UN ALFA PARA PAPÁ ADAPTACIÓN TERMINADA

Misael

Historia Original de Lucy_Trejo27

2/?

Buscar razones para que su padre elija al director Chinawut, era más difícil de lo que se pudo haber imaginado, Misael no se consideraba un buen detective a la hora de investigar, pero ahora debía de sacar sus habilidades escondidas, había logrado ver como su hermana mayor hacía su lista de puntos atractivos que tiene el príncipe Erick –como su mellizo lo había bautizado, y él quería hacer su propia lista, pero con las cualidades del director Chinawut.

Después de una larga búsqueda en el diccionario para saber el significado de la palabra "cualidades" y luego comprenderlo en su totalidad, se sentía listo para realizar su propia lista, aunque definitivamente no tenía ni la menor idea de que era lo que podía gustarle a su padre omega y que lo viera en el director Chinawut, por lo que no se le había ocurrido mejor idea que preguntarle a su padre sobre eso.

Sin perder más tiempo, Misael con una hoja rasgada en manos y un bolígrafo de tinta azul, caminó a pasos pequeños por las escaleras, bajando cada uno de los peldaños hasta dar por fin con el suelo y mirar hacia la entrada que conducía a la florería, vivir arriba de la florería tenía sus ventajas, un ejemplo grande era que siempre todo el lugar olía a flores, aunque la desventaja era que antes de llegar a la florería, había un pasillo en donde su padre se encargaba de reservar las flores que compraba para vender, y todo era un desastre en cuanto los tallos cortados, pétalos marchitos y hojas se trataba, sobre todo cuando había agua en el suelo, una vez él termino siendo derribado por el tallo de un crisantemo mojado en agua.
Su padre siempre les decía que cuando bajaran a la florería, debían tener cuidado, y Misael lo sabe perfectamente, era por eso que ahora sus pasos eran pequeños, sin azotar los pies y todo el tiempo con la mirada en el suelo, fijándose en no pisar nada que pudiera hacerlo caer.

—Misael –la voz de su padre omega lo tomó por sorpresa, miró por todos lados, y al no ver a su padre frente a él, no dudó en girar sobre su eje para ver que su padre estaba detrás de él, y venía cargando un ramo de girasoles, —¿ya terminaste de hacer tus tareas?

—Sí –no era verdad, pero tampoco una mentira, Misael había casi terminado por completo sus trabajos escolares, solamente le faltaba llenar medio párrafo de un resumen, pero cuando terminase de hacer la lista lo haría.

—Bien –mencionó Gulf, —¿para qué traes eso, pequeño? –señalo Gulf los objetos en las manos de su hijo, el pequeño miró por breves momentos la hoja y el bolígrafo.

—Es que quería hacerte unas preguntas.

—¿Preguntas?

—Sí.

Misael sonrió hacia su padre omega.

—Muy bien –mencionó Gulf y le devolvió la sonrisa a su pequeño, —puedes decírmelas mientras acomodo las flores, ¿bien?

Misael asintió con la cabeza en respuesta. Mientras tanto, Gulf se dispuso a dejar los girasoles en el suelo, con mucho cuidado, esas flores eran de las más pesadas, y de las que más difícil se le hacía cortar los tallos, al menos no tenían tantas espinas como las rosas, y no te dejaban pequeñas quemaduras en las manos como la hiedra, eso era una ventaja muy grande para él, tomo las tijeras que tenía dentro de su overol de trabajo y comenzó a cortar en primera instancia los hilos de cáñamo que amarraban el ramo para que así pudiera tener más acceso a cada una de las flores.

—Papá, ¿qué te gusta del director Chinawut? –Gulf dejó de lado sus acciones para luego mirar a su hijo que en verdad se veía sumamente curioso, su cabeza estaba ladeada, mientras lo miraba, esperando una respuesta.

—¿P-por qué me preguntas eso, pequeño?

—Es que –Misael llevó el bolígrafo a su boca, pegando en sus labios levemente, —quería saber cuáles son las cualidades –dijo despacio la ultima palabra, —que te gustan del director Chinawut.

—Cachorro –dijo Gulf, por lo que veía, no se libraría tan fácilmente de que todos sus hijos insistieran en que escogiera salir con el alfa que ellos eligieron para él, —no sé como podría contestarte a eso.

—¿Por qué?

—Porque no me he puesto a pensar mucho al respecto –y era verdad, Gulf ni siquiera se ponía a pensar ni siquiera en sus propias cualidades, lo que le importaba más era ver como estaban sus pequeños y ver la florería.

—¿No lo puedes pensar ahora? –Gulf soltó un suspiro, en verdad que su hijo estaba muy curioso. —Creo que te pueden gustar sus ojos.

—¿Sus ojos?

—Sí.

—¿Por qué lo dices?

—Papá Luke una vez le dijo a Lale que te conquistó con la mirada –Misael tuvo que buscar la palabra "conquistar" en el diccionario para entender eso, —y el director Chinawut puede hacer lo mismo.

—Bueno, Boon tiene una mirada algo... –Gulf no sabía si decirlo, pero para él la mirada de ese alfa era intimidante, —intimidante.

—

¿Intimindate? –Misael no había pronunciado bien. —¿Qué es eso?

—Es como sentirse pequeño.

—¿Cómo miedo?

—Algo así.

—Entonces –el pequeño soltó un pequeño grito de sorpresa, —¿te asusta el director Chinawut?

—No, no me asusta –mencionó Gulf de inmediato, y eso tranquilizó el corazón de su pequeño hijo, —su mirada es linda.

—Entonces ¿si te gusta el director Chinawut? –Gulf no respondió tan rápido como Misael quería, así que siguió hablando. —A mi me gustaría que fuera mi padre, siempre es muy dulce con todos nosotros, nos saluda y a veces va a los salones para leernos un cuento en la hora de lectura... es el padre perfecto.

—Misael...

—Es verdad papá –sonrió hacia su padre omega, —¿lo escogerás para que sea nuestro nuevo papá alfa?

Gulf sonrió levemente, ¿cómo podía decirle que no cuando lo estaba mirando con unos ojos tan brillantes como estrellas resplandecientes? Definitivamente Gulf era muy malo en decir un "no" y más si se trataba de sus hijos.

—Puede ser una buena opción.

—¿Y sí mejor es tu única opción?

—Pequeño –dijo Gulf y se acomodó mejor para verlo a los ojos, —no puedo asegurarte nada.

—¡Sí puedes! Eres un adulto, tu puedes asegurar todo lo que quieras –mencionó Misael muy seguro de sus palabras.

Gulf sonrió hacia su pequeño, llevó su mano derecha hacia el frente, para posarla sobre la cabeza de su pequeño hijo y revolver sus cabellos.

—Quizás...

—¿Eso es un sí? –para Misael lo era.