Galletas

1.2K 214 5
                                    

Historia Original de Lucy_Trejo27













Gaia no es mucho de ir a casa temprano después de la escuela, casi siempre le gustaba pasar a la cafetería en dónde trabaja aquella chica que siempre le regala algo de galletas, era como tener un lugar secreto, se sentía como un gato que iba a
otra casa para conseguir más comida, Gulf no le prohibía las golosinas, y su padre hornea deliciosos pasteles y
galletas, pero lo malo era que no se las daba diario.

¡Él quiere probarlas todo el tiempo! No le importa si se enferma del estomago por tanta azúcar, definitivamente
necesitaba una dosis de las galletas de la cafetería, no le importaba si no tenian ese hermoso toque tan delicioso que su padre omega les daba, al menos podria tener su tan
amada golosina.

Caminó tranquilo sintiendo el poco peso de su mochila gracias a las.correas sobre sus.hombros y entró a la cafeteria como si de un cliente habitual se tratase, con toda la confianza que el mundo pueda tener, camino directamente hacía el mostrador, Gaia ama ese lugar, no solo por los postres
también el ambiente tranquilo, usualmente sus hermanos pueden ser un escándalo, en especial Lale con sus extrañas ideas por todos lados, Athez era más
tranquilo, llegando a quedarse dormido la mayor parte del tiempo, mientras que Misael a veces podia ser un total miedoso.

El aroma a la leche y el café inundada por completo el lugar, decorado en tonos cafés en el suelo mientras que las paredes eran de un
color café más claro dándole un parecido al café con leche, solo pensar en eso le daba más hambre, al menos Gulf no estaba enterado de sus escapes hacía esa cafetería.

—¡Mi cliente favorito hallegado! –sonrió hacía la omega que le dirigía una
encantadora sonrisa, Ann Bunmi es amable y muy atenta, y quejumbrosamás cuando esta frente a él, Gaia  se sentía como esas personas que trabajan escuchando a las demás personas, sobre su
vida y problemas diarios, es extraño. —Algo en especial, Gaia?

—No –mencionó el pequeño mientras estiraba sus brazos para poder agarrar el mostrador, odia ser tan pequeno, —lo de siempre, P'Ann.

La chica asintió encantada, para gaia las galletas iban por la casa, no debia pagar
nada, después de todo Ann tiene el derecho de
desayunar en la cafetería, lo que ella no hacía y mucho menos probar las cosas que se vendían allí mismo, así que cuando conoció a Gaia, decidió que sería buena idea
consentir a ese pequeño, después de todo ama las galletas.

En cuanto la chica había entregado tres galletas a Gaia, la puerta de nueva cuenta habia sido abierta, Jihoon observo como Riel volteaba los ojos con fastidio, y entonces a las fosaas nasales del pequeño llego el aroma de es alfa llorón de la otra vez, se giro por completo para mirar, y.etectivamente se trataba de él, llevaba el cabello peinado hacía atrás
descubriendo su frente, se veia algo gracioso para Gaia.

—Sun podríassustituirme en caja por favor? –su compañera de trabajo se quedó extrañada al escuchar
eso, pero al ver como aquel tipo de nuevo se.acercaba con esa mirada de galán hacía su.compañera comprendió todo.

—Sí, Ann allí voy  –mencionó ella acercándose, pero para la mala fortuna de Ann, Golf no le dejaría ir tan fácilmente.

—¡Espera, Ann! –Golf hizo que ella detenga sus pasos, Gaia seguía con la mirada toda la escena, es más divertido que esos doramas aburridos que ve su hermana. —Solo esta vez, por favor –suplicó Golf colocando sus palmas de las manos juntas, —no volveré a molestarte más.

La chica soltó un suspiro ante esa, llevó sus manos hacía su cintura.

—Dices lo mismo siempre,
¿crees qué es divertido? ¡Ya me canse de que me sigas! –y no era mentira, una cosa era insistir, Golf sobrepasaba el
límite de esa palabra.

Gaia seguía atento a todo lo que pasaba.

—¡Pero está vez será en
serio! –Golf llevó sus manos a ambos bolsillos de su pantalón, buscando algo, logrando encontrarlo en el bolsillo izquierdo, eran dos
entradas al cine. —Una cita
–mencionó Golf, —dame sólo una cita para que veas que soy un alfa digno de ti.

La chica negaba varias veces con la cabeza, no quiere que Golf siga así de insistente con
invitarla a salir, ella tiene pareja, no ha sido marcada debido a que no se siente lista para un paso tan grande como ese aún, así que esto debia parar de una vez por
todas.

—Tengo pareja –mencionó la chica, haciendo que Golf apartase las entradas de ella, —y no es una broma, así que por favor, te pido que dejes de ser tan insistente conmigo.

Bueno, Gaia no esperaba que eso le llegase a suceder, él
pensaba que Ann sería la
omega que le acompañaría por el resto de sus diías, pero la realidad es muy distinta siempre, así que no pudo más que dar un suspiro, estaba triste, no se sentía con el animo suficiente, ahora que haría? Tantos dias que se la había pasado queriendo cortejarla, tantas flores que compró, los chocolates, ahora las entradas de cine, ¿acaso el destino podía ser tan cruel con su persona?

—Lamento todo esto –mencionó Golf, ahora sabe que debe dejar de insistir, Ann es feliz con alguien que no es él, y hasta ahí debía parar, no quiere meterse en
problemas con el alfa de la chica, —en verdad lo lamento.

Sin esperar una respuesta de parte de Ann, se encaminó hacía la salida de la cafetería, Gaia podía observar claramente como ese alfa arrastraba los pies al caminar y ese semblante tan depresivo, demasiada depresión para un dia, sin más observo que Ann se alejaba para servir las bebidas y cuando escuchó que aquel alfa se había ido, se dispuso a seguirlo.

Corrió hacía la puerta, jalándola para poder abrirla y salir de la cafetería trotando hacía aquel alfa que seguía su camino sin prestar más atención al negocio, Gaia se acercó corriendo hasta quedar frente a ese alfa.

—¡Oye, alfa llorón! –Golf miró al pequeño, allí estaba de nuevo aquel niño de la
florería, y acababa de decirle alfa llorón ¿esto es un castigo severo de parte de la madre luna? Primero la omega de sus sueños tiene pareja, y ahora venía ese niño a molestarle.

—No me llames así –mencionó Golf, no se sentía del mejor humor para escuchar eso.

—Lo siento –sonrió Gaia, —pero deberías dejar de poner esa cara, no es para tanto, además te había mencionado que Ann no quiere nada
contigo –claro que lo recuerda.

Tal vez debió haber hecho
caso a esas palabras cuando las había escuchado, asi se hubiera evitado la molestia de tener que haber sufrido
tal rechazo.

—¿Qué es lo que quieres? –Gaia ladeó la cabeza al escuchar eso.

—Papá dice que cuando tienes un problema deberías dejarlo en el pasado, y tomes un girasol para sentirte mejor.

Golf frunció el ceño al escuchar eso.

—Un girasol? –Gaia asintió —¿Por qué esa flor?

—Significa alegría –volvió a
sonreir, —no todo es malo,
quizás puedas encontrar a
otro omega, no crees? –ese niño es más listo de lo que aparenta, seguramente su padre es un genio al enseñarle esos consejos. —Me voy, papá a de estar preguntándose en dónde me meti, ¡adiós, alfa llorón!

—¡Oye! –pero Gaia no esperó a una queja de parte de ese alfa, salió corriendo en dirección a la florería, bajó la atenta mirada de Golf, quien soltó un resoplido al verlo alejarse de su vista.

Un girasol significa alegría, tal vez aquel padre del pequeño tiene razón, no todo esta perdido después de todo.

UN ALFA PARA PAPÁ ADAPTACIÓN TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora