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Trate de no voltear atrás, sentía mi cuerpo desfallecer, mi corazón romperse en mil pedazos y mi vista nublarse por las lágrimas.

Me odiaba a mi misma por no haberme quedado con Jungkook, el amanecer ya estaba llegando, el color azul de la mañana cubría todos los rincones del lugar y la neblina apenas y me dejaba ver, mis pasos eran cada vez más lentos, mientras que el dolor en mi pecho y vientre se hacían presentes.

Seguí caminando hasta que un fuerte dolor hizo que mis piernas se doblarán.

-Bebé no ahora por favor.

Hablé para el pequeño ser que dentro de mi comenzaba a moverse con más fuerza, me levanté pero el dolor se volvía cada vez mas insoportable.

Mis sollozos llamaron a aquellas siluetas que salían de entre la neblina, lleve mi mano a mi boca y trate de arrastrasme a uno de los costados.

Cuando iba a levantarme me apoye de lo estaba a mi alcance pero esto cayó generando un fuerte estruendo, me resigne a cubrir mi vientre y cerrar los ojos cuando aquellas siluetas se multiplicaron y corrieron hacia a mi.
Sus ruidos característicos me asustaron tanto como nunca antes lo habían hecho.

-¡Ya basta!

Grite con coraje y cuando volví a abrir los ojos los ví frente a mi mientras ignoraban mi presencia, mi mirada se perdió sin llegar a comprender lo que estaba pasando y recordé lo que Jungkook me había inyectado.

Tape mi boca e inmediatamente un dolor indescriptible se apoderó de mi cuerpo, trate de levantarme con mucho esfuerzo, cuando lo logré comencé a caminar entre todos los zombies, chocaba con ellos pero simplemente me ignoraban por completo.

Luego de unos minutos caminando comencé a sudar frío y mi vista se comenzó a nublar por los fuertes dolores que estaba experimentando.

Comencé a arrastrarme hasta que escuche algunas voces, algunos hombres corrieron hacia a mi y me tomaron de los brazos para evitar que me cayera.

-Tranquila, estás bien, vas a estar bien.

Asentí y comencé a señalar en dirección opuesta.

-Mi esposo...

-Tranquila, estás en un estado muy grave.

Comencé a llorar y pronto sentí líquido escurrir por mis piernas, lleve la mano a mi vientre para finalmente cerrar los ojos y perder el conocimiento de todo.

....

Podía escuchar las voces a mi alrededor, sentí una mano posarse sobre mi cabello, quería saber quién era pero la pesadez en mis ojos me lo impedían a toda costa.

-Vas a estar bien, solo debes soportar un poco más.

Las contracciones que estaba sintiendo eran el peor dolor que había experimentado en mi vida, las imágenes de Jungkook llegaban a mí sin darme tregua y a cada segundo que pasaba sentía que no podía resistirlo.

Abrí los ojos de golpe y voltee a todos lados, las paredes blancas, las luces contra mi rostro, doctores pasando frente a mi y el dolor que me carcomía por dentro. Por instinto intenté levantarme pero una enfermera me lo impidió.

-Estas en labor en parto, debes quedarte quieta.

Había hablado de esto con Jungkook, de lo mucho que me asustaba pensar en este momento, me había prometido que estaría conmigo, que todo estaría bien, pero al final solo había sido una promesa más que no habíamos cumplido.

-¿Estás lista? Encontramos una sustancia extraña en tu cuerpo, debes decirnos que es.

Grite por el dolor que estaba sintiendo, lo que menos quería era hablar.

-Tranquilízate o tú bebé podría morir, estás muy conmocionada.

Quería romper todo, gritar hasta quedarme sin voz y llorar hasta que no quedará ni una sola lágrima en mi ser. Las imágenes repetidas de Jungkook me seguían golpeando en la mente, las voces de los doctores por todos lados, el terror que me ocasionaba saber que podría perder lo único que me quedaba de Jungkook, mi hija.

Me tomé de los costados de la camilla y comencé a llorar.

-Necesitamos que pujes, ya rompiste fuente y tú bebé está en una situación crítica.

-¡Ya no puedo más!

-Ya no falta mucho, tú puedes.

Hice tanto esfuerzo como pude, el aire me comenzó a faltar pero no dejaría que la vida me arrebatara de nuevo a alguien de los que amaba.

Luego de tanto esfuerzo, dolor e incertidumbre, escuché el llanto de mi bebé, sonreí mientras pensaba en lo feliz que haría a su padre con tan solo escucharla. Necesitaba verla, saber que estaba bien, que lo que Jungkook me había inyectado no la había dañado, trate de incorporarme pero me tomaron de los hombros.

-Necesito verla.

-Tranquila en unos minutos vas a estar con ella.

-¡Es mía!

Tenía tanto miedo de separarme de ella, sentía que necesitaría estar el resto de mi vida a su lado.

-Sabemos que es tuya, necesitamos ver qué este bien.

Asentí mientras me volvía a recargar en la camilla pero mis ojos se fueron cerrando lentamente, las luces a mi alrededor fueron desapareciendo y escuche de nuevo el llanto de mi hija.

Tenía mil sensaciones y sentimientos encontrados, pero sin importar cuántos fueran en todos estaba presente Jungkook, había llegado a mi vida tan fugazmente y se había marchado sin siquiera haberme dado tiempo de decirle todo lo que sentía.

No había manera de que pudiera olvidarme de él, la vida era tan egoísta, a veces nos daba todo y nos hacía creer que tendríamos felicidad, pero en el momento menos pensado nos arrebataba todo, dejándonos sin nada más que nuestra propia soledad, cruel, fría, cruda y despiadada, aquella que a cada segundo que pasaba calaba en lo más profundo de nuestro ser, haciéndonos sentir que nada de lo que había a nuestro alrededor tenía sentido.

Aunque sintiera que a cada segundo estaba hundiendome, sabía que ahora había una pequeña mano que no me dejaba caer y que necesitaba de toda mi protección y amor. Jeon Hye-Ji ahora era mi más grande razón de vivir.






𝓢𝓸𝓸 𝓙𝓮𝓸𝓷









¿Nuestra protagonista tendrá que luchar sola contra el mundo?






Reciban un fuerte abrazo de mi parte, las amo con todo mi corazón.

¿Cuéntenme como les hizo sentir el capítulo?












"𝑺𝒐𝒃𝒓𝒆𝒗𝒊𝒗𝒆" 𝑳𝒊𝒃𝒆𝒓𝒂𝒄𝒊ó𝒏 🅹🅺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora