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Narra Sigurd:

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Narra Sigurd:

—Hey, al final ayer tú despediste al chico... ¿Qué sucedió con él?.— Eivor llevó el tenedor con un poco de ensalada y pollo a su boca, degustando tranquilamente su comida.

Nos encontrábamos en la hora del almuerzo. Antes de seguir con nuestro servicio, tanto mi hermano como yo nos dispusimos a comer algo para ganar fuerzas y cumplir con nuestras duras labores.

—Nada, le acompañé hasta la salida, me presenté a último momento y se fue, pero salió corriendo...— Recordé, posando mi mejilla sobre mi mano zurda.

—Es lógico, ayer cuando le estaba hablando parecía querer huir de su sitio. ¿Le habremos caído mal?.— Pensativo, éste tomó un poco de su zumo de naranja.

—No creo, seguramente sea algo tímido y le cueste vincularse con los demás. Pero hey, a mí me sonrió y todo, se veía simpático... y muy pequeño.— Describí sonriente, llevando un par de patatas a mi boca.

Loki alzó sus cejas en absoluto silencio ante mis palabras.

—¿Qué? ¿Por qué me miras así?.— Frunciendo mi entrecejo, esta vez mastiqué un pequeño y jugoso trozo de carne.

—Nada, por nada.— Negando, éste siguió comiendo con esa expresión en su rostro.

—Ya, ¿qué cojones sucede contigo?.— Robándole su tenedor, éste por fin cambió su semblante, volviendo a tomar su pertenencia.

—Nada, es solo que siento que hay algo raro en ti y no sé qué es...— Ladeando su cabeza, volvió a examinarme con su mirada buscando algo fuera de lugar.

—Yo me siento igual que siempre, a lo mejor es por el shampoo nuevo que llevo.— Restándole importancia a su comentario, seguimos comiendo hasta terminar nuestro almuerzo por completo.

Mientras degustábamos nuestro postre el cual consistía en una pequeña ensalada de frutas, Holly llegó corriendo a mi lado.

—A que no saben a quien me encontré de camino aquí, chicos.— Emocionada, ésta posó sus manos sobre mis hombros.

—Vemos a varias personas al día, por supuesto que no tenemos idea de quién de todas podría tratarse, Holly.— Mi hermano dejó su postre a un lado, satisfecho.

—¿Y tú, Thor? ¿Piensas en alguien?.

—No lo sé, ¿Paris?.— Terminando de comer las coloridas y frescas frutas, retiré su agarre para estirarme en mi sitio.

—Noooop, perdieron.

Tras su respuesta, se fue corriendo del lugar.

—¿Y a esa qué le pasa? ¿Por qué todos actúan tan raro hoy?.— Loki resopló cogiendo sus lentes, levantándose finalmente de su sitio.

—A lo mejor el único raro estás siendo tú sin notarlo.— Alcé mis hombros.

—¡Mireeeen!, ¡mi ángel guardián!.— Regresando hacia nosotros, la rubia esta vez no venía sola. Literalmente estaba agarrando a Kai de uno de sus brazos.

𝑳𝒊𝒈𝒉𝒕 ; 𝐾𝐴𝐼𝐺𝑈𝑅𝐷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora