REENCUENTRO

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Cocinando Al Amor
Capítulo 47

-Albert, al observar a Candy con una pequeña pancita de embarazada, se dirigió a las oficinas del Director del Hospital, El rubio lucía totalmente avasallador enfundado en un traje Azul Eléctrico Dolce Gabanna, camisa Blanca, y Corbata color Vino, físicamente sus cabellos rubios lucían largos, una barba bastante tupida y prominente y anteojos se dirigió a la secretaria y preguntó por el Director, la secretaria al percibir su olor Blue de Channel, volteo al verlo, casi se desmaya de la impresión al ver ese espécimen  exudado testosterona, después de su aturdimiento, se levantó de su escritorio y  entró a la enorme oficina, a informar al galeno de la presencia, sorprendido por ver qué su hermano se encontraba en ese lugar, lo invitó a entrar. Albert al observar a su hermano lo cuestionó.

-¿Hasta cuándo pensaban decirme?-.

Anthony respondió: 

-Hasta qué tú te acordarás de ella, ¿de quién es en tu vida?, sí  te lo ocultamos lo hicimos para protegerla de ti. Tú bien sabes qué no estás bien, o quizás tu memoria selectiva acomoda todo a su antojo.

Albert le volvió a inquirir:

-¿Quién es él Padre?.

-Anthony lo miró fijamente y contestó:

-Serás tonto, es más qué obvio qué eres tú él Padre, todos lo sabemos...

-Puede haber un error, ella es hija de Martin White el hombre qué odio y a la mujer qué yo debería odiar, confesó el magnate.

-Pero no la odias, tú la amas, y fruto de ese amor son los bebés  qué lleva en su vientre, contestó Anthony.

-¿Bebés?. Preguntó  el rubio.

-Sí, respondió Anthony le dijo tienes buena puntería, vendrán cuatrillizos.

Albert, lo miraba sorprendido.

-Así qué cómo para odiar, a la hija de Martin White, pues no parece... además por lo qué todo mundo sabe, ella escapó de las garras del tipejo ese. Ahora tu trabajo será conquistarla nuevamente, xasarte con ella, amarla y hacerte  cargo de tus hijos, yo sé qué la amas, sólo qué tienes miedo a herirla. ¿O acaso me negarás qué tu no recuerdas su olor, su sabor, lo qué pasaron juntos?.

Albert, guardaba silencio.

Anthony, respondió te soy sincero Rose Marie y Vicent Brown, dicen qué tú estas bien. Así qué no veo motivos de qué trates de evadir tu responsabilidad.  Si tú no la quieres, ni la amas, te pido qué te hagas a un lado, por qué siendo sincero contigo, Candy me gusta, me gusta demasiado y sonrió.

Albert, lucía molestó  y salió de aquella oficina.

Mientras tanto El galeno, mandaba un mensaje de texto:
-¡Listo!, ya picó el anzuelo.

-Albert, desesperado preguntó a la chica de recepción por la rubia, la recepcionista totalmente embobada, le dio indicaciones de dónde encontrarla, él fue al lugar y al reencontrarse Albert tuvo qué correr a su encuentro pues de la impresión la rubia se había desmayado.

Cuándo Candy despertó, y al verlo a su lado observo esos ojos azules que había extrañado tanto, y se hecho a llorar, y contrario a lo qué todos esperaban, la rubia le pidió a Albert que se fuera, quería estar sola para poder pensar.

Continuará

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