| AÑO 172 DG |
Es un nuevo día en el Palacio Real de la Nación del Fuego y Malik pasea por las galerías internas, saludando a la servidumbre y a los guardias mientras que uno de sus servidores le sigue con una bandeja llena de aperitivos. Cuando llegan a una torre, el guardia de turno acepta que suban, no sin antes haberse quedado con algunos de los pastelillos que el consorte llevaba consigo.
En la cima de la gran edificación, Zaria ve por la ventana cómo la luz del Sol ya llega hasta ellos por sobre los picos más altos del volcán inactivo sobre el que está situada la ciudad. A su lado, dentro de la habitación y dormitando en su cuna se encuentra un infante que juega con figuras geométricas de madera.
Tras aprobar que quien ha tocado la puerta puede entrar, Zaria se pone en pie y recibe con una reverencia a Malik, quien ordena a su sirviente dejar la bandeja y retirarse, orden que este mismo cumple. Cuando se quedan solos, el hombre de 58 años avanza hasta el pequeño niño, alzándolo y saludándolo con alegría. El niño se muestra muy feliz de verlo, tocando su nariz y llamándolo por su nombre, algo que nunca dejará de impresionar a ninguno.
De fondo se oye apenas un poco el ruido de la ducha, con la puerta del baño estando entreabierta, por lo que mientras la madre del pequeño termina de hacer aquello su propio padre decide cruzar a la sala de estar adjunta, ahí donde el pequeño niño, su nieto, tiene la mayoría de sus juguetes y pertenencias.
—Sí que eres un niño inteligente, ¿no es así? —dice Malik al pequeño.
—Yo soy un niño, tú un hombre —Le dice el pequeño Utho, sorprendiendo bastante a su abuelo—. ¿Vamos a jugar? —Pregunta el niño, con Malik viéndolo un poco boquiabierto—. ¿O aprender? ¡Quiero ambas!
Y al oír eso, Malik cambió su expresión de sorpresa por una sonrisa.
. . .
—Lo he investigado bien, Natsu. Tienes mi palabra de que es uno de los mejores sitios para niños como él —dice Malik a su hija, quien camina a su lado por las galerías internas del palacio. Van lento, para poder hablar mientras tanto. En uno de los patios adjuntos, Zaria y Utho juegan echados en el césped.
—No dudo del gran nivel que ha de tener el colegio, padre, ¿pero en serio te parece que sería buena idea? —Le cuestiona Natsu, con su padre expresando no saber a qué hace referencia—. Nos estaríamos separando.
—Oh no, hija, no —contesta Malik rápidamente, con Natsu viéndolo con dudas—. Si te mudas a una de las residencias del Anillo Superior, aún podrías verlo unas contadas pero muy gratificantes horas al día. Eso sí, lo mejor para él será que te vea poco, así desarrolla una sólida independencia emocional.
—Padre, tiene tan solo dos años.
—Pero eso no importa con él, hija —dice Malik, viendo a su hija dudar otra vez—. Mira, le he hecho varias pruebas. Cuentas matemáticas, memoria, forma de expresarse, ¡incluso ya sabe por qué Señor del Fuego recibió su nombre! —Exclama Malik, aceptando rápidamente haberse emocionado demasiado—. Lo que intento decir con todo esto es que... es un niño muy inteligente y podría tener un futuro muy brillante ante él. Debemos darle formación lo más pronto posible.
Deteniendo su andar tras oír eso y por lo tanto deteniendo el andar de su padre, Natsu baja la mirada al piso. Ha sido una palabra en específico de entre todo su discurso la que le ha sonado muy mal. "Formación". Formarlo...
Finalmente, Natsu decide alzar su mirada con firmeza, viendo a su padre a los ojos y cortando con aquella conversación de una buena vez y por todas.
ESTÁS LEYENDO
Avatar. Princesa de Fuego
FanficConoce la historia de Su Alteza Real, la Princesa Natsu de la Nación del Fuego. Un título, un nombre, un lugar... Una condena, una identidad, una prisión. Un deseo de liberación. Una Familia Real que no descansará hasta verla "en su lugar". [TRÍLOGÍ...