«Para afrontar su fobia social, Tanner lleva a cabo por pedido de su terapeuta el manifestar todo lo que piensa a través de anotaciones en donde expresa cada una de las cosas que invaden su mente a diario.
Por circunstancias de la vida conoce a Hol...
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Narra Sigurd:
—Buenas, ya estamos listos para ordenar.— Llamando la atención de la mesera, ésta se acercó profesionalmente hacia nosotros con una sonrisa gentil. —Ordenaremos un Americano y un Latte junto a una porción de Cheesecake, por favor.
—Buenas tardes, está bien, ahora mismo se los traigo.
La castaña con varios lunares se alejó hacia el mostrador, comenzando a trabajar en ello.
Kai se quitó su bufanda y miró a su alrededor. Parecía tranquilo de que solo hayan dos clientes más aparte de nosotros y ubicados bien lejos.
—P-Parece mi cumpleaños.— Dijo, de la nada.
—¿Ah? ¿Por qué?.— Observando sus dedos jugar con el borde de la mesa, éste terminó por reír un poco.
—Cuando lo celebraba e-en casa de mis padres siempre solían hacerme Cheescake, pero en estos últimos años... M-Michael solamente me hace un bizcochuelo de chocolate, le echa cualquier cosa a la mano de manera muy poco paciente y para compensar la mala presentación me dice algo así co-como "Oye, le puse amor" como para tratar de jugar con la lástima, y lo peor es que le funciona muy bien porque al final no sabe t-tan mal como se ve y le tomo cariño a sus creaciones.— Comenta, guardando silencio cuando visualiza a la presencia laboral a pocos metros de nuestra mesa.
—Bien, aquí les dejo su órden. Cualquier cosa pueden llamarme. Mi nombre es Ivana.— Se presenta ella, mirándome directo a mí.
—Muchas gracias, Ivana.— Sonriendo por cortesía, la mujer lo hizo en respuesta también, pero con mucho más interés. Lo siento, llegaste en mal tiempo. Actualmente tengo a la persona más estupenda justo en frente mío y no puedo concentrarme en otros ojos que no sean los suyos, por más linda que seas... No estoy interesado.
Cuando la castaña uniformada se retiró, miré directo al moreno quien estaba contemplando su café muy tranquilamente, sin importarle el humo. Parecía inmerso en eso.
—¿En qué piensas?.
—¿Uh? Ah... L-Le hizo un osito, me da pena revolverlo.— Responde, dirigiendo su diestra al asa.
No creo que haya sido eso lo que estuvieses pensando, pero bueno, tampoco te pondré presión para que me lo digas.
—Si quieres empieza por la porción, en realidad la pedí porque es una de las pocas del menú que no tienen fresas.— Llevando el americano directo a mi boca, no pude evitar quemarme un poco al probarlo. Por gilipollas e impaciente.
—Ah, t-te acordaste de eso... Gra-Gracias.— Retirando su mano de la taza, arrastró uno de los cubiertos en su dirección. —A-Aunque no creo comerla toda, ¿quieres... compartir?.— Acercando el otro tenedor pequeño en mi dirección, no pude evitar estirar excesivamente mis comisuras hacia arriba.
