No me gustan las miradas que me dan Fabien y Gabriela. Han pasado cuatro días desde que regrese y todo se siente brumoso y agobiante. Sé porque me miran así pero no quiero hablar de eso, no puedo hablar de eso con ellos así que solo finjo que no me doy cuenta.
— ¿A dónde fue Tarik?— contengo un suspiro.
— tenía una entrevista— no sé si Gabriela se siente más cómoda con Tarik aquí o no, porque no les he hablado de lo que paso ese día, ni siquiera yo sé que paso— están trayendo algunos animales nuevos al zoológico, llegaran mañana así que iré mañana por la tarde.
— ¿nuevos?
— traen algunas alpacas, y un dragón de komodo. Nunca he visto uno. En realidad aun no llegan, se supone que estaré allí para el desembarco y ponerlos en aislamiento, les haremos una revisión general. No puedo esperar a ver al dragón.
— ¿alguien dijo dragón?— Beau entra. Me toma unos segundos volver a respirar.
— traerán un dragón de komodo al zoológico— respondo, de nuevo, fingiendo que no pasó nada. Se me paso por la cabeza la idea de impedir que Beau o los demás vinieran, prohibirles entrar aquí pero ellos no son culpables, no estaban aquí cuando paso todo así que ¿Por qué hacerlo? simplemente les dije que no quería saber de Rowan y que no saldría con ellos por un tiempo.
— eso suena bien pero ¿podrás saber qué le pasa?
— no está enfermo, al menos eso dicen. Solo revisare y estará en aislamiento un tiempo antes de ponerlo en una exhibición— la alarma del reloj suena, y me levanto. Es hora de hacer las rondas para las mascotas internadas. Últimamente hay demasiadas, no sé si es una coincidencia o Gabriela está acaparando todas las mascotas que encuentra. No es algo que me moleste porque en serio necesito tener mi cabeza ocupada. Estoy en medio de las jaulas, anotando los nuevos datos cuando Gabriela se asoma. Parece incomoda.
— está aquí otra vez.
— ah...— cierro los ojos y suspiro— dile que aún no— sigo escribiendo las valoraciones. Rowan vino ayer también, dentro de todo agradezco que no entre. Él siempre entraba cuando quería sin importarle lo que yo tuviera que decir, y ahora solo se va cuando mis amigos le dicen que no quiero hablar con él. Gabriela se va y yo dejo el bolígrafo. Aún estoy molesto y algo asustado pero sé que tenemos que hablar en algún momento, lo que paso fue demasiado serio para dejarlo pasar solo así ¿Por qué debería hablar con él si se negó a escucharme? Ahora hablaremos cuando yo quiera, bajo mis condiciones.
Beau se marcha cuando Tarik regresa, ahora que sé que no van hacerle nada no me importa mucho lo que haga, de cualquier modo estoy seguro de que ellos no le dejan hacer cualquier cosa y alguien está siempre vigiándolo. O eso quiero creer ¿he visto demasiadas películas? Involucrarse con hombres lobo es mucho más complicado de lo que pensé ¿en qué clase de novela juvenil estoy viviendo?
Cada día que pasa es un día menos para la luna llena y me pone nervioso saber que hay demasiadas cosas pendientes, demasiadas preocupaciones.
— estas nervioso.
— no lo estoy— murmuro.
— te muerdes las uñas, lo haces cuando estas nervioso— bajo la mano, mirando a Fabien. Él apenas me mira y sonríe— nos conocemos desde hace tiempo, cuando venían los finales siempre te mordías las uñas ¿es por lo del dragón de Komodo? Lo harás bien.
— es un enorme lagarto venenoso, estoy nervioso si— aunque no solo por eso— si viene en malas condiciones no sé qué hare. Hay pocos estudios, y son muy propensos a tener infecciones y parásitos.
— pero tú sabes atender infecciones y parásitos.
— no de un reptil que puede arrancarme la mano— Fabien pone los ojos en blanco.
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Lunas de enero (Lunas y lobos I)
LobisomemBienvenidos a la clínica veterinaria de Eddie, especialista en aves, reptiles y animales exóticos, como hombres lobo... Me encantaría decir que eso ultimo no es verdad, pero desde que tres desconocidos entraron a mi clínica cargando a un lobo herido...