5- Segunda en la línea

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| | | CINCO AÑOS DESPUÉS | | |


| AÑO 167 DG |

   Natsu, de 23 años, alza su mano y saluda a quienes fueron a verla a ella y a su familia en aquel majestuoso y alegre desfile militar.

   En su carruaje la acompañan su tía abuela, Lady Kiyi, así como el esposo de esta. Ambos van vestidos con uniformes militares similares a los de la Guardia Imperial. La princesa, por su parte, lleva un vestido amarillo hasta las rodillas cubierto por una chaqueta del mismo color, aunque en un tono más oscuro.

   Por detrás les siguen tres rinocerontes de komodo, con el central siendo guiado por el padre de la joven princesa, Malik. Detrás viene el carruaje principal, ahí donde van el Señor del Fuego Zuko y su hija, la princesa Izumi. A estos les siguen más rinocerontes de komodo dirigidos por más Guardias Imperiales, salvo dos en los que van el General Iroh y el Comandante Bumi.

   El desfile, que está siendo transmitido a toda la Nación del Fuego gracias a la radio, marca la celebración tradicional por el inicio de un Año Nuevo.


. . .


   Un par de horas han pasado y toda la Familia Real se halla en uno de los grandes salones del Palacio. Desde su sillón, mientras oye a su tía abuela hablar de lo bellas que estaban las calles esa tarde, ve a su madre ser convocada a un rincón por su padre, el Señor del Fuego. No les alcanza a oír, pero se da cuenta por las expresiones de su madre que le ha dicho algo inmenso. Su padre, Malik, también se percata de aquel inusual cruce de palabras y ambos se sorprenden cuando Izumi rompe todo protocolo y le da un efusivo abrazo a su padre.

   En ese momento Natsu no lo supo, pero todo estaba a punto de cambiar.


. . .


   —67 años desde el fin de la guerra. 67 años en el trono. 67 años que no se olvidarán fácilmente. Que nadie, de hecho, jamás olvidará. La grandeza que este hombre frente a nosotros le ha traído a nuestra Nación es superior a todo honor, orgullo o libertad que anteriores, presentes y futuros mandatarios nos han podido, pueden o podrán jurar —dice el Sabio Mayor.

   Izumi se halla inclinada no solo ante él sino ante la alta figura de su padre. Un poco más atrás se encuentran también inclinados sus hijos, Iroh y Natsu, y del otro lado del escenario están su esposo Malik y su tía Kiyi.

   Toda la familia real está envuelta en trajes blancos, pues ese día es la abdicación del Señor del Fuego Zuko y la coronación de su sucesora.

   Desde su posición arrodillada junto a su hermano y su padre, la princesa Natsu observa el gran público que se ha presentado. Cerca de 300 personas, con personalidades tales como el Primer Ministro Azfer, el Jefe Sokka de la Tribu Agua del Sur y uno de los concejales de la República Unida, Tenzin.

   —De pie, hija de la Corona —oye Izumi, alzando su mirada y su cuerpo.

   Acercándose hasta su padre y hasta el Sabio Mayor, Izumi posa una de sus rodillas y una de sus manos en el piso. Pronto siente algo entrar en contacto con su cabello, especialmente peinado para portar un objeto dorado.

   — ¡Que viva la Señor del Fuego Izumi! —exclama el Sabio Mayor.

   Pronto los gritos y aplausos cubren todo el Palacio Real. Izumi se pone en pie y esboza una pequeña sonrisa, con Zuko y el Sabio Mayor retrocediendo.

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