Él O Él, No Hallo La Diferencia

Juntos somos más fuertes

NARRADOR OMNISCIENTE

La noche cayó, el frío se ocultó bajo el calor de la euforia. Todo al cantar canciones de la previa, y por hallarse entre la multitud de jóvenes universitarios a la espera de desgarrarse la garganta, mientras estallaba el ambiente al máximo bullicio. En eso se apagó el pantallazo en medio del campus provocando que todo quedara en silencio, del mismo modo, se encendió al instante y pronto los gritos llenaron el lugar dando pase al festival de música, donde varios artistas presentaran la performance de sus más grandes éxitos. Entre estos, dando apertura con su canción Te Quiero y Ya que alentó al público con un: "¡Amor es amor y que todo el mundo se entere!" "¡Así que está canción va con mucho cariño para ustedes!"

En el proceso iban llegando más artistas con el tema Dónde está el amor. Y el mejor para Daymán fue la hermosa canción Baby ángel. Con sólo escuchar la tonalidad y melodía todo el público iluminaba de derecha a izquierda sus linternas.

—Adrián —enrolla entre sus brazos al rubio, siendo acariciado por los suaves cabellos de este en su mentón.

—¿Qué pasa? —eleva su vista a su novio. Sonríe solo de verlo un instante, y no se aleja de él. La seguridad que sentía entre sus brazos fue como lo describió Timmy, el cariño, el calor, la fuerza, todos esos detalles se unían formando un campo de protección. Fue tan distinto a los abrazos que antes se daban, esta vez podía percibir el sentimiento pegado de satisfacción al juntar sus cuerpos.

—¿Qué dirías si está fuera nuestra canción?

Era la indicada.

Expresaba cada sentir de su vida. Desde la desesperación por salir de esas noches tormentosas para encontrar aquella persona que lo salvara de su cruel destino. Un ángel. Eso era Adrián, pero no significaba que fuese un ser mágico que cambiará su vida de un día para el otro. No. En cambio, fue consciente de lo perdido que se halló y como lo guio hacia un mejor destino, para no convertirse en un hombre que solo vive por vivir, sino un hombre que vive por sus sueños y metas que cumplir.

No era como el protagonista de una novela que llega a cambiar al chico malo, eso es lo que uno espera observar, pero no es así. Eso sería algo tóxico y complejo que experimentar. Cambiar a una persona es algo más drástico que sencillo. Uno no puede decir "Quiero cambiarlo para mejor". Sobre todo, cuando hay amor de por medio... Puede poner su empeño por lograrlo, pero su esfuerzo será en vano, porque dependerá de esa persona entender que necesita ayuda... Para darse cuenta de eso uno debe tener fuerza de voluntad y la valentía suficiente para solicitarla.

Nada de eso se presenta en la vida de Adrián y Daymán ¿Podría haber similitudes? Sí, aunque no es lo mismo, siempre habrá algo que los diferenciará. Ambos son la mitad del otro que faltaba en sus vidas, y a veces uno necesita de una gran sacudida para de algún modo ser conscientes de ese hecho. Cada uno fue logrando que el otro descubriera un nuevo yo, fueron el compañero de su pareja, tanto en travesuras para Daymán y una serenidad eterna para Adrián, se acompañaron en lo que les hizo falta sin saber que lo necesitaban. Así fue como se unieron en una confianza máxima y caminaron por ambos rumbos que los guiaron hasta este momento.

—Yo diría que me encanta.

—¿Si? —se asegura de escuchar bien.

—Sí, no tenemos ninguna y me parece estupendo que propongas esa —sonríe cálidamente y se acurruca más en los brazos de su novio.

—Vale ¡Genial! A partir de ahora te la dedicaré a diario. Espera por ello —susurra en su oído.

—Pero quiero saber ¿Por qué está canción?

Por un momento se separa para verle a los ojos. Toma sus manos y dice: —Porque después de tantas noches oscuras y tristes, esperé por ti. Alguien que me hiciera ver el valor de lo que he perdido en todo este tiempo. Así que déjame vivir este y muchos otros momentos a tu lado... por siempre. Eres el ángel que me ha salvado de caer en los peores tormentos.