería la traición pero no la razón ¿Comprendes?—Hyukjae se sienta frente a su esposo y lo toma de las manos, huele a suavizante y jabón de granada.
—No—La voz sale como la de un niño asiendo un berrinche, el mayor no puede evitar reír.
—Sí me hubieras puesto los cuernos te entendería, fue un matrimonio arreglado y eres joven. No lo perdonaría pero entendería, pero respondiendo a tu pregunta; No, no le hubiera creído.—Se inclina y le besa la nariz y los labios, se aparta para dedicarle una sonrisa que es correspondida.
—Jamás lo haría, eres muy bueno conmigo...
—Lo se—Hyukjae toma la mano del menor entre las suyas, le da un beso en el dorso mientras le acaricia.
—¿Qué me hicieron? Se que miraste los videos del departamento, el doctor dijo que no había rastros de violación pero...—Los labios le tiemblan y sus mejillas se sienten calientes.
—Hae...
—No recuerdo mucho pero...—Siente como los ojos se le llenan de lagrimas y un nudo se le hace en la garganta.
—Lo del departamento solo da como sentencia, allanamiento de morada. No tenemos cámaras en nuestro dormitorio y solo se ve como ellos entran y después se corta. Necesitamos pruebas más sólidas para que la condena sea larga, no queremos que puedan salir bajo fianza.—Hyukjae se levanta y se para tras el, lo abraza mientras siente como se sacude por los sollozos.
Estaban tratando de juntar la mayor cantidad de pruebas sin levantar sospechas, era difícil que procedieron con el cargo de secuestro, necesitaban pruebas más claras. El joven rubio estaba tan asustado por no recordar nada, siente que era aún peor que el saber exactamente que pasó.
Por las noches necesita dormir junto a su esposo con la luz encendida, viendo su rostro y asegurándose que es él. Hay ocasiones en las que tiene miedo de despertar y darse cuenta de que Hyukjae ya no está a su lado, que lo ha abandonado o le tiene asco. A pasado un par de noches en vela, con la mirada foja en el pelinegro, cuidando que no lo abandone. Sabe que jamás lo hará pero un miedo irracional se apodera de él, y aún así, a pesar de estar en sus brazos, se aferra a él para que no lo deje. Hyukjae y su madre son lo más preciada que tiene ¿Qué haría sin ellos?
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White Swan
FanficUn empresario serio, respetable y maduro, un bailarin joven, brillante y talentoso. Sus caminos se cruzaron o mejor dicho, entrelazaron. EUNHAE