Emily
Eran las 3:00 de la madrugada. Daba vueltas por toda la sala de estar. Lina estaba en medio de una llamada cuando se hartó de mi caminata desenfrenada. Tal vez me veía ridícula, pero no podía dejar de pensar en aquella suma excesiva que él había dado por un cuadro. ¿$100,000 dólares? Definitivamente, debes de estar loco.
Lina casi se muere al escuchar la cifra. Si tan solo hubiera visto mi expresión cuando lo escuche en vivo y a todo color en el evento. Un poco más y se me salían los ojos, el corazón y el alma al escuchar tal barbaridad.
—O sea... Déjame rebobinar toda la información, para entender toda esta locura. —Tomo un momento en silencio y volvió a hablar. —Bien... ¿Acabas de decir que dio un donativo de $100,000 dólares, nada más por un maldito cuadro? —Asentí. —Definitivamente, los millonarios botan el dinero en cualquier cosa.
—Bueno, en realidad no en cualquier cosa. O sea, quise decir... Tal vez algunos sí, pero al menos ese dinero va directo a la fundación de niños sin un hogar.
—Si, pero ¡¿$100,000 dólares?! —Aún no salía de su asombro. —Que me regale un poco. Me hace falta. Bueno, nos hace falta —dijo ella, haciendo un va y ven de ella hacia mí con la mano.
—No quiero un solo centavo de él. Trabajo para mantenerme; aunque ahora este viviendo de mis ahorros.
—Mal. Muy mal, Em —dijo negando con la cabeza.
—Lo sé...
—Oye, iré a buscar la correspondencia. Olvide buscarla en la tarde cuando llegue —comentó. —Me entretuve convenciendo a alguien de que se pusiera uno de mis vestidos. Me imagino que sabes quién es, ¿cierto?
—Muy chistosa. —Simule una sonrisa. Como si me causara gracias su comentario. —Además, ¿por qué buscas eso a estas horas? Búscalo en la mañana.
—No cuando estoy esperando un paquete desde hace más de 3 semanas. Así que no. No voy a esperar. Posiblemente, está allá abajo esperando por mí.
—Bueno... si tú lo dices.
Me fui a duchar y luego irme a la cama; pero antes, decidí escribirle a James. A pesar de que me había encontrado a mi ex jefe, el evento había estado muy bueno. Las exposiciones estaban preciosas; incluso, le dije que el había donado una cantidad ridícula por uno de sus cuadros. Lo único que me tranquilizo era que estaba destinado a una gran causa.
—No llego nada —dijo, con una expresión de tristeza en el rostro luego de abrir la puerta de mi habitación. —Me voy a dormir.
Le deseé buena noche y se marchó.
*****
Desperté al escuchar el timbre de la puerta. Me levanté de la cama cuando sonó por segunda o tercera vez; ya ni siquiera sabia cuántas veces había sonado. ¿Por qué Lina no abría si aún no era hora de ir a trabajar? Se supone que estuviera haciendo su desayuno o mejor ya estaría sentada degustando lo que habría preparado.
El timbre dejó de sonar cuando estaba saliendo de mi habitación. Al llegar a la sala de estar, Lina no estaba. No había rastro de ella. ¿Se fue temprano al trabajo? Era raro. Demasiado raro.
Me acerqué a la puerta y allí pegado estaba una nota que decía "Em, tuve que marcharme muy temprano. Viajaré a ver a mi madre. La han hospitalizado de emergencia. Al regresar te cuento un poco de lo que haya pasado".
No iba a discutir con ella por no haberme levantado y habérmelo dicho. Después de todo era una emergencia, y no había tiempo para contar la noticia y luego viajar. Así que, esperaría al menos su llamada.
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Querido Lee (Versión DongHae)
RomanceEmily es una mujer con un gran sueño, pero sobre todo, y más importante que ello, un gran anhelo personal y con sentido de urgencia. Emily trabaja como la asistente personal del famosísimo DongHae Lee; hijo de la diseñadora de modas, Sandra Lee. S...