LA DESPEDIDA

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Cocinando Al Amor

Capítulo 2

Al llegar a la residencia de los Ardlays, Pauna y William, en las Lomas de Chapultepec y ver a sus hijos, que estaban festejando la independencia de México, decidieron que era hora de mandarlos al extranjero y prepararlos para que tuvieran la mejor educación y preparación especializada en negocios.

-Al siguiente día, el Patriarca del Clan Ardlay, al ser un día de asueto, decidió convivir con sus hijos, y decirles cuáles eran sus planes, y deseaba en el fondo qué obedecieron, llamó al primogénito y le comentó:

-Hijo mío, se muy bien lo que pasó hace unos meses atrás, y por ende he decidido enviarlos a Inglaterra con su Tía Elroy, para qué inicien su preparación, algún día tomarás el cargo de las empresas del Clan, cuando yo me retiré, se qué estarás muy bien preparado, se qué cuento contigo, sólo te pido qué cuides a tus hermanos, ¿lo harás?

-Albert,  asintió.

-Mientras tanto, Martin White se encontraba descansando, en la residencia del fraccionamiento de la Herradura, y llamó a Lane, y a sus hijos, les contó qué había dado un paso muy importante el día de ayer, 15 de septiembre, y qué ello significaba tener la posibilidad de crear nuevas fuentes de ingreso, nuevos hoteles, y qué había decidido fueran al extranjero a estudiar, y prepararse lo mejores posible, les ordenó a sus trabajadores domésticos alistar el equipaje de sus hijos partirían a Inglaterra, a formarse y educarse hasta estudiar la carrera de Negocios Internacionales,  Hotelería y Gastronomía.

-Candy mostró su descontento a pesar de ser una niña de 8 años, quería ser médico, cosa qué desagradó a su padre qué pensó qué ya sé le pasaría.

De pronto Martín White, recibió una llamada a su móvil, un senador de la República le contó sobre los planes de Alexander Ardlay,  y se dijó  a sí mismo qué traería, su cadena de Casinos al País. Y pidió su ayuda para desbloquear la prohibición de la entrada de Casinos y Casas de apuestas a México, y pidió qué le ayudara a hablar con él presidente de la nación.

Sí todo salía cómo planeaban, se harían socios y obtendrían grandes ganancias.

En 2 semanas ambas familias se despedían de sus hijos, a los cuales ya los extrañaban, pero también les deseaban lo mejor.

Al llegar al Aeropuerto de Londres Inglaterra, una niña lloraba incansablemente, pues pensaba qué había perdido a su Coati, Albert, la vío y desconociendo de quién era hija se acercó a tratar de consolarla.

-¡Pequeña!, ya no llores por favor, acaso no sabes qué eres mucho más linda cuándo ríes, qué cuando lloras-.

-La niña, en ese instante, dejó de llorar y le preguntó: ¿Acaso tú eres un príncipe? Al sentir su cálido abrazo y sus caricias, secando sus lágrimas.

El sonrió, y acto seguido escuchó a George qué lo llamaba para qué todos se fueran a su nuevo hogar .

-Mientras, se alejaba el chico rubio, observó cómo un broche yacía en el suelo, lo tomó entre sus pequeñas manos, el Señor Catwrigth, el asistente de su padre, se acercó hacia ella y le mostró la transportadora con él coati durmiendo plácidamente, y se alejó del lugar guardando el broche, prometiendo regresarselo en la próxima ocasión.

Continuará

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