Capítulo 35

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P.O.V Tamaki Amajiki

Ah

Muchas personas.

Las vacaciones que les dieron después de pasar de año no fueron suficientes para prepararlo mentalmente para enfrentarse de nuevo a tantas personas.

Esa era la única razón por la que no le gustaba asistir a la academia.

Detestaba llamar la atención, y aún así siempre atraía miradas. Podía sentirlas en su nuca, quemando como el fuego. Por eso prefería refugiarse en la seguridad de su móvil. Donde, revisando sus notificaciones, se encontró con el mensaje de ánimo de Fatgum, al que respondió más formal de lo que debería.

Ahora era de tercer grado, sabía que debía ser el ejemplo –aún más tomando en cuenta que formaba parte de los tres grandes–, pero aún así no podía evitar sentirse nervioso cada vez que debía interactuar con alguien.

Era molesto, odiaba ponerse nervioso ante la mínima interacción con otros, no poder hablar como todos normalmente hacían, tener que enfrentarse a esa molesta pared que le impedía poder expresarse como quería.

Había sido así desde que tenía memoria.

Así que la motivación mermaba. Cada vez que sentía que podía hacerlo, recordaba cómo en la escuela media no podía hablar con los demás, como ni siquiera cuando estaba en el preescolar pudo hacer amigos tan fácilmente como otros.

Por eso estar con Mirio era relajante, él era quién hablaba, él no lo molestaba por ponerse nervioso, ni lo criticaba por no querer interactuar con los demás cuando su batería social se acababa.

Mirio era un buen amigo, y luego llegó Nejire, que era igual de extrovertida que él.

La preparatoria fue, definitivamente, mejor que las etapas anteriores.

Pero las miradas seguían ahí, y es que sabía que las que recibía ahora eran distintas, pero después de todo seguían siendo miradas.

Suspiró intentando alejar la ansiedad de caminar entre tantas personas, y empezó a contar en su mente mientras atravesaba uno de los pasillos de UA.

«1...2...3...4...5...»

Cuando llegó al aula, se encontró con la cálida bienvenida de sus amigos, y la ansiedad pareció alejarse como una ola en la playa.

Las clases pasaron sin pena ni gloria, y para cuando se dio cuenta, se había separado de ellos de nuevo, dijeron que irían a una de las máquinas expendedoras de la academia por algo antes de que la campana que anunciaba el almuerzo sonara, y a él uno de sus profesores le había encargado ir a dejar algo a una de las bodegas.

Los alcanzaría en la cafetería, pero eso no evitaba que sus manos sudaran un poco al pensar en que alguien lo parara para hablar de algo.

«¿Qué hago si alguien me para para intentar conversar conmigo? ¿Si quiera se me acercarían? Todos dicen que me veo intimidante...»

Su tren de pensamiento se desvió, y varios pensamientos negativos cruzaron con rapidez, como una llave a la que no podía cerrar. Por un momento, toda su atención se desvió a la mirada que sentía perforándolo.

Viró la mirada discretamente a la dirección en la que sentía que había alguien, y no pudo evitar quedarse estático por un momento.

«¿Una chica? ¿No es su piel más oscura? Nejire había dicho algo sobre una extranjera. ¿O será una gyaru? No quiero tener que interactuar con una, no tengo la energía suficiente. Ahh ¿¡En qué momento dejé de caminar!?»

Raten [BNHAxOc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora