021 "𝓕𝓲𝓷𝓪𝓵 "

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Acaricié su rostro con delicadeza, era tan bonita, tan pequeña, tan frágil, que incluso me atrevía a decir que cabía la posibilidad de compararla con un copo de nieve, no podía creer que fuera mía y de Se-young.

Mi casi esposa descansaba a mi lado aferrada a mi pecho temiendo separarse una vez más de mi, sin embargo, no la juzgaba, yo me sentía exactamente igual que ella. Pase mi mano por su cabello y bese su frente.

Después de tantas noches estar a su lado significaba poder descansar, dormir sin temor, sintiendo una inmensa paz y amor.

-Jungkook...

Escuché su voz en un susurró apenas audible para mí, voltee a verla, ella delineo mi mandíbula con su dedo, su mirada conectada con la mía hizo que mi corazón se acelerará.

Note lo bonito que lucía el anillo en su dedo, sonreí sintiendo como se apegaba más a mi cuerpo.

-No me dejes nunca más Jungkook.

-Jamás amor, te lo prometo bonita.

Su sonrojo era evidente, acaricie su brazo sintiendo como su piel se erizaba ante mi tacto.

-Lo hiciste muy bien, estoy más que orgulloso de lo que hiciste, gracias a tu enorme valor ahora nuestra bebé está con nosotros.

-Estaba muy asustada. - Sus dedos se perdieron entre mi cabello.

-Pero lo hiciste de maravilla mi amor, eres una mujer increíble.

Se-young escondió tu rostro en el hueco que se formaba entre mi cuello y hombro, su respiración me erizaba la piel, acaricié su espalda con cariño, tratando de hacerle saber que estaba a su lado y que no iba a separarme de ellas.

Hye-jin comenzó a llorar, pero lejos de ser un sonido molesto sonaba como la más bella melodía, ni siquiera podía imaginar lo bellas que serían sus risas.

Besé su frente antes de que Se-young la cargara para tranquilizarla, dios, se veía hermosa en su papel de madre, me sonrió mientras se acercaba a mí con delicadeza, la mire asustado sin saber que hacer, no quería lastimar a mi pequeña.

-¿Quieres cargarla?

-Amor...

-No vas a lastimarla cielo, solo debes ser cuidadoso.

Luego de pensarlo por algunos segundos accedí a cargarla, Se-young la acercó a mi con cuidado, mientras mantenía una linda sonrisa en su rostro, la mantuve entre mis brazos con cuidado y delicadeza.

Sentí los latidos de mi corazón enloquecer cuando abrió sus ojos.
No pude evitar comenzar a llorar, era preciosa, tan bella, tan nuestra.

Se-young se coloco detrás de mí para besar mi cuello con amor, su mirada enternecida estaba sobre nosotros. Fue en aquel momento en dónde nos hundimos en una atmósfera de amor que solo tenía tres integrantes, Se-young, nuestra bebé y yo.

...

Salimos por primera vez después de varias horas juntos, para encontrarnos con los demás integrantes de nuestra familia.

La chica anteriormente mencionada tapo su boca y corrió hacia Se-young y la bebé.

Entre ellas comenzaron a platicar mientras ella miraba emocionada a nuestra pequeña niña.

-¿Imaginaron que sería tan bonita? - Cuestiono con emoción.

Ambos negamos, mientras sonreíamos aún perdidos en la belleza de nuestra bebé.

El señor Yeol también se acercó dudoso de nuestra reacción, Se-young inmediatamente le sonrió, me entrego a Hye-jin, para después abrazar a él señor Yeol y a la chica.

Eun-ho corrió hacia a mi para abrazarme, me incline un poco a su altura para que pudiera ver a nuestra pequeña bebé.

Sus ojos brillaron y se acercó a mi oído.

-Las cuide mientras tú no estabas. - Hablo en un ligero susurró.

-Te lo agradezco mucho pequeño. - También le susurré mientas revolvía su cabello con cariño.

Eun-ho corrió hacia Se-young para abrazarla fuertemente, la forma en la que ambos se abrazaron me hacia saber que sin importar que tanto tiempo pasará Se-young y Eun-ho siempre serían uno mismo.

Más tarde el padre de Se-young llegó con nosotros, me recibió con cariño y casi inmediatamente me pidió cargar a su nieta.

....

La puesta del sol era hermosa, pero no sé comparaba con la imagen de Se-young sosteniendo a nuestra bebé, me acerque a ella con pasos lentos, simplemente grabando su dulce y hechizante imagen en mi mente.

Pase mi mano por sus hombros apegandola más a mi, para de esa manera besar su frente, unió su mirada con la mía, haciéndome saber en ese momento que mi vida estaba completa.

-¿Puedo besarte aunque no sea tu esposo oficialmente?

Ella comenzó a reír al recordar aquella pregunta que había sido tan similar a la que le hice cuando apenas nos conocimos.

-Que eso no te impida besarme, se que te sale involuntariamente.

Besé sus labios marcando nuestro nuevo inicio, seguiríamos juntos sin importar que pasará, pues ambos sabíamos que teníamos un nuevo propósito por el cual luchar, el cual se resumía completamente a nuestra pequeña bebé, nuestra dulce y linda Jeon Hye-jin.

No teníamos que buscar nada más, pues juntos lograbamos que la esperanza permaneciera viva y fuerte.

Estábamos listos para lo que el futuro nos trajera, luchariamos por nosotros, por nuestra familia
y por nuestra bebé.

Al fin podía decir que después de tanto las pruebas de amor entre Se-young y yo estaban más que completadas: El rechazo, la separación, el enamoramiento, el dolor, la alegría, el temor y finalmente la unión, todas y cada una de esas pruebas solo habían fortalecido nuestro amor.

-¿En qué estás pensando? - Me pregunto sin despegarse de mi pecho.

-En lo mucho que te amo. - Admití sintiendo mi corazón acelerarse.

Escuché su pequeña risa para después sentir sus tímidos labios sobre los míos.

-¿Esto un para siempre? - Cuestione logrando un hermoso sonrojo en ella.

-Es un para siempre amor.

Al fin habíamos llegado a lo que era nuestra liberación, porque sobrevivir no se trataba del más fuerte, sino del que estaba dispuesto a luchar contra todas las adversidades, por amor, por su familia, porque esa era la ley de la vida, de mi vida, no había necesitado ser el más fuerte, si no el que más ganas tenía de vivir.

Una vez más era un sobreviviente.

Un hombre que fue salvado y que tenía la oportunidad de vivir gracias a Sul Se-young.


















𝓢𝓸𝓸 𝓙𝓮𝓸𝓷

¡𝑮𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒆𝒆𝒓 "𝑺𝒐𝒃𝒓𝒆𝒗𝒊𝒗𝒆 𝑳𝒊𝒃𝒆𝒓𝒂𝒄𝒊ó𝒏"!












"𝑺𝒐𝒃𝒓𝒆𝒗𝒊𝒗𝒆" 𝑳𝒊𝒃𝒆𝒓𝒂𝒄𝒊ó𝒏 🅹🅺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora