12. Oveja Negra.

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¿Cuántos días pasaron? Al principio pensó que dos a lo mucho, pero cuando Imra comenzó a dejar las tres comidas a horas específicas quizás debieron ser más, pero ¿Quién podía culparla?

Cuando las musas llegan es por algo.

¿Verdad?

Estuvo rotando entre instrumentos y letras, como también reciclando algunas cosas demasiado viejas dentro de sus memorias que nunca salieron a la luz, haciendo lo que normalmente haría acompañada, pero la verdad es que mientras más se lo guarde para sí misma este pequeño secreto que no sería real hasta que se lo mostrase a otros. En algún momento al cuarto día se le ocurrió la idea de llamar a Brainy, este se sentía extasiado por ser incluido y contribuyó gustoso.

Entre los dos fueron ordenando y creando más de lo que esperaba, aunque obviamente faltaba. Es en el quinto día, tras la octava taza de té con leche e intercambiar un par de mensajes con Lena, que por fin llamó a Sara.

El balance perfecto dirías. Orden y Destrucción, todo listo para explotar. La estructura estaba hecha, un esqueleto bien formado, el nervio bien puesto, músculos que lo contenían en una sola pieza.

Y aun así... No era perfecto.

Completamente sucia, desordenada, despeinada con su gato esfinge oscuro, Luden III, acomodado entre su cabeza y hombro salió de su estudio sin saber que faltaba. Sin darse cuenta que la chica a su cargo la miró como si viera al mismísimo Doctor Víctor Frankenstein.

—¿Kara?

La rubia le lanzó en la mesa, justo encima de sus libros universitarios, las desordenadas partituras sobrescritas, pero aún legibles.

—Agrégale lo que desees en guitarra rítmica o quizás principal, o me veré en la obligación de llamar a Ben Bruce. — Gruñó con voz ronca.

—¿Yo? — Le miro sorprendida. —¿Estás segura?

—Te he escuchado tocar las canciones de BabyMetal y Bullet For My Valentine, no te hagas la inocente contigo y trae tu Schecter Hellraiser C-1 si no quieres que te desherede. — Dijo abriendo completamente sus ojos desvelados.

Imra levanta las manos en señal de rendición.

—Bien. — Se levantó yéndose a su habitación y regresó con la dichosa guitarra.

Ese fue otro día completo de Imra intentando conocer todas las nuevas líricas y melodías recién compuestas por su madrina que parecía prácticamente poseída repitiendo la frase 'Faltaba el factor Ardeen, por supuesto'. Por supuesto que no era la primera vez tocando y ayudando en ese tipo de trabajos a Kara, pero esta era la primera vez donde era completamente un trabajo para ellos mismos y no para alguna otra persona que firmó con la disquera donde trabajaba la rubia. Aunque eso no detenía a la rubia en decirle que está bien si se lo toma con algo de calma, solo llevaba una canción y media con un cambio de guitarra, por ende, fue más lento.

Kara se movía hablando de la estética que tendría el disco, el cómo sería una verdadera metamorfosis kafkiana. Lo que significaba. La vieja Kara moriría para renacer en la nueva imagen y mensaje que quería transmitir, pero nunca dejaría su humor o falso romance con la dama que es la muerte.

Sería todo muy cerrado, pero a la vez jugaría con los conceptos. esperaría que llamará la atención de su viejo público ahora tan maduro como ella y atraiga genuinamente al nuevo.

—Esto es una locura. — Admite la menor.

—No. Es 'The El's House Story: Liquor & Love Lost '. — Nombró con una sonrisa orgullosa. Black Sheep, su alter ego, había vuelto.

—Genial, ahora toma una ducha. Por favor. — Rogó.

La rubia solo comenzó a reírse ligeramente.

—Después de ello me acompañaras para conseguir un buen sastre.

—Aún no he terminado. — Admitió un poco nerviosa.

—Lo sé. Te bloqueaste y ahora necesitas algo de aire fresco.

—Más aire que otra cosa, pero sí. No todos los días te llega una loca rubia con cabeza de nido lanzándote las canciones de su nuevo disco. — Bromeo.

—Aun así, amas ser parte de todo esto, querida. — Le guiño un ojo.

—¿Le has dado de comer a Luden? — Señaló al animal que le maulló en respuesta.

—Carne. — Asintió recogiendo al gato para colocarlo en el asiento de la silla. —Ya vuelvo querido. — Dejó un beso en su cabeza que recibió galante.

—¿Debo preocuparme por su salud mental? — Dijo al gato cuando la rubia se fue al cuarto de baño.

Revisó cada partitura y todo era prácticamente algo completamente diferente a todo lo antes hecho por la rubia y su banda. Era... interesante y sabía principalmente que la idea de reunir después de mucho tiempo a la banda era algo loco, pero genial. Lo que más le sorprendió no era el hecho de ser incluida, sino que estaba volviéndose integrante por su propio medio y no como la hija de tal o por tener la misma esencia de su padre. Se sentía tan bien a pesar de tener la experiencia como guitarra rítmica por sobre la principal.

La cosa era que no sabía a quién llamar para ello, así que lo mejor era guardarlo hasta que Kara lo lanzará al aire por medio de las redes sociales y quizás tener alguna que otra promoción por parte de sus pupilos de todos los géneros.

Algo llegó a su mente que la hizo sentir completamente satisfecha porque necesitaba algo de ayuda y ya sabía a quién contactar.

Busco entre sus contactos hasta que encontró y marcó el número. Daenerys




 

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Fotos de como se ve Luden III (Porque si, Kara ha tenido varios gatos Esfinge)

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Fotos de como se ve Luden III (Porque si, Kara ha tenido varios gatos Esfinge). ¿No es hermoso?

MAGIC MAYHEM - Metalcore SC AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora