Una espera escrita ; Valentin Oliva

2.

Habían pasado unas horas desde que la joda comenzó. Ya se acercaban las 00:00 y Ramiro parecía estar bastante entretenido. Nuestro plan estaba saliendo a la perfección.

-Che lour gorda, ya son las doce menos cuarto, soplamos la velita y después le damos el regalo, no?- Me trata de gritar debido al volumen de la música pero es lo suficientemente cautelosa como para que Ramiro no se percate que hablamos sobre él.

-Yo lo distraigo, ustedes traigan la torta- Ordenó Federico.

Todos se iban acercando a la mesa, tratando de hacer lugar entre tantas botellas de vidrio. Ramiro se acercó y vio su torta, la cual simulaba ser una pantente de un auto, lo que representaba su mayor sueño desde muy chico. El se reía con muecas de confusión pero había algo que él no sabía. Tampoco lo sabia nadie de la fiesta...
Cantamos el feliz cumpleaños y casi instantáneamente alzo la voz para Hablarle a Ramiro.

-Falta una sorpresa más...- Díje con suspenso creando una tensión en el ambiente haciendo que todos nos miren. -Acompáñame afuera- Agregué con una inmensa sonrisa tratando de ocultar mi emoción.

-Ay dale boluda, tanto te va a costar entrar el regalo?- Dijo Ramiro quejándose.

-Imbecil, encima de que te damos un regalo te quejas- Comentó Brisa grabando la reacción de Ramiro en su celular.

Apenas Ramiro salió a la puerta, comenzó a gritar de emoción y lagrimear un poco.

-MI HYUNDAI TUCSON GRIS QUEEEE- Grito Ramiro abrazando a su nuevo auto -ES TODO MÍO?- Preguntó con desesperación.

-No boludito ahora me lo llevo a casa era para el video nomás- Dice Fede sarcásticamente y todos comenzaron a reír.

-Uy buenoooo- Se queja Ramiro para después correr a mis brazos- QUE? COMO HICISTE?

-No fui solo yo, fue regalo de parte mía,de Fede, de Brisa y de tus papás, así que, después llámalos que van a estar contentos de escucharte.

-Ay los amo, no lo puedo creer, qué carajos- Continúa Ramiro confundido.

[...]

Estaba bailando con mis amigos pasando un buen rato hasta que sentí una mano tocar mi hombro suavemente. Giro para atender a quien sea que me haya tocado.

-Se puede fumar?- Escucho una voz masculina mientras intento ubicar su cara. Subo mi cabeza solo un poco y logro ver al morocho a quien había dejado entrar un par de horas atrás.

-Sisi, pero afuera porfa. Hay una terraza, subí si queres- El ojiazul agacho su cabeza solo un poco para escucharme y yo alcé mi voz acercándome a su oído para que me escuche.

-Dalee, gracias- Valentín se alejó e instantáneamente volví a lo que estaba haciendo. Fue cuestión de segundos para volver a sentir un toque en mi hombro, esta vez mucho más seguro.

-Venís?- pregunto como una sonrisa.

No lo conocía, pero le iba a decir que no? Parece un buen pibe, aparte no dijo nada terrible. Así que evaluándolo un poco acepté su propuesta. Lo guié hasta la terraza y cuando subimos lo veo poniéndose un buzo negro que doblaba su tamaño por arriba de su camisa, sacándo su cadena para exponerla.

-Me contaron qué haces música- dije mientras me sentaba.

-Qué? No me conocés?- Bromeó sonriendo sentándose al lado mío mientras me miraba.

-Y... por el momento no vi a nadie de acá pidiéndote una foto...- Le devolví una respuesta en joda a su comentario.

-Eyyyy me caías bien- Sonrie tocándose el pecho demostrándole dolido con su peor actuación.

Me rio ante su pésimo acting. Quedamos mirandonos unos segundos hasta que volví a romper el hielo con la conversación que quería mantener hace un momento.

-No, pero en serio, hace cuanto haces música?

-En realidad, me empecé a dedicar a la música recién este año. Pero empece hace bastante en el freestyle- Comenzó a hablar como si estuviera dando una entrevista.

-Y ahora estas haciendo gira o algo?

-Si, de vez en cuando saco varias fechas pero por ahora todo en Argentina porque hace poco empece con los conciertos de mi primer álbum. Y ahora recién estoy escribiendo más canciones que seguramente saque en algún EP o algo así.- Intenta sumar un comentario más pero se frena a él mismo antes de hablar. -...Ay perdóname, estoy hablando un montón. Y vos qué onda? qué haces? -gira su cuerpo para estar en completa dirección a mi.

-No, tranqui. No me molesta escucharte. Al contrario, me re interesa...- Creé unos segundos de silencio en los que a Valentín se le dibujó una sonrisa mientras miraba el suelo como si ese comentario le hubiera avergonzado por alguna razón. Volví a concentrarme en la conversación y continué hablando- Yo soy fotógrafa, ...así que si en algún momento me llegas a necesitar, háblame tranqui.- Lo mire a los ojos sonriéndole -Aunque no creo que me necesites porque como sos taaaaan famoso....-bromeé.

Valentín se ríe y de vez en cuando, cruzamos miradas. Le comencé a prestar atención a sus ojos azules y al constante movimiento de sus manos. Note que cuando se ponía nervioso se solía morder los labios, pasarse la mano por el pelo y a veces acomodarse la cadena que rodeaba su cuello como si esta le impidiese respirar. Por momentos, sentí un fuerte perfume cada vez que se acomodaba cerca mío para contar su siguiente anécdota.

-Dejen las ganas de cojer para mañana, dale? ya es tarde, la gente se fue.- Gritó Brisa desde abajo haciendo que me exalte ya que estaba muy metida en la conversación. Hago una mueca de indignación hacia Brisa mientras me levanto para bajar y despedir a los invitados.

-Perdoná, es una desubicada- Me disculpo con una leve sonrisa de vergüenza en mi rostro.

-Tranqui, no me molesta, tadeo no es muy distinto- Comentó entre risas y sonriéndome de una manera cálida. Me calmó saber que no se había incomodado con el comentario de Brisa. De todos modos yo exagero, incluso me reí con lo que dijo. Pero bueno, intento recordarme a mi misma de que lo acabo de conocer.

[...]

Había pasado un buen tiempo desde que los invitados se habían ido y era bastante tarde, nosotros y Tadeo junto a Valentín continuamos hablando por un rato hasta que note que todos estábamos muy cansados, así que propuse que se quedaran a dormir ya que irse a esta hora podría ser peligroso.

-Chicos quédense a dormir si quieren, no me jode. Es re tarde para que vuelvan y aparte están super en pedo.- Refiriendome a Tadeo ya que era de los, él que más había tomado en la noche.

Valentín miro a Tadeo para convencerlo de quedarse -Sii, por favor- Dijo el morocho con una sonrisa y ojeras del cansancio mientras hacia una seña de por favor con sus manos a su mejor amigo quien estaba un poco dudoso.

Fui a buscar mantas, almohadas y colchones para dormir lo más cómodos posibles, pero para cuando vuelvo me encuentro a Tadeo y Valentin dormidos en el sillón en una posición que parecía ser bastante incómoda. Decidí dejarlos mientras Bri, Fede, Rama y yo nos dispusimos a acomodarnos amontonados en mi cama de dos plazas.
Fue una gran noche y Ramiro me contó que la había pasado increíble, sin mencionar su impresionante regalo. Quede muy feliz pero minutos antes de caer en el sueño, quedé pensando en la conversación que había tenido con el chico que acababa de conocer. Sentí que conectamos un montón a pesar de habernos conocido hace tan poco. Pocas veces me había pasado de sentir tanta química con alguien. Igual, seguro es delirio mío. Tal vez mañana se vaya de mi casa y sea la última vez que lo vea y todo haya sido una simple conversación.