26.

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//POV: Valentín//

Lua había pasado la última media hora tratando de acercarse a mi o estar en algún tipo de contacto y no sabía como alejarla porque su tacto me estaba poniendo incómodo. Apenas sentí su brazo rozar mi abdomen, me levante del sillón.

-Voy a buscar algo para tomar, querés?

-Ay Valentín que te pasa?- dijo con una voz algo enojada y un poco temblorosa como si estuviera a punto de llorar.

-Que me pasa con qué? - ese comentario fue suficiente para notar las primeras lágrimas caer de sus ojos

-Nada boludo, que me esquivas cada vez que tenes la chance, nada más te quería abrazar como hacíamos antes.

-Esta bien, lua, pero las cosas que hacíamos antes las hacíamos porque estábamos de novios, nosotros cortamos hace bastante y yo conocí a otra persona, no podes esperar que todo sea igual- me sinceré esperando a que su reacción no fuera tan explosiva como solía ser cuando peleábamos.

-Si pero desde que la conociste, lo único que haces es boludearme como si yo fuera una pelotuda.

-Boludearte con que? Decime una vez que te haya dado un indicio de querer volver con vos.- Dije elevando el tono. Traté de no perder la paciencia.

-Ves de lo que te estoy hablando? Antes no eras así conmigo, desde que la conociste estas así.- Reclamó.

-No Lua. Desde que la conocí vos estuviste tratando de acercarte a mi como si estuviera solo, decime, que fue lo que hiciste en el campamento? de la nada te me pegaste sabiendo que Lou estaba mirando, casi me das un beso y la trataste como el orto en los tres días.

-Ay pero dios, estaba en pedo. Y ves? yo te quiero hablar de vos y lo único que haces es meterla a ella, cuando se volvió tan importante? Te das cuenta que ni la conoces?

-Que decís? - Alcé la voz dando a entender lo frustrado que estaba, mientras su llanto parecía cada vez ser más fuerte. -Me queres dejar de controlar dos segundos? me tenes en la mira desde que cortamos. Superá Luana.

-Nos extraño Valentín. A nosotros dos solos.- Expresó llorando.

-Bueno seguí extrañándonos.- Dije agarrando mis cosas. -Estas actitudes son las razones exactas por las que te corté. Se ve que nunca aprendiste.

-Si te vas le voy a decir a tu novia que estuvimos.- Me amenazó.

-Seguís con esa pelotudez? no tenes 15 Luana.- Fue lo último que dije antes de cruzar esa puerta y prender el auto.
La ruta hacia la casa de Tadeo fue larga y silenciosa. Lloré todo el camino. No puedo creer lo que hice. A veces siento que estoy poseído, hago cosas que no entiendo porque. No entiendo porque sigo permitiendo que esto pase. Me siento solo. Dudo de Luana, dudo de Lourdes y de mis propios amigos. No se con que cara voy a ver a Lourdes ahora. Que carajo acabo de hacer?
Cuando llegué le mande un mensaje a Tadeo. "Abrime, por favor." Le puse sin más explicación.

-Valentin, qué haces acá?-  Tadeo abrió la puerta confundido de verme ahi. ¿No estabas en lo de Lourdes?

-No, nada, no te preocupes. Te vengo a dejar el auto. Ahora me pido un remis y me voy para casa.- Traté de evadir las preguntas que me hacia lo mas rapido posible para irme y no tener que pensar en lo que habia pasado aunque sea por un rato.

-¿Se pelearon?

-No, amigo posta, me quiero ir a casa estoy muerto.- Respondi desganado mientras esperaba que la maquina tomara el pedido del auto. Pero antes de que pueda decir la direccion, Tadeo agarró con fuerza mi celular y lo soltó encima del sillón despues de haber cortado la llamada.

-¿Que te pasa, boludo? Te estoy diciendo que me quiero ir.

-A mi no me vas a mentir. Te estoy dando la chance de hacerte cargo y contarme lo que pasó. No me la pilotees, porque sino vas a escuchar algo que no te va a gustar.- Apenas  lo escuché hablar senti la falta de aire y no pude hacer otra cosa mas que quedarme callado. ¿En que momento se enteró?- Me llamó Lourdes llorando.

-Sabe de esto?- Pregunté angustiado. No es por ser exagerado pero creo que escuché mi corazón caerse.

Me preguntó si ya había llegado Manu. Me dijo que vio una historia de Luana muy cómoda acostada con vos y que ella todavía te estaba esperando en el cumpleaños de su mamá. ¿Qué carajos fuiste a hacer allá?

-No se.- Mis ojos se cristalizaron. -Perdón.

-En serio te pregunto. Sos un adulto Valentin que mierda es esto?

-No lo pensé así, vos lo sabes.

-No me quiero meter en lo que estes pasando o no con las minas que te ves, pero me involucraste a mi y a tu hermano en una mentira para irte a ver una flaca, me estás jodiendo?- Me quedé callado, aceptando mi error. -Desde que te volviste a hablar con Luana no se quien mierda sos. Posta se me hace muy difícil defenderte así.- Dijo con la voz entrecortada.

-Perdón, de verdad. Estuve mal con esto y con lo del auto, con todo. En serio no lo pensé, me sentí presionado por irla a ver, no se. Además quedó todo raro con Lourdes después del campamento.

-A la que le tenes que pedir perdon es a ella. Vos sabes que soy tu amigo, pero posta que en esta no se como bancarte y mucho menos si ahora te va a querer escuchar.

-Bueno no lo hice para cagarla. Nunca pensé en hacer nada con Lua ni mucho menos.

-No ves que a Lourdes no le va a importar si la fuiste a ver o te la cogiste?- Elevó la voz. -Le fallaste.

-Bueno ya está Tadeo. Vengo desde la casa de Luana sabiendo que lo que hice esta mal. No soy tarado. Lo que menos quiero de vos es que me sigas sermoneando diciendo cosas que ya se. Soy consciente de que probablemente a partir de mañana Lourdes no me quiera ver más. Necesito que me entiendas por favor.- Dije sintiendo la primera lagrima caer de mis ojos, pero como nunca suelo mostrarlo, estoy lo suficientemente entrenado para limpiarmela lo antes posible. 

El silencio invadió toda la casa, la sentia fría y sin los colores que solía ver cada vez que estaba ahi. Supongo que era mi cabeza avisandome que una parte de lo que me alegraba se estaba apagando. Tadeo me abrazo cuando vio que no podia aguantarme ni yo y por primera vez en tantos dias mi cuerpo se relajo. Respiré. No tenía ningun lugar mas para esconderme. Ahora nada más eramos mi culpa y yo.

-¿Te querés quedar acá?- Me dijo soltando el agarre.

-No, en serio gracias. Necesito pensar todo. Te quiero, perdona por hacerte pasar esto.

En una batalla con mis pensamientos intrusivos llame un taxi bajo la lluvia. Cuando me subí dije la dirección de Lourdes, reteniendo mis lagrimas pensando en todo lo que estaba pasando. Nunca había tenido la sensación de no saber que estaba haciendo con mi vida hasta ahora. Me sorprende lo decepcionado que estoy de mi mismo. Tengo miedo de abrir la boca y volver a cagarla con algo, en este punto no se que está bien y que está mal.
Entre pensar en todo esto y el discurso de disculpas que venía ensayando para cuando le toque timbre, mi celular se enciende mostrando una notificación de Tadeo. "Valentín" mandó primero. Estaba atento porque aunque a veces sus consejos no sean los mejores, estoy seguro que sabría que hacer en esta situación más que yo. Llegó su segunda notificación: "A pesar de todo te sigo queriendo cuidar". A que iba todo esto? el taxi estaba haciendo la rotonda que siempre hacía para llegar a lo de Lourdes aunque faltaban unas 10 cuadras más o menos, me sabía estas casas de memoria aunque entre la oscuridad, la niebla y la lluvia se veían medio borroneadas, no como las recuerdo en mi mente. "Por favor hoy no le hables. Anda a tu casa y descansá. Haceme caso por favor." Fue la ultima notificación de Tadeo. Me tomó unos segundos decidir hacerle caso, al fin y al cabo él si habló con Lourdes, supongo que sabe de lo que habla.
-Disculpá, podré cambiar la dirección?- Pregunté al chofer, quien malhumorado me asintió. Noche larga la mía. Me gustaría hundirme en mi almohada y no aparecer más.

Una espera escrita ; Valentin OlivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora