『Capítulo Dieciséis』

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Automáticamente cuando hable, se borro la sonrisa en su rostro.

—¿Eh?

—El cardigan que estoy llevando es tuyo, tonto. Y para rematar, tiene tu apellido bordado y el emblema de los Nott.

Aiden se acerco a ver de cerca el cardigan y sus ojos se abrieron debido a la sorpresa.

—Es el símbolo de los Nott, pero, ¿por qué tienes su cardigan?

—Theo se la había olvidado cuando salió con Grace, ella me la entrego y pues tenía planeado entregarla... antes de que se me ocurriera mi plan.

—Es que tú no pierdes la cabeza porque la tienes pegada —regaño Aiden.

—A veces me pregunto si eres mi primo o mi enemigo, Aiden.

—Tu vida sería aburrida si no te molestara, primito.

Así es, ese es un día normal con Aiden Bri't Nott y Theodore Nott Vilch.

—Yaya, ya entendimos que se aman blablá, ¿podemos ir a comer? —pedí.

—¡Ay! Perdón Nea —se disculpo Daphne antes de entrelazar nuestros brazos para salir.

Podía sentir los murmureos y pequeños empujones que ese par estaban dándose, en realidad nunca cambiarían,

—¿Sabes qué? Mejor anda con Atenea, yo iré con mi novia —recrimino Aiden, mientras le sacaba la lengua a Theo y agarraba de la mano a Daphne.

—Sí, ustedes no cambian eh —bromee al ver el rostro de Theo.



Narrador omnisciente


Para cuando aquel cuarteto ingreso al gran comedor, el pelinegro traía su brazo sobre los hombros de la azabache y ambos se encontraban riendo cómodamente, disfrutando de la compañía del otro.

Todos los presentes al ver eso quedaron sorprendidos, pues Theodore Nott y Atenea Ryddle jamás se habían mostrado así de cariñosos con alguien del sexo opuesto.

Y cierto castaño observaba con dolor aquella escena, si tan solo él hubiera sido tan importante socialmente como para que su relación no haya sido un secreto... sin embargo, le alegraba saber que aquella chica podía ser feliz nuevamente, él sabía que arruino todo, que todo era su culpa.

Pero también sabia lo falsa que era la sonrisa que traía Atenea Ryddle. Sabía que algo estaba pasando, pues su piel estaba más pálida y parecía como si tuviera dolor.

Por otro lado, en la mesa de Slytherin se encontraban muy intrigados por el repentino acercamiento de Ryddle y Nott.

—¿Crees que comiencen a hablar de compromiso? —murmuraba uno.

A mí me gustaba como de veía con Diggory, nunca confirmaron nada, pero se complementaban muy bien... con Nott se ve muy oscura, la verdad —comentaba otra en voz baja.

No importa con cuantos chicos se junte Ryddle, ella siempre resalta sobre ellos —decía con admiración una niña de tercer año.

—No importa cuantas veces lo diga, no son suficientes; realmente extrañe bastante estar contigo, Nea —admitió la rubia.

—Yo también los extrañe, Daph. No saben cuánto valoro su amistad.

Los cuatro amigos siguieron hablando y disfrutando de su desayuno, hasta que la azabache de repente dejo caer su tenedor debido a un dolor de cabeza intenso.

ᴠɪʀᴀʜᴀ °•ᴄᴇᴅʀɪᴄ ᴅɪɢɢᴏʀʏ•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora