Problemas y Más Problemas

142 23 31
                                    

Cocinando Al Amor
Capítulo 22

Albert, sabía qué su padre tenía razón en cuestión qué siempre preguntaba por sus hermanos a los investigadores, y nunca a ellos. también sabía qué debía terminar con Karen Kleiss, obvio buscaba un pretexto para terminar la relación con la joven, qué le hacía más mal que bien.

Cuando el se negó a financiar uno de sus proyectos ella le pegó con una cuchara, e hizo tal berrinche, qué él al estar Cocinando ella tiró aquel refractario recién salido del horno, él la miró, trato de calmarla pero fue imposible y acto seguido salió del Pent-house.

El día Lunes en la oficina, su secretaria escuchaba a sus informantes qué le avisaban qué Karen Kleiss la diseñadora de modas y empresaria de las Boutiques Zirah, había demandado a Albert por violencia doméstica.

Así qué al verlo llegar, quiso hablar con él, y él Ceo le dijó: -¡Ahora no!.

Su secretaria le dijo: -Veo qué él señor sigue molesto conmigo, pero cómo no quieres hablar, de todos modos se lo diré, su novia Karen interpuso ayer una demanda ante la fiscalía de la mujer por violencia doméstica,  le mostró las fotos y el expediente, también le mostró las primeras planas de un periódico qué se vendía a nivel internacional.

-Isaura, se dirigió rumbo a la puerta para salir de aquella oficina, cuando de repente escuchó la voz de Albert y le preguntó:
-¿Tú le creés?.

-Yo señor, yo no dudo de usted, pero al qué tiene qué  convencer es al juez, no a mi.

-Isaura, ven siéntate y escúchame.

La Secretaria tomó asiento, y Albert y empezó a relatar lo sucedido él día  sábado en la noche, por primera vez tomó valor  y le mencionó qué no era la primera vez que sucedía, no lo había dicho por vergüenza, a un hombre jamás le creerían.

Isaura le inquirió: -¿Albert, hay pruebas y testigos de lo qué dices?.

-En el Pent-house tengo cámaras ocultas, en todos lados pues una vez amenazó con matarse.

Bueno vamos a buscar las pruebas, y presentarlas en el juzgado, llamaré al señor Carstens, para qué venga y le ayude, contestó su secretaria

-No quiero a nadie más metido en esto, ¡quiero qué tu me ayudes!. Respondió el  Magnate.

Isaura le dijó  tranquilo, vamos a apelar, y pediremos un tiempo para mostrar las pruebas, tienes qué hablar de esto con tú Padre antes de qué se enteré por otros medios y tomó el teléfono móvil y marcó por su amigo.

George, entraba al despacho  del Presidente corporativo, y al ver a la mujer  agacho su rostro. Y ella con la frente en alto ni le saludo.

-El ejecutivo miró preocupado a Albert, qué hablaba con  su Padre quién de forma molesta sólo le dijó:
-¡Te lo advertí!, te pedí desde cuándo qué te deshicieras de ella, pero cómo siempre no escuchas,  voy a tener qué pagar a los medios y frenar un poco esa demanda y el escándalo, más te vale qué lo arregles. Y colgó.

George, lo miró y le dijo, vamos a empezar a trabajar en tu defensa.

Albert lo miró y le dijo: -¡lo siento!, George, Isaura llevará mi caso, sí quieres integrarte al grupo de abogados habla con ella.

-George, y Albert, después de hablar sobre la situación, continuaron trabajando para dejar todos los pendientes solucionados.

El Martes saldrían a Venezuela.

-Mientras tanto Candy veía los titulares se decía a sí misma, -¿Qué raro?,  El rubio guapetón, siempre me ha parecido una persona bastante correcta, no parece ser ese tipo de hombres, pero en fin, caras vemos, corazones no sabemos, aunque pensándolo bien y decidió averiguar en su móvil, abrió sus redes sociales y averiguó quién era la Ejecutiva y observó detenidamente su rostro y fue cuándo recordó qué le había tirado el pedazo de Tiramisú en el rostro,  se dío cuenta qué ese hombre estaba en verdaderos problemas.

Continuará

COCINANDO AL AMOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora