REESCRITO
Él está caminando por la Sala de Iniciados. Donde quiera que vaya, otros iniciados le dan miradas hostiles, exudando celos, amargura y resentimiento.
Wooyoung sabe que debe haber una razón para eso, pero por más que lo intentó, no lo recuerda. Todo lo que sabe es que nadie quiere ser su amigo. Otros hablan de él a sus espaldas, hablan en tono burlón y amargo, y se callan cuando se acerca a ellos.
Solo quiere un amigo.
Un amigo.
¿Es mucho pedir?
Solo quiere tener a alguien que lo quiera cerca, que lo cuide. Alguien a quien le guste.
Alguien solo suyo.
Pero no hay nadie. No habrá nadie por años y años y años hasta que su hermano regrese por él.
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Una boca choca contra la suya, una lengua se abre paso en su boca.
Con náuseas, muerde con fuerza la lengua, haciendo que SeungHyun grite y le quite la boca vil.
—Tú, pequeño pedazo de mierda —sisea SeungHyun, agarrando su cabello y tirando su cabeza a un lado. Se aferra al cuello de Wooyoung, mordiendo con tanta fuerza que Wooyoung grita de dolor.
SeungHyun se ríe, empujándolo contra la pared—. Llora. Me gusta cuando los niños pequeños lloran —Muele su erección contra el estómago de Wooyoung —. No puedo esperar para meterme en tu coño.
—¡Ayuda!
SeungHyun se ríe.
—Nadie vendrá. Nadie te escuchará. Cuando termine contigo, estarás mancillado con mi semen y nadie te querrá jamás.
El pánico, la ira y el asco llenan sus sentidos, su visión se pone roja, y antes de que Wooyoung sepa lo que está haciendo, SeungHyun hace ruidos estrangulados.
Y luego está muerto.
Wooyoung empuja el cuerpo, temblando tanto que siente ganas de salir de su piel. Se siente sucio. Él está sucio.
Un asesino. Él lo mató. Él mató a una persona.
Wooyoung se hunde en el suelo cuando sus rodillas se rinden. Él abraza sus rodillas y se balancea de un lado a otro, mirando al cadáver con horror, las lágrimas nublando su visión.
Será arrestado y encerrado por esto. Él mató al Gran Maestro.
Él está sucio. Sucio, sucio, sucio.
La puerta se abre. Y nadie entra.
No hay nadie allí. Nadie lo ayudará.
Nadie lo sostendrá ni lo consolará. Él está solo. Solo está él y el cuerpo.
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Wooyoung se despertó con un sollozo, respirando con dificultad y temblando sin control.
Solo un sueño, se dijo. Solo otra pesadilla sobre algo que había sucedido hace años.
Abrazó su almohada contra su pecho, tratando de respirar a través de su pánico y solo tuvo éxito en tragos cortos y agudos.
Todo estaba bien.
Él estaba bien. Él estaba bien.
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Jimin dejó de pasearse cuando Yoongi entró en la habitación.
—Gracias por venir en tan poco tiempo —dijo—. Sé que estás ocupado.
Yoongi solo asintió, sus ojos plateados parpadearon hacia la puerta cerrada de la habitación de Wooyoung.
—No estoy seguro de poder ayudarlo. Lo que describiste parece un caso grave de depresión. Eso no es exactamente algo que pueda arreglar.
Frustrado, Jimin se pasó una mano por la cara.
—Lo sé. ¿Pero al menos puedes intentar ver qué le pasa? Se niega a hablar sobre lo que le molesta y no quiere que vea lo que está dentro de su mente. Quiero saber si Choi lo dañó de alguna manera cuando borró sus recuerdos.
Yoongi lo miró fijamente.
—¿Tu hermano realmente estuvo de acuerdo con esto?
Jimin lanzó un suspiro.
—Así es. Usé la carta de la culpa y me permitió echar un vistazo a su mente. Todavía no está exactamente feliz por eso, pero... —Se encogió de hombros—. No está contento con nada en estos días de todos modos, y pensé que no podía empeorar. Él te está esperando — Jimin hizo un gesto hacia la puerta.
Yoongi desapareció dentro, y comenzó la espera.
El tiempo parecía pasar insoportablemente lento.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, Yoongi salió con el ceño fruncido.
—¿Y bien? — Jimin dijo con impaciencia—. ¿Se equivocó Choi?
Yoongi sacudió la cabeza.
—Por lo que pude ver, Choi hizo exactamente lo que tu hermano pidió. No pude encontrar un solo recuerdo de él. Y ese es el problema, Jimin —Él hizo una mueca—. La mente de tu hermano... físicamente, es completamente saludable, pero el problema es que Choi fue una parte tan importante de la vida de Wooyoung durante años que sacarlo de los recuerdos de Wooyoung parece ser demasiado traumático. El cerebro es un órgano complejo que trata de reparar las lagunas en los recuerdos creando algo que realmente no sucedió, algo que generalmente se basa en los miedos subconscientes de uno. Es por eso que tu hermano sufre una depresión severa.
Jimin se frotó la frente.
—¿No puedes ayudarlo?
Yoongi le dirigió una mirada plana.
—Por supuesto que no puedo. Soy un telépata de clase 7, no un terapeuta. Necesita un curandero mental.
Jimin se erizó.
—No puedes sugerir en serio que-
—Mira, Jimin —dijo Yoongi, su expresión un poco tensa—. No tengo amor por el Alto Fever, pero tengo que admitir que hay cosas en las que los Adeptos Mentales son legítimamente buenos, y eso es curar el trauma mental —Miró a Jimin a los ojos—. ¿Sabes que su hermano fue objeto de un intento de agresión sexual y que mató a su agresor?
—¡¿Qué?!
—No tengo que decirte cuán traumático sería normalmente—dijo Yoongi —. Afortunadamente para Wooyoung, en ese momento, estaba unido al mejor Adepto Mental de la Orden. A pesar de todas las fallas de Choi, le hizo bien al niño y curó su trauma. Hasta ahora. Con cada recuerdo de Choi desaparecido, todo incluso remotamente relacionado con él fue borrado de la mente de Wooyoung, incluido todo el tratamiento de curación y trauma. Por eso se está desmoronando ahora. Él necesita ayuda. Tan pronto como sea posible.
—Eres un Siete —gritó Jimin con frustración—.¿Realmente no puedes ayudarlo?
Los labios de Yoongi se adelgazaron.
—El poder bruto no lo es todo, Jimin. No soy un curandero. No tengo experiencia con algo así. Si fuera tan simple como crees, habría curado a mi propio hermano, Hong padecía una enfermedad mental que estaba destruyendo lentamente su mente. Podría ser más poderoso que Choi, pero no tengo una fracción de su conocimiento y experiencia.
Jimin suspiró y se pasó una mano por el pelo.
—Lo siento. Sé que tienes razón.
Yoongi se volvió hacia la puerta.
—Llama a Choi. Dudo que se niegue a ayudar a su antiguo aprendiz.
Jimin frunció el ceño.
—Pero Wooyoung debe haber querido borrar sus recuerdos de él por una razón —Tenía sus sospechas al respecto, a pesar de que trató de no pensar demasiado en ello.
—Cualesquiera que sean esas razones, no pueden ser más importantes que su salud mental —dijo Yoongi despectivamente—. Si Choi restaura al menos algunos recuerdos relevantes eso debería ayudarlo significativamente — Yoongi miró su reloj—. Lo siento, pero llego tarde. Se supone que debo irme al Planeta T17 y ayudarlos a resolver su guerra civil.
Jimin asintió distraídamente.
—Gracias por venir —dijo, ya pensando en cómo se suponía que debía convencer a Wooyoung para ver a un curandero mental.
No iba a ser fácil. Maldición.
