Evelyn estaba en lo que parecía ser una celda.
La habían llevado a una especie de habitación, donde había una cama que solamente era una colchoneta, y cámaras observándola desde las cuatro direcciones.
«Al menos no hay un guardia observándome directamente» Pensó, mientras veía las esposas que descansaban en sus muñecas
Las paredes estaban acolchonadas, en caso de que algún recluso no pudiera más con la presión de estar en la prisión más segura de Japón.
A Evelyn le hacía gracia que la prisión se llamara Tártaro.
Los Japoneses habían creado una prisión lo suficientemente protegida por dentro y por fuera como para que nadie pudiera entrar o salir sin permiso. Un espacio en el que las personas perdían toda voluntad de vivir, y el resentimiento de ser abandonados ahí era la única esperanza que tenían de tener al menos su venganza contra aquellos que los habían lanzado a marchitarse sin otra oportunidad.
Por eso le habían puesto Tártaro.
Evelyn se preguntó si All For One había terminado en pedazos, tal y como Cronos en el mito.
Bueno, pensó, el nombre de la prisión se adaptaba a sus prisioneros.
Decidió dejar el tema cuando se dio cuenta de que entonces ella sería el equivalente a Zeus.
No había pasado mucho tiempo desde que estaba ahí, ni siquiera una semana.
Cuando no tenía nada que hacer su mejor opción era ponerse a pensar. A su mente llegaron varias ideas.
Su familia, que había sido engañada por los héroes para no arruinar su propia imagen.
Sus compañeros, que la creían una villana.
Y sus profesores, que simplemente la veían como una amenaza.
No es como si esperara otra cosa. Ella misma era consciente de lo que sus acciones traerían como consecuencia, pero por primera vez había querido que tardara menos en llegar.
La prisión no era lo peor, de hecho era bastante mejor de lo que esperaba. Lo que más le afectaba era el silencio.
No estaba acostumbrada a no tener el ruido para mitigar el tren de pensamiento que siempre la llevaba a asumir lo peor.
La culpa, el arrepentimiento y la melancolía que las acompañaba.
Por lo general prefería ignorar esa clase de sentimientos. Pero esta vez no podía evitarlos. Por primera vez en un buen rato, estaba siendo obligada a afrontarlo.
Desde que se había vuelto vigilante sus manos dejaron de estar limpias, la culpa de ver los ojos de quienes había sido juez, jurado y castigo.
¿Quién era ella para decidir el final de tantas personas?
Siempre lo pensaba, pero nunca se daba el tiempo de razonar lo que había hecho. No podía permitirse dudar ni siquiera por un momento.
Así como la sangre que había derramado siempre estaba presente en su mente, el arrepentimiento de no haber llegado antes, de dejarse influenciar por una particularidad tan banal, y haber perdido la oportunidad de ayudar a quien consideraba su amiga.
Suya, completamente suya, pensó.
Que Michell no se encontrara en un estado mental aceptable era su culpa. El arrepentimiento que cargaría por el resto de sus días. El hubiera.
Y ahora, cuando empezaba a pensar que el pasado era simplemente eso, volvía a perseguirla. Como si fuera una molesta sombra de la que nunca podía deshacerse, no importa lo mucho que se alejara físicamente de ello.
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Raten [BNHAxOc]
Fiksi Penggemar¿Que pasaría si la UA aceptara un intercambio del otro lado del mundo? Evelyn Flores Montoya es la respuesta. -Los derechos de Los personajes son totalmente de Kōhei Horikoshi, el único que es de mi autoría es Evelyn y su familia- •StarLion•