Capitulo 1

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El cuaderno

–Mas rápido – Decía Molly Mcgee a su quierido amigo fantasma

–¡No todos somos tan energéticos como tú! ¿Sabés?– Respondió él tan vago como siempre

–Tengo la energía suficiente para mi edad– Gritaba la chica alegre

–Y yo la pereza suficiente–Gruño el querido fantasma

Era un día más, sin nada especial, pero sabéis cómo es Molly, para ella todos los días son únicos. Esta vez, se encontraba con su único amigo, Scratch. Tras el fracaso de la acampada sin conseguir hacer amigos, tocaba repetir y volver a intentar.
Para buscar a un amigo, Mol se encontraba en el parque, allí siempre había niños jugando, sería fácil encontrar a alguien.

Todo era bastante tranquilo, unos niños jugando béisbol, otros corriendo y algunos ancianos dando de comer a los patos. Pero de la nada- «Pum»
Se pudo oír un sonido de una pelota golpeando algo de repente

¿Eh? ¿Dónde estoy?– Pregunto Molly desorientada mirando su alrededor.
Sentía dolor en la parte trasera de su cabeza y se encontraba confundida

–Bajo la sombra de un árbol– Le respondió el fantasma.

–¿Que hago aquí? ¿Y por qué me duele la cabeza?– Habló acariciando la parte en la que sentía dolor.

La chica no recordaba haberse sentado bajo el árbol, lo contrario casi, recordaba estar corriendo cerca de el árbol

–Habian unos chicos jugando béisbol, te dio la pelota y los chicos huyeron tras darse cuenta de que tú te habías desmayado– Explicó.

–¿Pero como he llegado a la sombra del árbol?– Preguntó aún confundida.

–No lo sé– Respondió Scratch haciendo un gesto con sus hombros.

–¿Como que no lo sabes?

–Me fui a darles un susto a los chicos y cuando volví ya te encontré aquí.

–Supongo que tampoco es importante– Hablaba poniéndose de pie– Volvamos a casa, necesito ponerme algo de hielo en la cabeza y tumbarme.

«Plaf» Una caída inmediata tras dar el primer paso.

–Auhg– Expreso un poco de dolor al haberse tropezado con algo.

–Hoy no das pie con bota– Habló Scratch después de reírse.

Mientras Molly se levantaba Scratch agarró el objeto que había provocado la caída.

–Fijate tú, alguien se a dejado un cuaderno por aquí– Miraba pasando páginas rápidamente y mirando la portado y contra portada del libro.

–¿Esto a echo que me caiga? ¿Quién dejaría un cuaderno aquí en medio?– Preguntó Mcgee mirando a los alrededores por si alguien lo reclamaba

–Se lo habrán olvidado pero... La bolsa del miserable, viene el diablo y la abre– Refrán dicho por el fantasma para agarrar el libro y llevárselo rápidamente

–¿Que significa eso?– Pregunto Molly pillando el paso a Scratch

–Viene a decir que el avaro solo es capaz de dar lo que tiene el diablo, ya que es quien le domina y tiene poder sobre él.– Explico, solo alguien con tantos años como él sería quién diría ese tipo de refranes

–Pues no pega con la situación

–No, pero se me considera un diablo y me lo estoy llevando

–¿Para que quieres tú ese cuaderno? No te sirve

–Podre husmear, tal vez estén escritas descargracias de alguien y me será divertido– Habló con maldad él

–Tú y tu gusto por las desgracias ajenas

La tarde-noche ya era presente. Molly y Scratch estaban en el cuarto, aburridos sin saber que hacer. Más Molly que Scratch

–¡Scratch!– Grito Mcgee tras un largo silencio

–¡Ah! ¿Que pasa?– Preguntó el fantasma tras averse asustado 

–¿Sigues teniendo ese cuaderno?– Preguntó acercándose al puf donde se encontraba su amigo

–Si ¿Por qué la pregunta?

–¿Lo leemos?– Dijo Molly queriendo husmear.

–¿No decías que estaba mal leer cosas ajenas y bla bla bla?– Recordó sus palabras Scratch .

–Eso da igual, es pasado. Pásame el cuaderno– Dijo la chica entusiasmada intentando quitarle el cuaderno a Scratch.

–Si lo vamos a  leer, lo leo yo– Dijo evitando que su amiga lo agarrase.

–Esta bien pero leé ya.

Pasó varias páginas en busca de algo aleatorio para leer

"En las noches claras, resuelvo el problema de la soledad del ser.
Invito a la luna y con mi sombra somos tres."– Terminó de leer. Se quedó confundido al leer eso pero tampoco le tomo importancia

–¿Es un poema?– Preguntó extrañada

–Si, debe ser un cuaderno de poemas– Respondió Scratch pasando páginas–"Mi árbol tenía, sus ramas de oro. Un viento envidioso, robó mi tesoro. Hoy no tiene ramas. Hoy no tiene sueños. Mi árbol callado, mi árbol pequeño."– Volvió a leer un poema aleatorio mientras Molly miraba las palabras que había escritas

–La letra es bonita pero son poemas un poco triste ¿No crees?– Comento Molly

–¡Son miserables! ¡Esto es una auténtica mina de oro!– Exclamó el fantasma alegre a más no poder

Molly, tras ver a su amigo tan feliz por la desgracia de la persona que había escrito todo eso, tuvo una pequeña idea. Su idea podría ser difícil de completar pero estaba dispuesta a intentarlo, su optimismo le podría ayudar, y quizás Scratch también

Continuará...

Hola, se que prometí otra historia lo más pronto posible pero tarde más de lo que esperaba. Espero que les guste esta

¿Primeras impresiones?

La Elección del Destino (mollibby) (The Ghost And Molly Mcgee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora