Capítulo 3

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Después de la boda, de ver la casa y de viajar en dirección a su luna de miel, llegaron la noche anterior, cayeron a la cama y se quedaron dormidos en segundos. El rubio había despertado hace como una hora, apenas eran las siete y ya se encontraba buscando que desayunar, hojeaba el menú para pedir algo y tratando de adivinar que le gustaría a su esposo, debía ser un buen compañero después de lo que Lee Hyukjae hizo por él. Pagar su colegiatura y asegurar su lugar en la academia de ballet más prestigiosa del país era bastante.

Estaba decidiendose por dos caldos, algo de patatas fritas y carne, tres postres diferentes y quizá jugo de naranja para beber. Repasaba cada platillo cuando el teléfono comenzó a sonar. Lo tomó sin ver y respondió animado.

—¿Sí?

—¿Te casaste? —La voz del bastardo de su ex sonaba molesta, no entendía la razón después de todo el le puso los cuernos con una de sus compañeras, luego le quito sus solos y protagónicos en las presentaciones para dárselos a esa, y finalmente estaba lo de la beca. No entendía su molestia.

—Sí ¿Por? —Pregunta sin interés, cuestionandose si algo de arroz estaría bien.

—Cuanto llevabas con ese imbécil, me ponías los cuernos mientras salíamos ¿Eh? Porque para casarte tan rápido...

—Como me hablas de ello, cuando te metiste con An. Déjate de tonterías —El rubio se decide por algo de ramen, carne, galletas y agua de naranja.

—Mira mocoso, estoy en la junta directiva y el haberte burlado de mi te saldrá caro. Olvídate de un solo, de un protagónico, siquiera de entrar a clases, haré que te echen como una paria. —Escucha la molestia y solo se siente hastiado.

—Como quieras —Cuelga, sin más. Es consciente de que eso solo lo molesto, le encantaría irse de esa escuela sino fuera por lo buena que es, así como su prestigio e influencia.

—¿Sucede algo? —La voz grave lo hizo saltar de su asiento, había olvidado que estaba acompañado, o simplemente no estaba acostumbrado. Alzó la vista para ver a su esposo, llevaba la ropa del día anterior, su cabello oscuro estaba revuelto y sus ojos ligeramente rosados de dormir tanto.

—No, solo un idiota molesto ¿Por qué despertaste tan temprano? —Pregunta curioso, el mayor le sonríe de lado mientras se encoge de hombros. Ve el cabello ligeramente húmedo y el rostro fresco.

—Escuche un ruido, después tu voz a lo lejos. Creo que fue eso —Hyukjae se acerca hasta él para darle un toque suave en la nariz de forma juguetona y avanza hasta la cafetera por algo caliente que beber.

—Lo siento—Donghae baja de la silla y va tras el mayor, la diferencia de edad no es mucha pero aun así se siente bastante "pequeño" a lado del otro.

—No importa, solo que no soy una persona madrugadora después de todo.—Le vuelve a sonreír pero en esta ocasión se forman ligeras arrugas en la comisura de los ojos, se ve lindo.

—Suelo levantarme alrededor de las cinco de la mañana ¿Eso no será un problema? —Pregunta un poco consternado, quería agradecer al otro por el apoyo que le estaba dando. Quería mostrarle su gratitud de alguna forma, tampoco se convertiría en su tapete aunque no era necesario, el otro no era el tipo de persona que haría eso, así que hay estaba, comenzando una nueva vida

El compromiso fue planeado por su familia, en el momento en que Donghae les dijo que si quería un matrimonio arreglado, en ese instante se pusieron manos a la obra, parecía que ya tenían todo listo en caso en que se rindiera con lo de buscar el amor verdadero porque en tres días tenían prospectos listos, en dos más le confirmaron y a la semana estaba comprometido con Lee Donghae, dos semanas después se caso. Fue rápido, planeado meticulosamente y no se arrepentía. No habia razón para ello.

—Porsupuesto de que no, ni siquiera te sentí —Termina de preparar su bebida, el café caliente humea a la vez que desprende un exquisito aroma.

Donghae simplemente asiente, sin saber muy bien que decir u hacer. Entonces recuerda sus actividades antes de ser interrumpido.

—¿Qué quieres pedir para el desayuno? Estaba viendo el menú y pensé en ramen, algo de papas fritas, además me gustaron estos postres —Explica a la vez que señala cada uno de ellos con el dedo, también pensé que sería bueno algo de carne y acompañarla con más papas fritas ¿Te gusta las malteadas? —Pregunta a la vez que pasa a la siguiente  página, alza la vista para ver a Hyukjae, sonriente y visiblemente divertido, el joven rubio no entiende la razón.

—Pide lo que quieras, un poco de ramen está bien para mi. Tomaré un baño y diles que lo carguen a la cuenta de la habitación —Le pasa la mano por los cabellos rubios antes de irse de regreso a la habitación.

—De acuerdo...—Responde simplemente, hojeando de nuevo el menú.

Estaban de luna de miel en Jejú, el hotel era magnífico, un lugar que por sí sólo ya no querías salir. El solo estar en este ya eran vacaciones. Tomo el teléfono y pidió todo lo que estaba en el menú y le aprecia apetitoso, se daría el lujo de subir de peso. Si hacia ejercicio se miraría más como un bailarin de ballet masculino, ya que era bastante delgado por disciplina, de cierta manera eso cautivaba y se lograban algunos dúos que en el escenario eran maravillosos.

Dejo salir un suspiro al ver el anillo en sus dedo, tanto el de compromiso como el de matrimonio. El hombre era gentil y amable, aún tenían que conocerse para lograr la confianza de una verdadera unión. Aunque aún había una pregunta que rondaba su cabeza y el solo pensar que debía de hacer dicha pregunta en voz alta lo ponía nervioso. Se muerde el labio recargandose en la isla de la cocina con un semblante pensativo ¿Van a tener sexo? Tenía curiosidad pero no recordaba que este supiera en el acuerdo prenupcial, ya habría tiempo para discutir eso ¿No?

White SwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora