𝑳𝒊𝒈𝒉𝒕 ; 𝐾𝐴𝐼𝐺𝑈𝑅𝐷

〜 19 〜

Narrador Omnisciente:

—Thor, ¿cómo surgió la idea de que fueses bombero?.

Aquél fue el primer diálogo que intercambiaron en cuanto el rubio apagó la alarma y se estiró buscando su camiseta que estaba regada en el suelo. El tono de Kai tenía asperezas y salió bajito remarcando su lucha por salir de la reciente ensoñación y la migraña producto a lo mal bebedor que era.

El chico con resaca tenía sus ojos entreabiertos observando en un estado débil pero atento la espalda marcada de su pareja o lo que se alcanzaba a apreciar de ésta gracias a la intermediaria cortina traslúcida y desprolija que era su melena entre rubia y castaña. Esta era la encargada de tapar parte de la piel junto a unos patrones e ilustraciones negros de tinta que en algunos momentos y dependiendo la ubicación ya había tenido la oportunidad de ver, mas sin embargo otros los estaba conociendo por primera vez en ese instante gracias a la poca luz en el lugar. Cualquier rasgo que se cruzaba mientras el contrario se alistaba con la camiseta a espaldas suyas atraía su atención al instante, como si estuviese recorriendo la más encantadora, atractiva y perfecta galería de artes.

No se dio cuenta en qué momento comenzó a hacerlo pero Kai soltaba soniditos nasales extensos como si aquella simple acción le rebatase la poca energía que recuperó en las horas de descanso. Luego cayó en cuentas de que era demasiado temprano para mirar con sensualidad a Sigurd, así que volvió a cerrar su mirada regañando a su mentalidad por algunos de los pensamientos impúdicos que se había hecho.

Las ensoñaciones eróticas estando despierto eran más comunes de lo que le gustaría reconocer pero así misma era su química, tan fuerte y desbordante. No podía evitarlo, estaba encantado en toda forma de aquél hombre.

—¿Eh? Ah, eso. En realidad empezó como un pensamiento tonto de un crío aficionado con los desastres naturales gracias a las películas de los domingos por la tarde. En mi pequeña cabecita pensaba que este trabajo solo consistía en apagar fuegos y bajar gatitos adorables de árboles gigantescos que mas tarde podría también cuidar en un refugio de adopción responsable y pues nada, ya ves cómo ha acabado el asunto.— Girando su cuerpo hacia el moreno de sospechosos ojos cerrados éste señaló aunque no fuese apreciado el pronunciado rasguño en su rostro, rodando sus ojos. Esa situación le parecía tan Deja vú. —En realidad el pensamiento maduró con el pasar de los años y no fue un camino fácil aunque ahora lo plantee así. En una temporada estuve muy interesado en ser profesor de deportes y de hecho a eso me dediqué por dos años antes de renunciar y unirme al departamento de bomberos como voluntario.— Bostezando, Sigurd volvió a girarse dándole la espalda a su pareja para calzarse.

Kai hinchó sus mejillas y dejó escapar el aire esta vez con intención de notoriedad, abriendo sus ojos con temor a que los mismos pudiesen contar eso tan pudoroso que había pensado segundos atrás, ¡pero no podían culparlo! ¡Sigurd era una persona que le afectaba sin siquiera buscarlo!.
Enfocándose en la conversación, tomó los suficientes segundos para reunir y acomodar sus ideas y se sentó en la cama, manteniendo parte de la ensoñación en cada uno de sus gestos.

—Entonces no puedes decir que ha sido un pensamiento tonto cuando esa ilusión infantil se convirtió en lo que ahora eres. Siempre lo supiste, que acabarías allí. Tu pequeño leoncito interior de-debe estar muy contento de haberse permitido florecer ese pensamiento y transformarlo en una idea y de allí en una meta. Pese a los obstáculos que transitas y transitaste, tienes que estar muy orgulloso de donde estás ahora, y-y en caso de que no lo sepas yo también estoy muy orgulloso de la clase de persona que eres, Thor.

—Bueno, si a ti te gusta verlo de esa forma entonces está bien. Muchas gracias.

El moreno sonrió al notar el rubor en las orejas del pálido. Le encantaban esos pequeños detalles que dejaban a la interpretación cuán afectado por sus palabras podía llegar a estar.