4. Ansiedad.

981 171 47
                                    

La típica historia de siempre.

La chica queer que se enamora de otra chica, pero resulta que esta es hetero. No es que Janis sea popular a pesar de su apellido, sino que sus compañeros de clase notaron como ella y Cassidy dejaron de hablar de un día para otro. Dejó de lado las preguntas de algunos como la misma Cassidy para evitar problemas, pero eso no quitó que los chicos y chicas se pusieran en plan de inventarse sus versiones.

La más popular era que Cassidy trato de meterse entre su 'relación' con Oliver, porque todos creen que Janis y él son novios desde primer grado, algo que lastimó mucho la amistad entre ambas chicas de forma irreparable.

No era justo para Cassidy quedar como villana por rechazar sus sentimientos y ya no querer ser su amiga por ponerla incomoda a causa de ello, también le sorprendió mucho que tampoco contará toda la verdad sobre su vergonzosa declaración de amor estúpidamente melosa y el cómo Janis malentendido por completo las señales que le dio su, ahora, ex amiga. Pudo haber dicho toda la verdad al respecto y que el resto de chicos de su clase reaccionaran como su educación familiar les permita, pero no. Ella lo guardó por completo como si fuera una bóveda secreta y comenzó a juntarse con el grupo de porristas. Ahora quizás tendrá un novio súper genial con alguna beca deportiva y Janis no sabe aún qué hacer al respecto con los residuos de su primer corazón roto.

Lo triste es verla a solo unos pasos de distancia y a la vez esa culpabilidad de tener sentimientos hacia la que fue su mejor amiga.

Ansiedad era lo que sentía.

Suspiro antes de sentir como los brazos de Oli la rodeaban en un abrazo acompañado de esa suave sonrisa, adoraba como a un hermano al chico que siempre ha estado para ella.

—Mañana será mejor. — Dijo con suavidad.

Janis solo hizo un puchero en respuesta.

—La extraño.

—¿Y por eso ahora tienes ese estilo gótico que llama la atención de casi todos? — Se separó para ver el nuevo look oscuro de la morena. Algo que aprobó su madre casi al instante.

—Las chicas solemos hacernos un cambio cuando tenemos el corazón roto, Oli. — Dice tomando las mangas de su mochila con algo de fuerza al toparse con la mirada de la otra chica.

Le da una sonrisa incómoda.

Janis baja la mirada a sus tenis.

—Como sea. En internet encontré una tienda de discos que quizás tenga los discos de Lords. —

—¡Oli, eres una maravilla! — Casi grita feliz abrazándolo.

—Está en la ciudad de al lado. — Sonríe bobamente.

...

—¿Quieren que conduzca una hora para ir a una tienda de discos? — Pregunta el mayor confundido.

—¡¡Por favor Dick!! Nunca te pido nada. — Janis está dispuesta a ponerse de rodillas.

—Además de que nos lo debes después de tu escapada con Bárbara en la que te encubrimos. — Oli lo miró tratando de parecer amenazante cuando el moreno era no solo más fuerte que el rubio, sino que también cabeza y media más alto.

Janis carraspeo.

—Lo que trato de decir es que sería genial como mi hermano mayor que nos hicieras el favor. — Le dio su mejor mirada de cachorro.

—Bien, pero solo por esta vez. Si tienen que ir de nuevo tendrán que buscar a alguien más. — Les miro serio el chico.

Janis lo abrazo con cariño.

—¿Sucede algo? — La joven soltó a Dick para ver con detalle al mismísimo Bruce Wayne.

—Solo tratamos de conseguirle un regalo de cumpleaños a la tía Lena. — Oliver soltó la sopa ante el imponente hombre.

—¿Necesitas dinero querida? — Pregunto curioso sacando su billetera. —¿Por eso ahora tienes ese buen gusto en guardarropa? — Dice con una ceja levantada.

Dick se ríe sonoramente.

—Si tiene negro es sinónimo de maravilla para ti. — Se burla.

—No es mi culpa que solo mis hijos de sangre heredarán el placer de vestir bien. — Se encoge de hombros para después darle el dinero al rubio como si fuera el secretario de su hija.

—Cuida bien de mi niña. — Lo miro serio.

—¡Si, Señor! — Responde el menor.

—¿No deberías decírmelo a mí? — Bruce le miró unos segundos. —Okay. Solo se me perdió una... dos... la tercera fue culpa del vendedor, pero la cuarta es cosa de Jason... Bien. El descendiente de Isley está a cargo. — Refunfuño.

—Selina los espera para la cena. No tarden chicos.

Los chicos se montaron en el auto del mayor conduciendo con las canciones favoritas del chico mayor y algunas conversaciones sueltas para evitar el aburrimiento. Entre paradas compraron algunos bocadillos para pasar el hambre a pesar de la cena prometida. 

MAGIC MAYHEM - Metalcore SC AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora