Capítulo 21

189 17 6
                                    

¿Por qué?

-Molly. ¡Molly!- Trataba de levantar a su hermana el chico Mcgee un sábado por la mañana.

-Cinco minutos más...- Dijo apartan a su hermano soñolienta.

-Ni cinco minutos más ni nada, mira esto.-Despauso un vídeo puesto en su móvil y se escuchó la voz de Andrea.

-"Hola andrefans. Hoy estoy aquí para desmentir un rumor absurdo, ¿Molly Mcgee y yo estamos saliendo?. Lo habéis estado comentando mucho pero esto es totalmente falso, y asqueroso. ¿Dos chicas saliendo? Puag, vomitivo-"- Molly, molesta, se sentó sobre su cama y pauso el vídeo.

-No quiero oír más.

-No, aún no has visto todo.

De nuevo, despauso el vídeo y adelantó un poco.-"Y os aseguro que yo no soy un ratito de esos, soy normal. Pero esa chica... Ella tiene toda la pinta de estar en una relación con la otra chica. ¿Como era? ¿Libby? Si, creo se llamaba así. En fin, aclarado todo eso os pido que dejéis de hacer comentarios tan desagradable como que me gustan las chicas y-"

Esta vez fue Darryl quien lo pauso.

-Hermana, no sé si lo que diga Andrea sea cierto pero deberías tener cuidado. Sabes cómo funciona el pueblo.- Advirtió Darryl.

Molly no le dijo nada, aún estaba sorprendida. Toda la amistad que había formado con Andrea, ¿era una mentira? ¿Todo por lo que pasaron juntas no fue nada para Andrea? ¿Su apoyo fue falso?
Pero ella prometió no decir nada y aún así dijo todo para todo el mundo.

Se frotó un poco los ojos forzando una sonrisa dijo.- No estoy segura de que hacer pero puedo apañarmelas. Espíritu Mcgee, ¿recuerdas?

Darryl le dio una ligera sonrisa y se lavando para irse.- Tú puedes Molly.

-¡Será hija de...! ¿¡Como ha podido hacerte algo así!?- Gritó Scratch enfurecido en cuanto se fue Darryl.- ¡Se supone que sois amigas! Molly, arreglate. Vamos a llenar su casa de mapachas ahora mismo.

-No scratch.- Le contestó poniéndose la ropa normal y quitándose el pijama.

-¿¡Qué!? ¡¿Por qué no!?

-Libby, ella ya lo habrá visto. Me da igual que opine la gente de mí pero no de ella. Andrea era mi... Mi amiga, no amiga de Libby. No puedo dejar que ella sufra consecuencias por mi imprudencia.

—Tiene sentido. ¿Quieres que te acompañe?

—No hace falta. Puedes quedarte aquí si quieres.— Dijo atandose los zapatos.

—Me quedaré... Debo hacer algo.— Dijo con cara de diablo.

—Esta bien, tardaré un rato en volver.

En seguida Molly salió pitando de su casa. No tardó en notar miradas de algunas personas, el vídeo se extendía.

Toco la puerta de la casa de Libby y abrió la Sra. Stein, para su suerte, parecía que aún no sabía nada.

—Oh Molly, cielo. ¿Qué haces aquí?

—Busco a Libby. ¿Esta aquí?

—No, salió hace un rato de casa. Pensé que estaba contigo— Contestó preocupada.

Inmediatamente, Molly no decidió interrogar más acerca de Libby. La madre podría preocuparse demasiado y si su novia no había dicho a su madre a donde había ido sería por algo.

—Ohh, creo que me dijo que iba a la biblioteca. Se me había olvidado, que despitada.— Mintió rascándose el brazo

—Jaja. Entonces no pasa nada. Que tengas un buen día Molly.— Se despidió cerrando la puerta.

—¿Dónde estás Libby?— Pensó mirando el cielo nublado. Empezaría a llover en poco.

Por otro lado, teníamos a Scratch, yendo a casa de Andrea con un mapache a hacer esa cosa que debía hacer.

El fantasma estaba apunto de dejar el primer mapache en la habitación de la chica cuando de repente oyó la voz de Andrea.

—Ya hice lo que pedisteis. ¿Qué más queréis?— Preguntó Andrea en un noto frustrado.

—No vuelvas a acercarte a esas chicas. Debes seguir haciendo ese tipo de comentarios sobre ellas, cielo.— Pidió la madre en un tono dulce.

—Pero ya me he alejado y he hecho el vídeo que pedisteis. ¿Por qué debo seguir diciendo cosas de ellas?

—Para mantener reputación.— Contestó el padre.— ¡Han editado fotos tuyas besándote con una chica! Y tú no eres una de esas raras, ¿recuerdas?

Andrea suspiró, quería responder y decir que qué importaba si lo era. No quería seguir con algo así pero no se atrevía.— Sí... ¿Como me podría gustar una chica?

—Exacto. Ahora ve y di algún comentario más.

—¿Ella no quería?— Se preguntó el fantasma— ¡No! ¡Es Andrea, seguro que ella quería!— Miró a la chica sentada en su cama mientras caían algunas lágrimas por sus mejillas. Sintió compasión.— Af, te libras esta vez pero le has hecho daño a Molly. Te dejaré esta vez.

Molly había estado dando vueltas por un largo rato en busca de Libby pero sin encontrar nada.
Empezó a chispear, no quería parar de buscar y fue en ese momento cuando se le ocurrió donde estaba Libby.

—¿Libby?— Gritó al entrar en la tienda abandona.— ¿Estás aquí? Me gustaría hablar contigo.

Empezó a caminar por el lugar hasta llegar donde leyeron los diarios antiguos de la gente. Allí vio a Libby, tapando su cara con sus piernas y con el diario que leyeron hace un tiempo.

Ya no estaba chispeando, ahora la lluvia sonaba fuerte, bastante fuerte.

—Libby.— Dijo en voz floja yendo hacia la chica.—¿Qué pasa?— Preguntó poniendo una mano en el hombro de la más alta.

—No finjas que nada pasa. ¿Tú también has visto el vídeo, no?

Molly apartó la mirada haciendo entender que sí, lo había visto.

—¿Qué haremos ahora? Esto ya estaba pasando antes pero estaba Andrea también. Ahora ella está en nuestra contra.— Se levantó diciendo con una voz rota y molesta.

—Trata de tranquilizarte. Seguro que no es para tanto.— Dijo aunque sabía que no era así.

—¡Ella puede poner a todo el pueblo en nuestra contra! ¿¡Sabés lo que pasa con la comunidad LGTBQ aquí!?— Dijo de una manera más agresiva y agobiada mientras mostraba los diarios.— ¿Sabés de que opinará el instituto de esto? ¿Que opinará el pueblo, la gente, tu familia... Mi madre?— Fue relajando el tono hasta que cayesen algunas lágrimas.

De nuevo, se sentó en el suelo y se tapó la cara con sus rodillas.

Molly se acercó y se sentó a su lado.

Por unos segundos ninguna dijo nada, solo escuchaban la fuerte lluvia fuera.

—Tienes razón.— Soltó Moly de golpe.

Esto sorprendió a Libby, normalmente ella no aceptaría un hecho tan deprimente.

—Lo más probable es que el pueblo se ponga contra nosotras cuando se enteren pero...— Tomo su mano y la miro directamente a los ojos.— ¿Podemos estar juntas para intentar soportarlo no?

Libby le dió una cálida sonrisa. Ninguna sabía cómo podía terminar eso pero podían intentar afrontarlo, juntas.

Con la fuerte lluvia decidieron quedarse allí un rato. Acurrucadas mientras veían una serie en el móvil de la chica.

Continuará...

La Elección del Destino (mollibby) (The Ghost And Molly Mcgee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora