Castigo

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Historia Original de Lucy_Trejo27















Para algunos niños, tener a su padre alfa, era como tener la mayor de las ventajas posibles, mientras que sus padres omegas eran los más estrictos en algunos aspectos, sus padres alfas eran inclusive los que lograban consentirlos en muchos otros aspectos que a veces los omegas consideraban malos, y ¿cuál era la mejor parte de eso? Pues muy fácil, podías decir que tus acciones fueron consentidas por el alfa de la familia, y quien salía regañado siempre iba a ser el alfa, pero claro, a veces hacer ese tipo de cosas no era una buena idea, y más para los alfas quienes terminaban con castigos de parte de sus parejas sentimentales.

Los pequeños Kanawut, consideraban que sacar ese tipo de provecho de sus nuevos padres alfas no sería un problema, además, Gulf no se enojaría, y no es como si su padre omega fuera capaz de castigar a sus nuevos padres alfas, ¿o sí?

—¿Estás seguro de que papá Boon te dijo que podíamos? –Misael estaba totalmente desconfiando de su hermano Gaia, y es que para él en verdad le parecía muy extraña la situación, Gaia soltó un resoplido, era la quinta vez que su hermano le preguntaba los mismo, miró detrás de él, observando a su hermano.

—Ya te dije, que Boon dijo que estaba bien, sólo será algo de azúcar, no es para tanto.

—Pero sabes bien que papá Gulf no nos deja comer galletas, ni dulces para el desayuno.

—Pero Boon dijo que estaba bien, también papá Golf esta de acuerdo, y papá Mew dijo que no era problema.

—No creo que...

Iba a continuar de no ser por una nueva voz que se unía a la conversación.

—¿Qué están haciendo? –Gaia apretó los dientes con fuerza, y Misael casi podía sentir su corazón en la garganta, ambos niños miraron hacia la entrada de la cocina, afortunadamente la voz levemente chillona de Lale había sido más un alivio que una alerta de peligro.

—¿Sabes donde guarda papá los dulces? –preguntó Gaia a Lale, la hermana mayor frunció levemente el ceño al escuchar eso.

—¿Por qué querrías saber eso? –preguntó ella, mientras colocaba sus manos sobre sus caderas y miraba a sus dos hermanos.

—Para comerlos –Gaia rodó los ojos mientras respondía, —¿lo sabes o no lo sabes?

—Papá Gulf...

—Ya sé que no nos deja comer dulces en el desayuno –interrumpió de forma abrupta a su hermana, —pero nuestros padres alfas están de acuerdo que comamos dulces en el desayuno.

Lale elevó ambas cejas al escuchar aquello, soltó un pequeño resoplido, en otras circunstancias, ella sería la primera en ir con su padre omega para decirle todo y acusar a Gaia, pero lo estaba dudando, y la razón era simple, a ella le encantan los dulces, paletas de caramelo, pequeños pastelitos de chocolate, barras de chocolate, gomitas de todos los sabores, todo lo que tuviera que ver con el maravilloso mundo de los caramelos, le encantaba, inclusive ella misma se preguntaba el por qué no consideraban a los dulces como la comida más importante del día a día, por supuesto, Gulf no estaba tan de acuerdo con los pensamientos de Lale y sus hermanos, y es que Gulf, no es estricto con una dieta adecuada para sus pequeños, no, los deja comer lo que ellos quieran, pero con ciertas medidas, por ejemplo, nada de comida rápida a menos que sea tu cumpleaños, ese día los pequeños podían elegir lo que más quisieran para celebrarlo, ¿dulces? Sólo uno cada cierto tiempo, Gulf no quería que sus pequeños sufrieran de una indigestión por el azúcar, o inclusive que se provocaran caríes, los cuidaba mucho en ese aspecto, aunque a veces él mismo rompía con sus propias reglas.

Entonces –habló Lale, —si nuestros padres alfas nos dejan comer dulces en el desayuno, no veo porque no hacerlo.

—Lale –habló Hyunsu, —¿no crees que es una mala decisión? Es decir, no creo que nuestros padres alfas crean que debamos comer dulces en el desayuno.

—¿Dulces? –una nueva voz se unió a la conversación, los niños miraron a la entrada de la cocina, Athez apenas y podía abrir los ojos, apenas se había despertado. —Yo quiero malvaviscos...

—¡Y yo! –dijo Lale de inmediato.

—Entonces ayúdenme a buscar los dulces –dijo Gaia.

Por supuesto, casi todos se pusieron a buscar los dulces, Misael permaneció alejado de todas los gabinetes en la cocina, no quería problemas, algo le decía una y otra vez que no debía de unirse a esa búsqueda de azucares, así que dejó que sus hermanos empezaran con la búsqueda de los dulces, los gabinetes eran despojadas de su contenido, las latas eran lanzadas al suelo, los cajones eran abiertos y los cubiertos salían de ellos, el ruido parecía interminable, y por supuesto, no tardó en llamar la atención de Gulf, quien se encontraba en su habitación, alistándose para poder ir a abrir la florería, pero claro, el ruido era demasiado, y él mismo sabía que sus alfas no podían ser los causantes de todo el ruido que estaba cercano, ellos se habían ido a sus respectivos trabajos hace ya una hora, así que Gulf estaba prácticamente solo, y sus pequeños estaban en casa.

Dejando sus asuntos personales de lado, no dudó en salir de su habitación al escuchar que el ruido había disminuido en un parpadeo, así que no tardó en acercarse, caminó a pasos sigilosos pero llenos de prisa para dirigirse a la cocina, porque sí, el sonido de los cajones, los gabinetes, y los cubiertos, había sido suficiente para que él dedujera de donde provenía el ruido, el omega no tardó en llegar, y sin dar aviso previo, entró a la cocina.

—¿Qué es...? –no pudo decir más, no cuando vió a sus pequeños niños comiendo malvaviscos y galletas de chispas de chocolate, los niños dejaron de masticar. Cachorros –Gulf frunció el ceño y cruzó sus brazos sobre su pecho, —¿qué se supone que están haciendo?

—¿D-desayunando? –Misael se sentía avergonzado, habían sido descubiertos por su padre omega.

—Yo no veo que estén desayunando, más bien, estoy viendo claramente a mis pequeños niños comer dulces en la mañana, eso no es desayunar –Gulf miró a cada uno de ellos, mientras que los pequeños niños se encogían en su sitio, —¿se puede saber quién les dió permiso para comer dulces en el desayuno?

—¡Mew! Fue él –dijo Gaia de inmediato.

—¡Golf también nos dio permiso! –dijo Misael.

—¡Papá Boon dijo que no era problema! –mencionó Lale.

—¿Me están diciendo la verdad? –preguntó el omega, y los pequeños dieron un asentimiento. —¿Están seguros de que ellos les dieron permiso? –volvieron a dar un asentimiento, Gulf soltó un Suspiro-.

Bueno, Gulf hablaría muy seriamente con esos alfas.

Los niños jamás creyeron ver como su padre omega podía dar la mayor reprimenda de todas, a los alfas, y no solamente Mew, Boon y Golf se llevaron parte del regaño, pues los pequeños Kanawut se llevaron parte del regaño, y del castigo, nada de postres, ni dulces por un mes entero, los pequeños se sentían fatales por la noticia, aunque sus padres alfas se veían mucho más tristes, Athez no entendía el por qué, Misael estaba igual que su hermano mellizo, Gaia pensaba buscar en internet lo que su padre omega les dió como castigo a sus padres alfas, y Lale hizo lo mismo, pero por más que buscaban la palabra abstinencia, no entendían la razón por la que eso era un castigo grave.

Gulf había sido claro, cero abrazos, cero besos, ceron caricias, durante tres meses, el omega cumplía con su palabra, y no dejaría que ninguno de ellos lo tocará ni, aunque alguno de ellos entrase en su periodo de celo, los alfas no tenían la culpa, pero Gulf no es como si quisiera escuchar más explicaciones, además, los pequeños los miraban suplicantes a que no le dijeran la verdad a su padre omega, ahora sabían la razón.

Jajajaja y fueron castigados los alfas pobres tres meses es mucho jajaja.

UN ALFA PARA PAPÁ ADAPTACIÓN TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora