Secretos

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Cocinando Al Amor
Capítulo 15

-Candy al sentir el contacto de su mano, giró su cuerpo y descubrió a su interlocutor, chocaron ambos sus miradas y una oleada de energía verde y azul, que fue demasiado evidente lo qué estaba por ocurrir.

-Albert sin demasiados rodeos le preguntó ¿tu eres Paula?...

-Candy se soltó de su agarre y le contestó: -No se de qué me habla.

-¡Sí!, eres tú, tu voz, ¡Tú  voz es tan evidente!, respondió el rubio, ¿hasta cuándo pensabas seguir ese juego?.

-Hasta qué a mi se me diera la regalada gana, contestó aquella rubia de ojos verdes.

-¡Estas loca!.

-Candy lo observó y le respondió ¡Quizás!, pero cómo le repito Señor Ardlay, yo no tengo la culpa de qué usted se haya metido en mis terrenos, y con él GRAN HOTEL DE LA CIUDAD DE MÉXICO, qué es una muestra de tradición y cultura desde hace siglos, sepa usted qué defenderé a capa y espada este lugar. Ahora qué si me disculpa, tengo cosas qué hacer, y se alejo de ahí hecha una verdadera fiera.

Albert se adentro a su hotel, EL GRAND PALACE y pidió a su secretaria qué llamará a todos los medios de comunicación, si esa mujer quería Guerra, Guerra tendría, y organizó a través de la cadena de Televisión de la propiedad de los Ardlays, comandado por el Presidente Ejecutivo Anthony Ardlay  qué adquiriera los derechos del programa de Masterchef,  en el cuál mostraría las habilidades culinarias de sus mejores Chefs de su prestigiada cadena hotelera.

--Candy, se encontraba en el Despacho del majestuoso Hotel, y paseaba cómo leona enjaulada de un lado a otro, lanzando un montón  de improperios, mientras Patty la observaba y le dijo:

-¡Candy!, para ya, pues si sigues así harás una zanja tan grande qué descubriremos los vestigios de ka ciudad de Tenochtitlan.

-Candy, le dijó: -Mira qué en vez de invitarme a un restaurant para aclarar todo, el muy hijo de su...  ¡Por Dios!, ¿Por qué tiene que ser tan guapo?.

-Patty sonreía.

En ese momento, la secretaria y asistente de la rubia, le dijó qué había una joven llamada Annie qué quería verlas a ambas.

Patty, tenía sus dudas pero Candy le dijo qué la dejara entrar.

Annie, al entrar a la oficina espero a qué Candy, la invitará a tomar asiento.

Candy, le ofreció el asiento frente a su escritorio, Patricia, le dijo:
-Candy, me retiró a mis labores, las dejó  solas para qué puedan conversar.

Pero su interlocutora le ordenó:
-No, Patty quédate  conmigo, tú eres mi familia, y lo qué tenga qué decirnos ella, nos concierne a las dos.

La chica de anteojos, tomó asiento.

-Vengo por mi mesada, dijó la pelinegra.

-Candy la miró incrédula y cuestionó ¿cómo dices?.

-Annie respondió: Así  cómo lo escuchas, vengo por mi mesada, lo qué me corresponde por ser hija de Martin White y Lane.

La rubia sorprendida, observó a Patty y giró su rostro hacia Annie, y pensó cómo ambas siendo educadas por las mismas personas pensaban diferente, Patty se acercó para pedir ayuda y  trabajo, y Annie quería dinero, bien era sabido, qué era la chica consentida de Martin White, ella era una famosa socialité, qué su principal trabajo era viajar por todo el mundo y promover distintos centros turísticos.

Y Candy, le dijó: - ¡A ver Annie!, yo no me mando sola, tengo qué consultarlo con Jimmy, y sobre lo qué el decida, te llamaremos. ¡Por cierto!, ¿a cuánto asciende tu mesada?

-Annie respondió muy segura de sí, a un millón quinientos mil pesos, te lo advierto, no puedo reducir mis gastos.

-Candy soltó una sonora carcajada, y le dijó: -¡Estás loca!, no puedo darte esa cantidad, ni Jimmy, ni ninguna de  nosotras, lo qué ganamos asciende ka cantidad de 100 mil pesos, ¿lo tomas o lo dejas?.

-Es eso o los demando, replicó Annie.

-Patricia se encontraba impresionada, Martín White,  nunca le dio más qué 10 mil pesos, y ella... y sé ánimo a preguntar por primera vez, -¿Cuánto te daba Martin White?

-Annie, contestó yo me dedico a promocionar las empresas del Clan White, El me daba lo qué les estoy pidiendo.

De los ojos de Patty, surcaban unas cuantas lágrimas. Para Candy eso no pasó  desapercibido.

-Patricia tomó valor, y le dijó: -¿O sea, qué tú me mentiste todo este tiempo?, ¿Qué tu vivías a costa de nosotros?, ¿saben los demás cuánto ganas?, mientras Cockie, Tom, Flammy y yo nos matabamos en el trabajo recibiendo a veces 10 mil pesos, a veces nada, para qué tú sin hacer nada, recibirás un millón quinientos mil pesos, cuándo aguantabamos palizas, por no hacer lo qué ellos querían.

-¡Óyeme bien, Patricia!, lo qué te tengo qué  decir, pues no lo repetiré, yo no tengo la culpa de ser hija legítima de él dueño de este lugar.

-Candy, respondió tranquilamente, -En eso te equívocas Annie, La dueña de este lugar era Lane Barrenechea Hernández. No Martin White, él sólo era su trabajador. O sea qué en otros términos el no era dueño de nada, es decir, Ponny nos contó a Jimmy  y a mí qué Martin White, era un Padre soltero, un triste mesero de este lugar,  cuando conoció a Lane, el la llevó a las Pirámides de Teotihuacan y un Pseudo guru la engatuso para hacerle la cama a Martín.

-Lane quería tener más chicos a los cuales ayudar y llegamos nosotros.

-Candy, le dijó mirándo a Annie a los ojos, te espero mañana a una reunión a las 8 de la mañana.

-A esa hora no puedo, recién me estoy despertando, contestó la Pelinegra.

Candy, sonrió y le habló directamente mirándola a los ojos, -¡Créeme Annie!, si qué vas a poder.

Continuará

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