DAYMÁN
Mis ojos están en Adrián y su bella sonrisa que derrite mi corazón. Verlo desde la distancia atender a los clientes me hizo suspirar, faltaban quince minutos para poder raptarlo a dónde quisiera. Está vez lo llevaría a mi universidad y le inventaría algo sobre el drástico cambio de fútbol a natación. No sé cómo se lo tomará o qué pensará, pero necesito que esté a mi lado. El poco tiempo que tuve para conocer a Adrián fue genial, siento que cada día puedo aprender más de él y empaparme de su gran personalidad.
—¿Listo? —dije al verlo dejar el mandil y venir frente a mí.
—Por supuesto, es la mhh —piensa y muestra la palma de su mano—, quinta vez que me llevas tu universidad, no podíamos salir por tu ocupado horario y anhelaba tener más tiempo juntos.
—¿En serio, en todo el año? —se me hizo extraño, "¿Qué no se veían a diario en la universidad del otro?"—. ¿Y conoces a todos mis amigos?
Subimos al bus a tiempo. Ubicándonos en los últimos asientos, tomados de la mano me responde: —Solo conozco a Mía y Toto, ellos son los más cercanos a ti, pero no los he visto en un tiempo.
—¿Toto?
Que nombre tan poco peculiar, con uno así de por vida provocaría acoso. Los padres deberían pensar un poco más antes de firmar los papeles y perjudicarles la vida con ese problema. De solo imaginar "Daymán" como nombre de mis futuros hijos, sería ilógico, muy común el típico "Usaremos el nombre del padre". Se lo pensaría tres veces antes de elegir ese nombre, a mí me gusta, sí, pero a los futuros hombrecillos no les podría gustar.
Inevitablemente pensé en mi futuro, luego miré la hermosa sonrisa oji—verde... Para entonces mi pecho empezó a latir con más frecuencia, nunca me había colado tanto por un chico. Sí, lo aceptó, me gusta, pero no me muero por él. Solo estoy aprendiendo a admirar cada minuto de mi vida junto a él, sin embargo, no quiero desviarme de mis planes. Ni siquiera puedo imaginarme el dolor de Adrián cuando se entere de la verdad.
—Es un apodo cariñoso que le pusieron ustedes, un diminutivo de Toñito.
Sus palabras me sacan de mi estado pensativo, le prestó más atención, siendo consciente de que me faltan cosas por conocer de esta relación. Genial, algo más de lo que no me haya enterado —ironizo con una sonrisa. Espero que no haya más, porque quiero alejar a Adrián de todo lo que vivió con mi hermano y enseñarle las cosas asombrosas de la vida. Incluido mis locuras.
—¿Toñito? Es aun peor —susurró en voz baja, para que no lo escuchara—. Te presentaré otro amigo, estudia conmigo.
Nos detuvimos frente a la estructura firme y enorme de la universidad. Desvío la vista avergonzado, se con certeza que no le cayó nada bien la noticia. La conmoción que genere lo desmorono. Su perplejidad estaba escrita en todo el rostro y sus expresiones faciales. "¿Por qué no le había comentado nada?"
—Fue reciente, más o menos hace dos semanas me confirmaron el traslado —con mis manos en los bolsillos de mi pantalón aguardo nervioso por la respuesta de Adrián.
—Te cambiaste de universidad.
Se respondió así mismo, estaba desconcertado por la noticia. Habían dudas en su pequeña cabeza, pero su rostro fue un claro ejemplo de decepción. No haber sido parte de ese cambio de seguro le hizo creer que no confiaba en él. ¿Miedo? Lo tengo yo.
—¿Por qué no me lo dijiste antes?
—En realidad... Bueno... —suspiro reconociendo mi error, prefiero haberle contado o insinuado alguna pista. Ahora es el pasado, debía buscar perdón.
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Él O Él, No Hallo La Diferencia
RomanceAdrián está a punto de cumplir año y medio de noviazgo junto a su querido Damián, pero últimamente han sucedido varios hechos que le preocupan de su novio, cómo el cambio repentino de su comportamiento y aspecto físico. Como esa vez que lo besó con...