10

1.1K 213 33
                                    

Encontrar la habitación 312 no fue tanto problema, dieron rápidamente con la puerta y al llegar la abrió lentamente. Con lo primero que se encontró fue con un Xiao Zhan despierto y mirando por la ventana, al escuchar la puerta abrirse volteó a mirar en su dirección.

— ¿Yibo, qu-qué haces aquí?

El nombrado terminó de entrar y se acercó al pequeño sillón que había allí, recostó con cuidado al menor y suspiró para acercarse a la camilla y sentarse en un pequeño espacio a los pies de esta.

— Rulan me llamó llorando... Cuando fui a tu casa me dijo que estabas en el piso y no despertabas, subí y te vi tirado en el piso desmayado, te traje al hospital porque quién sabe y te pasaba algo más grave... Al final el doctor dijo que estabas bien y la causa más probable de tu desmayo haya sido agotamiento o estrés, en la mañana te darán de alta, será mejor que descanses un poco.

— Gracias Yibo — dijo apenado mientras bajaba su mirada.

— No me tienes que agradecer nada... yo, voy hablar para que te pasen a una habitación mejor, en las VIP hay sillones más cómodos para que Rulan duerma — habló levantándose de la camilla.

— ¿VIP?... Espera, Yibo — llamó.

— ¿Sí?

— No hace falta que hagas eso... Dijiste que unas horas me daban el alta, aparte, esas habitación... Hay que pagarlas y yo no tengo dinero para hacerlo.

— Por el dinero no te preocupes, yo me haré cargo.

— No, Yibo... Así estoy bien, Rulan puede dormir conmigo.

— Pero-

— Yibo... Me molesta que hagas eso — dijo llamando la atención del mayor. — Apenas llevamos poco más de un mes siendo amigos y te tomas atribuciones que ni siquiera mi mejor amigo se toma sin antes consultarlo conmigo... No puedes solo venir y decir que quieres cambiar a mi hijo a otra escuela o que me pasaras a una de esas habitaciones de gente importante. Te agradezco enserio, que te preocupes por Rulan y por mí, pero no quiero aceptarlo, te devolveré el dinero que has gastado en nosotros, pero ya no hagas este tipo de cosas por favor, ya no las hagas, hieres mi orgullo y sé que está mal, pero por favor déjame lidiarlo a mí.

Yibo suspiró y volvió a sentarse en la esquina de la cama.

— Gracias por decirme la verdad... Lo lamento enserio, no pensé que te molestaba mi forma de actuar y ahora que me lo dices, trataré de arreglarlo... Y sobre lo de devolverme el dinero, no te preocupes por eso, sé que no tienes trabajo en este momento.

— ¿Có-cómo...

— Fui a buscarte a tu trabajo para disculparme y cuando pregunté por ti una de las chicas me dijo que ya no trabajabas ahí desde hace un par de días... Si no te molesta que pregunte, ¿qué fue lo que sucedió? Pensé que estabas bien allí.

Zhan hizo una mueca de sonrisa la cual no pasó desapercibida para el castaño.

— Sabes que puedes decirme la verdad, ¿no es cierto? Confía en mí.

El pelinegro suspiró cansado.

— El gerente... Pues, tenía ese tipo de atracción hacia mí, nunca le presté atención y no me interesaba tampoco. El día que me despidió él, se... se quiso sobrepasar conmigo y si yo no lo golpeaba... Pudo haber terminado en alguna... No lo sé — explicó bajando su cabeza.

Wang Yibo sintió su sangre hervir, pero respiró profundo calmándose un poco.

— ¿Quieres que me encargue de él?

— No, Yibo... está bien así, ya pasó.

— Xiao Zhan, esto no es algo que puedas tomar tan a la ligera y olvidarlo así como así... Eso se llama acoso y eso está penado por la ley

The Promise [YiZhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora