Robar

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Historia Original de Lucy_Trejo27
























—¡Papá! Gaia rompió el juguete de Athez –esa había sido la exclamación que se escuchó en toda la florería.

—¡Eso no es cierto! –Gulf soltó un largo suspiro, cerró sus ojos para mantenerse mucho más relajado, sus hijos podían ser demasiado traviesos, pero bueno, los ama con todo su corazón.

Siguió arreglando algunas de las flores que acababan de llegar debido al pedido que había hecho, todas eran hermosas, frescas y llenas de vida, flores que harán felices a muchas personas, aunque a veces las flores podían representar inclusive un momento triste o melancólico, pero seguían siendo igual de hermosas, un regalo de despedida, un regalo de amor, o de bienvenida.

Sus manos seguían con las tijeras mientras recortaba hojas que ya se veían secas o rotas, cortaba espinas, miraba que no tuvieran algún pequeño insecto en ellas, y cortaba los tallos para que no fuesen tan largos, todo lo necesario para poder tenerlas perfectas para sus clientes.

La puerta fue abierta, haciendo que Gulf dejase de mirar las flores.

—Bienvenido –mencionó, y entonces sonrió, era Mew, —Mew.

El alfa sonrió apenado, llevaba tiempo de no visitar a Gulf, pero el trabajo lo mantenía ocupado, y eso era bastante, inclusive había pensado en ir a la florería antes de que cerrará para poder invitar a Gulf a una cita, pero ya no pudo siquiera hacerlo, el trabajo lo tenía absorbido por completo, y le entristecía debido a que no podía ir a ver a su lindo omega.

—Dulce, dulce Gulfie –el omega rodo los ojos mientras sonreía, —primero, quiero disculparme por no haber venido a visitarte en todos estos días, puedes pegarme si lo deseas, te dejaré y no rechistaré.

—No es necesario que vengas, Mew, a menos que quieras flores, aunque no creas que me he olvidado de que compras con la competencia.

—Sólo fue una vez, y eran un regalo para ti, cariño –el omega sintió sus mejillas calentarse al escuchar aquel apodo que le había dicho el alfa, —bueno, como te decía, quiero disculparme, y eso nos llevaría al segundo punto, ¿quieres tener una cita conmigo?

Gulf se quedó paralizado al escuchar esa pregunta, ese alfa parecía no querer rendirse, se le había confesado prácticamente dos veces, habían salido juntos, trataba bien a sus hijos, Mew es perseverante, y muy insistente, lo reconoce.

—Espera, espera –mencionó Gulf, —¿en verdad acabas de pedirme una cita?

—Sí –se encogió de hombros desinteresado, —Y esta vez me encantaría que seamos solamente tú y yo.

Las mejillas del omega de inmediato comenzaron a adquirir un tono rosa, uno que hizo a Mew sonreír, ver a Gulf avergonzado lo hacía sentirse el alfa más afortunado de todos, desde antes le gusta Gulf, y por más que quiso borrar esos sentimientos, nunca pudo lograrlo. Ahora que tenía la oportunidad de estar con él, definitivamente no desperdiciaría ni un solo segundo.

—Si estás preocupado por quien puede cuidar de tus cachorros, mi madre se ofreció a hacerlo con gusto –Gulf en verdad no podía creerlo, inclusive la madre de Mew había acordado cuidar de los niños con tal de que Gulf acepte, era sumamente fascinante.

—Parece que tenías todo muy planeado, Suppasit –mencionó Gulf en un tono de voz divertido, casi cantando.

—Con tal de pasar, aunque sea unos minutos a solas contigo, haría lo que fuera, mi omega –Mew se acercó al mostrador para poder estar más cerca de Gulf y en cuanto lo hizo no dudo en tomar el rostro del omega con una de sus manos, acunándolo, y regalándole una sonrisa a Gulf.

Gulf miraba a los ojos a Mew, observaba como al alfa le brillaban los ojos con sólo verlo a él, siempre era lo mismo, desde que se conocieron hace años, aunque por supuesto, Gulf había terminado mucho más enamorado de Luke, y Mew se había alejado por completo de él.

—¿Qué se supone que tienes planeado? –pregunto Gulf.

—Me gustaría hacer muchas, en verdad muchas cosas –dejó el rostro del omega, —quiero llevarte al cine, pasear en un parque, comer en un restaurante, comprarte postres, llevarte flores, conversar sin cansancio sobre nuestras vidas, hacerte reír, abrazarte... besarte...

Gulf soltó una suave risa, no pudo evitar sentirse levemente avergonzado, Mew estaba siendo muy directo con lo que quería, y era bueno que lo fuese, a Gulf le gusta que sean directos con él, sin nada de rodeos. Quería negarse a todo aquello, pero no podía, no cuando recordaba inclusive las. palabras que le regalaron Golf y Boon, debía de intentar ser feliz de ahora en adelante, pero, no sabía inclusive como hacerlo realmente, buscar otro alfa jamás estuvo en sus planes, y ahora tres le buscaban para tener una oportunidad.

—No creo que podamos hacer todo eso en un solo día, Mew –dijo Gulf.

—Lo sé, pero para eso están los demás días, mi omega –la respuesta que le dio Mew hizo que Gulf apartase la mirada, se estaba sintiendo demasiado avergonzado, —así que, debes decidir, podemos ir al cine, y besarnos...

—¡Ya Mew! –el alfa soltó una risa al escuchar el reclamo de Gulf. —¿Tanto quieres que nos besemos?

—Sí, es una de las cosas de mi lista de cosas que debo hacer antes de morir, de hecho, dice allí, besar al omega más hermoso del mundo, y ese eres tú, Gulf.

—¿Y sí no quiero besarte?

—Te convenceré –mencionó el alfa mientras se relamía los labios, —tengo mis métodos.

—¿Crees qué caeré tan fácilmente con esos métodos tuyos? –el omega cruzo los brazos sobre su pecho. —No caeré tan fácil.

—Entonces utilizaré el método más simple.

—¿Cuál? –preguntó Gulf, odia ser tan curioso, Mew hizo una leve mueca, mostrándole a Gulf que al parecer no estaba dispuesto a decirle absolutamente nada. —Dímelo.

—Es un método secreto, no puedo simplemente decírtelo en voz alta, omega –Gulf rodó los ojos, se sentía como un niño pequeño y Mew era el niño malo que no le quería dejar jugar.

—¿Qué es? –pregunto Gulf de nuevo y esta vez en voz baja.

Mew se inclinó un poco más sobre el mostrador, y Gulf por instinto hizo lo mismo, sus rostros estaban más cerca y Mew no evito sonreír, miró a Gulf que todavía tenía curiosidad por saber de qué se trataba ese método tan fácil que tenía Mew.

—¿Me lo dirás?

—Sí –dijo Mew dando un leve asentimiento, —es este.

Y antes de que Gulf pudiera reaccionar, ya tenía los labios del alfa sobre los suyos, provocando que Gulf sintiera como la vergüenza subía a su rostro tornándolo de un tono rojo, el beso fue corto, uno de dos segundos, Mew no dudó en apartarse de inmediato antes de que Gulf le pegue, el omega en cuanto dejó de sentir los labios de Mew sobre los suyos no dudo en llevar sus manos a sus labios para cubrirlos.

—¡MEW SUPPASIt! –le gritó el omega.

Pero Mew no dejaba de sonreír.

—Lo siento, omega –mencionó el alfa, —pero deberías acostumbrarte, no dejaré de besarte de ahora en adelante.

—No te permitiré que me des otro beso.

Aunque Gulf por alguna razón sabía que esas palabras no detendrían al alfa.

UN ALFA PARA PAPÁ ADAPTACIÓN TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora