Silent Mouths

Capítulo 15: The Savior

Sus besos nauseabundos recorrían mi cuello, era totalmente un asco.

Ese hombre fortachón me había tomado y me había acorralado contra la pared, y así estaba ahora, sintiéndome toda sucia, todavía no se había aprovechado de mí, pero podría jurar que está a punto de hacerlo, y no me equivocaba, sus manos recorrían todo mi cuerpo y yo no podía detenerlo, era demasiado fuerte, y nuevamente me desmayaría por todo su peso sobre mí.

Cerré los ojos, e intenté inhalar y exhalar, podía respirar bien, el peso ya no era tanto cuando sentí un fuerte ruido en el piso y me di cuenta de que estaba respirando muy rápidamente y el hombre alto, yacía en el suelo, abrí los ojos para ver cómo Harry seguía golpeando en la cara al fortachón.

__Harry, ya para, no creo que se pueda mover mucho -reaccioné-

__Tienes razón muñeca -se acercó hacía mí- ¿Te sientes bien Milena? ¿Ese estúpido te hizo algo?

__Sí, estoy mejor, y no, no hizo nada. Pero sé que estuvo a punto.

Harry seguía observándome detalladamente, buscando algo, alguna lastimadura mínima que podría existir.

Me corrió la cara, y miró mi cuello.

__Eso eso más que un chupón, ya parece moretón, maldito idiota. Liam, mátalo.

Escuché un disparo y ahí me di cuenta de que Harry estaba con alguien más, Liam según había dicho él, tenía el pelo castaño y ojos marrones, y la sangre del hombre se empezó a esparcir por todo el piso.

__No digas nada, sobre esto, y no hagas algún comentario de lo asqueroso que fue esto, ya lo sabemos, y si eres la ñeta de Sabrina, te vas a tener que acostumbrar -volvió a decir Harry- él es Liam -señaló al chico, que había disparado y ahora estaba limpiando el arma y sus manos con un pañuelo- te juro que nunca encontraras a alguien que dispare como él, es único, Liam ven a conocer a la famosa Milena.

El muchacho se acercó sonriendo.

__Un gusto en conocerte linda, soy Liam Payne, como dijo Harry, acostúmbrate a esto, ya que lo has visto, vas a tener que pasar mucho tiempo con nosotros.

Iba a abrir la boca pero Harry me interrumpió.

__No hagas preguntas, por favor, hay un muerto, tenemos que salir lo antes posible, hazlas en el auto, ¿Dónde están Zayn y Niall?

__Allí arriba.

Señalé la escalera que había visto anteriormente, subimos y ahí estaban los dos chicos, los dos sentados, uno al lado del otro, con la cabeza gacha, mirando el piso, hasta que Niall nos vio.

__Harry

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Ya estábamos camino a mi casa en el Ford S-max 2.3 Titanium. Había hablado bastante con Liam.

__Chicos, ¿Cómo hicieron para encontrarnos? -pregunté-

__Cuando te dejé en tu casa -comenzó Harry- me fije el camino por el cual saliste corriendo, encontré una casa muy bonita, y un poco más atrás de ella, ese lugar, en el cual estaban, me pareció raro, estaba muy abandonado, así que entré a investigarlo, había algunas cosas que no estaban bien, el polvo no se esparcía por toda la casa, había algunos lugares que parecían haber sido usados recientemente, de todos modos me fui, luego llamé a Niall, no contestaba, eso era muy raro, los cinco nos advertimos dejar siempre los celulares con carga y prendidos, intenté de nuevo, y tampoco, entonces lo rastreé, también tenemos rastreador como por una emergencia como esta, porque si vamos a estar con alguna chica o algo nos avisamos... y lo llamé a Niall para avisarle sobre el lugar, entonces llamé a Zayn para avisarle de Niall y tampoco atendía, los dos celulares estaban en el mismo lugar, así que tuve que llamar a Liam quién atendió. Y a Louis, quién no vino porque se estaba encargando de lo de tu abuela.

__Larga historia -dije yo- gracias a Dios, Harry llamaste. Chicos, ¿ustedes recuperaron su celular?

__Sí -dijeron Zayn y Niall-

__Ah, ¿Qué le voy a decir a Juan Pablo? él no es tan tarado.

__No te preocupes -dijo Liam- ya hablé con tu abuela, ella se encargará de que no te haga preguntas, por cierto, Milena, ¿Trabajas o algo?

Ahí todos parecieron poner atención a mi respuesta, hasta Harry que estaba manejando.

__Sí...

__Genial, ¿En verano también? ¿Osea ahora también?

__Sí

__Perfecto, déjalo.

__¿Qué? ¿Por qué?

__Déjalo, causará muchos problemas.

__No sé si se olvidan de que tengo un hermano, la abuela no logrará hacer nada.

__Cuando llegues a tu casa, se supone que Juan Pablo tendría que estar empacando para irse.

__¿De qué hablas?

__Tu abuela dice estar enferma, solo para distraer a Juampi, él se irá allí pero tú te quedaras aquí por el trabajo... Juampi se cree que vas a seguir trabajando.

__¿Le van a mentir a Juan Pablo?

__Sí.

__No, no lo permitiré, en cuanto llegue le contaré todo.

__Está bien, cuéntale, pero te estás y lo estás exponiendo en peligro, demasiado, no creo que quieras perder a otro miembro de tú familia, y más a alguien tan cercano como tu hermano.

__Bien está bien -me resigné- pero con una condición, prométanme explicarme todo.

Los cuatro suspiraron y al mismo tiempo dijeron "Está bien".

Tuvimos unos veinte minutos más de viaje, hasta que Harry frenó a unas dos cuadras de mi casa, y me bajé.

__Gracias chicos -les dije-

__Espera, te acompaño -dijo Niall-

Caminamos en silencio hasta la puerta de la cabaña.

__Bueno, gracias Niall, hasta mañana.

__Espera -dijo- no te acompañé porque sí y lo sabes, sabes que ese estúpido beso estuvo rondando todo el tiempo y no solo en mi cabeza, en la tuya también.

__¿Crees que es hora de hablar sobre eso?

__No, creo que es hora de que vuelva a repetirse.

Y ahí estaba otra vez, esos suaves labios con los que estuve fantaseando todo el tiempo, pasé mis brazos al rededor de su cuello mientras él me tomaba por la cintura, me encantaría que se vuelva a repetir una y otra vez, por siempre.

Nos separamos, pero yo seguía rodeándole el cuello y el tomándome por la cintura, y ambos mirándonos a los ojos.

__Eres preciosa -me dijo-

Ese calorcito que siempre me causaba se hizo más intenso y el color rojo se apoderó de mis mejillas.

Me dio un beso de pico y se alejó.

Suspiré lentamente, y entré en la casa, la cual estaba toda a oscuras, encendí la luz y había una carta proveniente de Juan Pablo, ya sabía lo que decía, y lo comprobé, luego me bañé, y me acosté, abracé bien fuerte a mi almohada, la duda se convirtió en mi peor enemigo.

Mañana a primera hora, llamaré a Catherine para renunciar.