Al día siguiente del incidente del acantilado, Lim despertó a Abril con un paquete entre las manos. Se la veía claramente emocionada cuando se sentó a los pies de la cama de su compañera y extendió el brazo, ofreciéndole aquel obsequio.
Por su parte, Abril miró el paquete sin querer tocarlo y luego a Lim, que seguía con el brazo estirado.
-¿Qué es eso?- preguntó desconfiada.
-¡Ábrelo!- contestó Lim entusiasmada.
-Pero dime primero que coño es.- dijo contundente.
-Joder Abril, abre el puto regalo.- aunque Lim habló seria seguía sonriendo de oreja a oreja.
Al final Abril cogió el paquete y desgarró el envoltorio con ambas manos, para descubrir en su interior uno de los tops negros con la espalda descubierta que tenían los demás. En el lado derecho tenía un símbolo grabado en rojo, parecido a unas alas desplegadas dentro de un círculo. Se había fijado que los demás también llevaban ese símbolo en sus prendas, que de lejos parecía alguna marca sangrienta. En ese momento, Lim se abalanzó sobre ella abrazándola con ganas.
-¡Oficialmente eres una de los nuestros!
'¿Y si me regalas un poco de espacio vital?' pensó para sí misma Abril, que no estaba muy acostumbrada a esas muestras de cariño por parte de una chica que apenas conocía. Aun así sonrió y le agradeció el detalle a Lim.
Cuando salió a entrenar con los demás llevaba el top puesto y notaba la brisa fresca del bosque acariciándole la espalda suavemente. Ese día volvió a trabajar con Mekael, pero esta vez usando el método convencional. Después de realizar unos ejercicios de concentración y respiración Abril no tuvo problema en sacar las alas, que cada vez controlaba mejor. Movió con lentitud su cuerpo, acostumbrándose a la sensación del peso de las alas. De nuevo comprobó que su rodilla estaba intacta después de que Iahiel se la hubiera sanado el día anterior.
-Consume energía hacer este tipo de truquillos y no podemos más que curar huesos rotos y heridas leves, pero aun así es un poder bastante útil.- Le había explicado mientras pasaba la mano con cuidado por su pierna, transmitiéndole una agradable sensación de calor mientras la curaba. Recordaba a ese momento donde te pones una prenda recién planchada y está todavía templada al tocarte la piel.
Durante la mañana estuvo ocultando y sacando sus alas, hasta que se convirtió en un gesto tan natural como mover cualquier pierna o brazo. Después de la quinta vez que las extraía con gran velocidad, Mekael la felicitó.
-Genial, pajarito. -dijo con el mote que usaba Iahiel y que ya había contagiado a los demás. - Estás aprendiendo más rápido de lo que pensaba, creo que esta tarde podremos empezar con el vuelo. -Le sonrió encarando una ceja, con cara de diversión a costa de Abril.
Desde que había ocurrido lo del día anterior la trataba con mucha más simpatía, tratando de compensarla. Aun así era evidente que era introvertido, cosa que se notaba en cuanto se relacionaba con los demás de la casa. Durante las comidas estaba callado y distante, y los trataba con una fría indiferencia. Le había visto pasear por los pasillos y por el exterior con los auriculares a todo volumen, y sólo solía hablar cuando le preguntaban directamente. No obstante esto no molestaba a Abril que era, si cabe, aún más reservada que él.
Después de comer, el resto de los pupilos hicieron cosas de la casa y descansaron, mientras Abril y Mekael continuaban practicando a fin de que ésta les alcanzara en nivel. Al reunirse en el hangar él sonreía con suficiencia, aún más emocionado que la propia Abril.
Primero le enseñó los movimientos que tendría que hacer con las alas en el suelo, lentamente y sin levantarse. Pronto descubrió que no se trataba solamente de las alas, volar requería un gran dominio de todo el cuerpo para mantener el equilibrio, además de conocimiento sobre las corrientes de aire y cómo aprovecharlas durante el vuelo. Planear podría reservarle mucha energía, mientras que ir en contra de alguna corriente podría gastar rápidamente sus fuerzas y llevarla hasta el suelo. Al cabo de un par de horas de teoría intensa y seguras prácticas en tierra Mekael consideró que estaba preparada.
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Noche de Abril
ParanormalAbril es una chica normal, solitaria y algo borde. Vive totalmente independiente desde hace más de 4 años, ya que desde los 18 no ha tenido ninguna clase de contacto con su familia. Sin embargo, un día cualquiera un dolor de espalda que le atormenta...