𝑳𝒊𝒈𝒉𝒕 ; 𝐾𝐴𝐼𝐺𝑈𝑅𝐷

〜 5 〜

Narra Kai:

—¿Entonces no fue un ataque de pánico?.

—No, fue una reacción alérgica, entiendo la confusión por la sensación de sofoco y el malestar en el pecho.— La profesional dejó su libreta en uno de los bolsillos de su traje. —Según Kai tú esta mañana preparaste dos licuados, uno de ellos probablemente de fresas para ti y otro de durazno, el primero lo habrás servido en su taza para él y el otro en tu botella de siempre, confundiéndolos.

—Ahora que lo dices... No he tocado mi bebida en todo el día, he salido apresurado al trabajo porque me notificaron de un Shot Fire y no tuve tiempo de beberla en toda la mañana y tarde, déjame que la busco para comprobar todo esto...

Yendo a su vehículo, éste nos abandonó tanto a la mujer como a mí. La de cabello rosado me dedicó una sonrisa.

—¿Cómo te sientes ahora? ¿Puedes respirar mejor?.

—S-Sí, m-muchas gracias enfermera Gala.— Tímidamente, sonreí ante su preocupación.

—No hay de qué. Debe ser muy complicado lidiar con una alergia así. ¿Pero un ataque de pánico? ¿Qué le llevó a pensar eso a tu hermano?.

—Y-Yo estoy medicado p-porque tengo fobia s-social y ansiedad... H-Hubo un momento en el que con frecuencia tenía ataques y p-para mí los s-síntomas fueron muy similares, por eso es que le mandé un mensaje d-diciendo eso.— Visualizando la tirita en mi muñeca, jugueteé con una de las pulseras coloridas que más arriba adornaban mi extremidad. —Para s-ser honesto, la última vez que tuve esta alergia fue más le-leve y era pequeño, p-por lo que no recordaba muy bien cómo se sentía esto.

¿Por qué justo hablando de mis alergias con Thor tuvo que sucederme esto? Agradezco que por lo menos no haya sido en frente de él... Qué vergüenza.

—Ohhh, ahora entiendo mucho más. Y lamentablemente las alergias alimentarias varían mucho, por lo que su tratamiento también, corazón. Tú estuviste muy cerca de tener una anafilaxia, pero afortunadamente te encontré de camino y te inyecté la cortisona en la muñeca para aliviar la inflamación respiratoria y que no escale a más.— La mujer indicó el procedimiento, como si fuese algo rutinario dentro de su profesión el tratar con estas cosas.

—Aquí he vuelto.— Con su botella en mano, mi hermano comenzó a abrirla frente a nosotros. —No me jodas... es verdad, me confundí por haber salido apresurado.— Reflejando decepción en su rostro, éste me extendió la bebida. —Te pido disculpas Kai, yo... De verdad que no recuerdo muy bien mis movimientos, era una emergencia.— Su anatomía instintivamente rodeó a la mía en un abrazo.

—No pasa nada, ya estoy bien.— Meciendo mis pies sentado aún en la camilla, la mujer a mi lado nos sonrió a ambos.

—Voy a decirle al médico que te prescriba esta receta de cortisona para que accedas a ella en caso de que algo así vuelva a suceder, así solamente en un caso emergente te lo suministras tú mismo vía oral.— Agarrando nuevamente su libreta especializada, Gala comenzó a anotar lo estipulado para llevárselo a un superior. —También te dejaré las instrucciones al dorso de la fórmula que deberás presentar a la farmacia y como recomendación final, puedes añadirme al móvil por si tienes alguna duda o problema en el futuro.— Sacando esta vez su móvil, esta esperó a que realizase la misma acción.

Con un poco de torpeza me dispuse a agendarla, recibiendo una carita en respuesta al punto envíado.

—¿Entonces ya podemos irnos?.— Preguntó Michael hacia ella.

—Hombre, espera a que traiga la receta y si mi superior da el visto bueno, entonces no hay problema.— Comprensiva, ésta sacó de su bolsillo un pequeño chocolate y me lo regaló. —Para ti, Kai. Para que termines bien tu día, chico.— Luego de sonreírme, ésta se encaminó hacia la puerta. —Ya vuelvo eh, no se muevan.— Indicó, mirando sobre todo a mi hermano.

—Va-Vale, muchas g-gracias Gala.— Volví a repetir, sintiéndome un poco diminuto por esa advertencia la cual nisiquiera iba del todo dirigida a mí. —¿Tú cómo estás?.— Mirando esta vez a mi hermano, me dispuse a comer el dulce, ofreciéndole la mitad la cual aceptó gustoso.

—Ahora estoy bien, al momento me asusté por tu llamado ya que estaba fuera de cobertura y solamente alcancé a escuchar lo del hospital. Tus mensajes llegaron minutos después.— Admitió, comiendo el chocolate antes de continuar hablando. —Estaban surgiendo muchas alertas, pero de todas formas ya tocaba la hora del almuerzo así que estaba por abordar el auto e ir para el depa.— Suspirando cansino, el policía acarició mi hombro.

—Lo siento, no quería molestarte... Pero en verdad me sentía morir.— Recordando mi malestar echado en esa banca, solamente pude mirar al suelo volviendo a sentir toda esa angustia y desesperación que conocía muy bien.

—Kai...

—Lamento cortar vuestro rollo, pero aquí traigo la receta y el médico ya ha confirmado que puedes irte a casa. Debes hacer reposo y es importante que ante cualquier síntoma de malestar persistente acudas nuevamente aquí, ¿entendido?.— Dejando esas instrucciones y los papeles en manos de mi hermano, Gala parecía festejar por mis novedades.

—Entendido.— Tanto mi hermano como yo respondimos al unísono.

—Vale, dejando ese asunto de lado, uhm... ¿Puedo... darte un abrazo antes de retirarte?.

—P-Por supuesto.— Conmovido por su enorme corazón y preocupación acepté su acción, extendiendo levemente mis brazos hacia ella.

Gala me sonrió y se aferró a mi, contenta.

—Te deseo mucha suerte, verás que ahora todo marchará mejor.— Susurró brindando ánimo, acariciando cuidadosamente mi espalda. —Nos vemos, Kai.

—Nos ve-vemos Gala, mucha suerte para ti también y-y gracias, otra vez más...

Honestamente, espero que así sea.

|CAPÍTULO 5|
"Nueva amistad".

Cortico pero me dio mucha ternura, ay-♥︎.

Atte,
Nophy <3.