Confesión

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Historia Original de Lucy_Trejo27























El ambiente en la florería se sentía demasiado tranquilo, había pocos clientes, quizás hoy no se trataba de un día en el cual las flores fuesen necesarias a la primer oportunidad, quizás era eso, o solamente era Gulf quien
contaba cada segundo que pasaba, estaba desesperado, pero no por el hecho de que no hubiesen tantos clientes, si no que el motivo era uno muy distinto.

En todas su vida, nunca se había sentido así de nervioso, lo estuvo cuando tuvo que pararse frente a toda una clase para explicar su exposición, lo estuvo también en su primer cita con Luke, lo estuvo de igual forma al anunciar su embarazo a su pareja y su familia, lo estuvo aún más a la hora del parto de los mellizos, y ahora se sentía peor, sus nervios de tener que ir a comer por una invitación muy improvisada hecha por Mew gracias a su hija mayor, hacía que sus nervios estuvieran al cien.

Hace años que no se había visto con Mew, recuerda que ambos eran grandes amigos, pero se separaron cuando Luke estuvo cerca de él, de ahí no se habían hablado mucho, se han separado demasiado tiempo, tal vez le estaba tomando demasiada importancia, pero no podía siquiera evitarlo.

—¡No quiero ir! –la voz de Gaia hizo que los pensamientos en Gulg se
esfumasen, miró hacía atrás,
observando a su hijo que se
encontraba sentado en una de las sillas altas mientras le daba la espalda a sus dos hermanos y mantenía sus
brazos cruzados, estaba molesto.

—Gaia, no seas así, sabes que tienes que ir, Mew es un buen alfa para papá –Gulf parpadeó un par de veces, ¿había escuchado bien? — ¡Papá, Gaia no quiere ir!

Tal vez había sido su
imaginación, no debía tener
esos pensamientos, jamás había pasado por su mente algo similar, y ahora parecía que estaba escuchando a sus hijos tener un plan para que él encontrase alfa, sonrió para sí mismo, burlándose, no podía pasar algo como eso, sería como la mejor película de todas, definitivamente necesitaba dejar de ver el cine americano por un largo, largo tiempo.

—Papá –Misael tironeó de su
pantalón para hacer que lo mirase, —¿ese alfa es tan bueno como dice Lale?

—Cachorro –sonrió hacía su
hijo, —Mew es un buen alfa, un gran amigo.

—¿Amigo? –Lale se acercó
corriendo hacia ambos, se
coloco al lado de su hermano
empujándolo un poco.

—¿A dónde crees que nos
lleve ese alfa? –los ojos de su pequeña brillaban con intensidad, seguramente se estaba imaginando el mejor
de los restaurantes en dónde
todo estuviese decorado elegantemente y terminasen
por servirles rebanadas de pizza. —¡Estoy ansiosa!

—No comas ansias, cachorra
–Sonrió, sus hijos hacían que
todos sus pensamientos se
desvanecieran por completo
apuesto a que Mew les tiene
una linda sorpresa.

¡No quiero ir donde ese alfa!
–volvió a reclamar Gaia, Gulf soltó un suspiro, casi siempre  Gaia era reacio a algunas cosas, sobretodo cuando se trataba de salir a comer, ¡a él le gusta la comida en casa, no la de un restaurante! Pero no se podía hacer mucho, no era como si Gulf quisiese dejar a uno de sus hijos solo.

Estaba a punto de responder
cuando se escucho que alguien entraba a la florería, Lale sonrió animada hacía la persona que entraba, era Mew, vestido con traje y corbata, se acercaba hacía el mostrador, Gulf miró a sus hijos, no tenían nada de etiqueta como para ir a un
lugar elegante.

—Dime que a dónde iremos no será de etiqueta –Mew sonrió mientras negaba.

—Tranquilo, será un lugar pequeño, les gustará, sirven
una buena Tom Yum Goong.

UN ALFA PARA PAPÁ ADAPTACIÓN TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora