Capitulo 15

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¿Verdad, reto o rumor?

Pero de repente esto cambio. La música se terminó y comenzó algo que Molly odiba. Jazz muzz, o también conocido como música lenta, de las que bailan las parejas.

—Muy bien gente. Llega el momento del pasó lento para todas aquellas parejitas.—Dijo Darryl atraves de los altavoces.

Molly empezó a sentir pánico. La solución fácil era salirse de la pista junto a Libby pero, por mucho que no le gustase el tipo de música, ella en verdad deseaba bailar así con la contraria.

Y justo cuando estaba apunto de decir que salieran, pasó.

—¿Quieres... Bailar?—Ofrecio Libby su mano.

Molly se sorprendió antes eso pero acepto sin dudarlo tomando la mano de Libby.

Empezaron con el típico baile lento de siempre, igual que todas las demás parejas.

Ambas sentían vergüenza y les costaba mirarse a los ojos. Ninguna quería que la otra notará sus mejillas rojas.

Pero poco a poco fue como si el mundo de su alrededor desapareciera. Solo existían ellas dos bailando al ritmo de la música, un poco mal, pero bailando alegres.

Sin querer, el contacto visual surgió y desde ese momento no lo perdieron. No se dijeron palabra pero no lo necesitaban. Sus miradas podían decirse todo aunque sus mentes no fueran capaces de pronunciarlo.

Molly sintió que se perdía en la mirada de Libby. Era acogedora y trasmitía tranquilidad. Eso hacia que se pusiera aún más roja y nerviosa pero le gustaba.

Por otro lado, Libby estaba en un laberinto. Molly era quien guiaba el baile debido a que se le daba mejor y la más alta sentía como si su amiga la estuviera llevando a otro mundo. Un mundo donde ambas vivían felices sin opiniones de nadie, donde se amaban.

Algo curioso es que tenían algo común en ese momento. No me refiero a las caras rojas, nervios, felicidad o un sueño cumplido. Me refiero a que ninguna quería ilusionarse. Ambas pensaban que la otra solo veía esto como un gesto de amistad y no querían sobrepasar el límite de eso. No quería una ilusión destruida por la magia de la amistad y lo diferente que puede ser en cada caso. No querían imaginarse un mundo donde eran pareja sabien que eso no podría pasar. Sabiéndo que la otra no sentía eso.

Y aún con todo esto, Molly no aguantó. Lo último que quería era crear un momento incómodo con Libby o imaginarse cosas que no pasarían. Sin embargo; Molly dejo de guiar el baile y se paró, empezó a acercase al rostro de Libby lentamente, cada vez más cerca de sus labios. La más alta no negaba nada, solo esperaba que algo pasará.

A tan solo unos centímetros de llegar a un beso la canción se paró y Molly volvió a caer en la realidad soltando a Libby rápidamente con la cara roja e increíblemente nerviosa por lo que había estado apunto de hacer.

Se había olvidado por completo de todo el mundo. Solo existían ella y Libby y eso podría haber acabado mal. Suerte es que se dio cuenta antes aunque si quedo con ganas de hacerlo.

—Al final el baile no ha estado tan mal.—Comentó Molly saliendo de la pista aunque música siguiera sonando y la gente aún bailará.

—La verdad que sí. Nunca pensé que me lo podía pasar así en una fiesta.

—Me alegra mucho que te lo estés pasando bien. Iré a por un refresco. ¿Quieres uno?

—Sí.—Respondió Libby mientras Molly fue a por los refrescos.

De casualidad Molly se encontró allí a Andrea. No era algo realmente sorprendente ya que la casa y la organización de la fiesta era de ella pero casi no se habían visto en toda la noche.

La Elección del Destino (mollibby) (The Ghost And Molly Mcgee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora