Él O Él, No Hallo La Diferencia

2x1= Inesperado & Loco

NARRADOR OMNISCIENTE

Damián llamó por la tarde a su gemelo para verificar cómo le estaba yendo con el plan de "novio sustituto", ya que concurrió hace una semana y no recibió ningún mensaje de ayuda o llamada. Eso en cierta parte no le preocupó, pero le causó rabia de que, Daymán pudiese lograr algo que el no pudo con Adrián. Y con eso me refiero al TÉRMINO SEXUAL. Claro que su hermano no le contaba absolutamente nada, pero intuía o es el mal presentimiento.

Sin esperar arrancó el auto con dirección a casa, para quitarse los malos augurios, donde de seguro Daymán lo esperaba durmiendo un jueves por la tarde. FUE TODO LO CONTRARIO, encontró a su gemelo alistando su mochila favorita de aventura y desafíos, se extrañó por tal acción, debido a que, solo lo llevaba cuando salía con su amigo de infancia.

—¿Saldrás hoy, con Lui? —deja las llaves sobre la mesa.

—Ahm Nopi, saldré con Adrián—cerró el último bolsillo.

—¿Qué?

—Ustedes tienen una vida tan monótona, muy aburrida y desesperante —se encogió de hombros—. Así que, le daré un poco de brillo, para que su personalidad rebelde salga a la luz —termina de decir para colgar la mochila en su hombro.

—¡Espera! No puedes hacer eso, digo —balbuceo—. Meterás en problemas a mi novio con tus disparates, deja de creer que todos serán como tú.

—¿Cómo yo? —ladeó sus labios con ironía—. Te puede asegurar que soy mejor que tú, por lo menos no engañó a mi novio con cuánta persona aparezca.

—¿Eso crees?, pues yo no soy el idiota que se sumó al fantástico engaño.

—¿Sabes qué?, tienes razón. Nadie me obligó a colaborar con esta estupidez.

—No, espera hermano.

—¿Ahora si soy tu hermano? Entonces, que hacías cuando cagamos las cosas —soltó una carcajada—. Tu dejabas que me echaran la culpa. ¿Sabes por qué papá me detesta tanto?

Daymán negó.

—¿No lo sabes? ¡Claro que no lo sabes! Él me odia —se señaló—, porque todo lo que hago está mal. Si obtengo el segundo puesto, si salgo con un chico, si me voy de fiesta, si consigo un trabajo. ¡A ÉL LE DA IGUAL!

—Si me hubieses dicho cómo te sentías te hubiera ayudado —sintió lástima.

—¿Por qué debería?, No sé supone que los hermanos se ayudan en todo momento, de qué sirve siquiera si somos gemelos —señaló a ambos.

—Lo lamento, nunca pensé...

—Es que siempre piensas en ti y en lo que dirá papá de su buen hijo. El estúpido estereotipo de buen chico, del hijo obediente. Por eso todas tus acciones para él son las correctas —mencionó con ira—. Y no, aunque tengas el respeto de nuestro padre no te envidio. En cambio, tu sí.

—¿Por qué envidiaría tu vida? —expresó llenó de confusión—. ¿Siquiera te das cuenta de que no tienes un techo donde quedarte? Te ganaste el odio de tu familia con tus propios actos Daymán, y no puedes culpar a nadie por ello.

—Me envidias porque yo me puedo equivocar, porque soy libre y puedo hacerme cargo de mi vida sin que me importe la horrible mirada de papá.

—Papá no es tan malo... solo quiere que seamos exitosos —explica la realidad.

—¿A costa de qué? ¿De mi felicidad? Me da igual lo que diga, pero a veces extraño los juegos de pequeños —dice con nostalgia y sentimientos encontrados—. Las escondidas eran mi juego favorito, es lo único bueno que recuerdo de ese señor, porque él no se merece que lo llame padre.