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Era miércoles, estaba aprovechando las últimas horas antes del horario que habíamos pactado con los chicos para terminar de limpiar el resto del lugar y ordenarlo. Habíamos arreglado para que vengan todos a hacer una hamburgueseada a casa y cenar juntos. Dejé la mesa ordenada para dirigirme a la cocina y terminar de lavar los platos que habían quedado, hasta que escuché el timbre. Me pareció raro porque ninguno de todos los que estaban invitados solían ser puntuales, ni mucho menos llegar temprano a los espacios arreglados.

Me sequé las manos y me acerque a la puerta para abrir, apenas vi de quien se trataba, no pude evitar sonreír vergonzosamente.

-Buenaaass, como está la más linda?- Dijo sonriendo con una bolsa de una heladería cercana y acercándose a mi.

- Holaa, que haces acá, es re temprano, valen- Me reí- Estoy hecha un desastre estaba ordenando todavía.

Lo abracé y cuando pensé que se iba a alejar, el apretó suavemente mi cintura y dejo un escaso beso en mis labios.

-Que vas estar hecha un desastre vos? Te extrañé, perdóname que al final no pude venir antes- Se alejó despacio causando una leve sonrisa en mi rostro.

Le abrí la puerta por completo para que pudiera pasar tranquilo.- No me pidas perdón, tarado, estuviste re ocupado, aparte paso nada desde que nos vimos, no te preocupes. Que haces tan temprano acá? - Pregunté cerrando la puerta con llave mientras veía al morocho acomodarse tranquilamente en el sillón del living tirando su mochila al piso en el costado de este.

-Nada, quería venir antes de que llegarán los chicos para poder estar con vos un rato. -Me sonrío e hizo una seña para que me sentara a su lado.

-Sos un tiernooo- Dije enternecida por su comentario, para luego interrumpirme a mi misma- Pero estoy limpiando Valen

-Pero veni un rato- Dijo Valentin con una leve mueca de tristeza en su cara- Vine antes para estar con vos justamente- Comentó hechado en el sillón haciéndome un lugarcito para acompañarlo.

-...Bueno, después sigo limpiando- El morocho me convenció finalmente lo que causó un pequeño festejo en él.

-Que haces el finde?- Preguntó luego de unos segundos de silencio. El ojiazul había hecho lugar para que me sentara, a lo que el respondió apoyando su cabeza en mis piernas mientras continuaba hablando.

-No se, vos que haces?

-Tengo una fecha en Rosario para el sábado, pero vamos a ir el viernes para estar un toquesin más.- Relató Valentin.

-Que lindo Rosario- Comenté a lo que Valentin giró su cabeza para mirarme.

-Ah, y me dijeron que podía llevar a alguien más al viaje. - Dijo mirándome todavía más como si tratara de decirme algo con sus ojos.

-Vas a llevar a Tade?? -Pregunté sacandole unos mechones de la cara que me estorbaban la vista de los ojos tan celestes que tenía.

Me miró confuso ante mi respuesta - Noo, lou, tade ya viene como parte del team, te quería preguntar si vos querías venir conmigo. - Dijo cambiando de semblante automáticamente y riendo ante mi poca comprensión.

-Pero estas seguro? Me da cosa ir de colada y no trabajar..- Dije mirándolo a los ojos.

-Si linda, estoy seguro. Acá nadie trabaja mucho que digamos, aparte te aman.- Ante no buscar una respuesta mía empezó a pensar en más excusas para que vaya con él. -Aparte son tres días solos. Si no te gusta no hacer nada traes la camarita y me sacas fotos, que me hace falta unas fotos copadas para el instagram.

Una espera escrita ; Valentin OlivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora