28.-Lo que necesitaba

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El piso esta frio, me ayuda a despertar más rápido. Rowan sigue durmiendo en la cama, me da envidia verle dormir tan cómodamente pero al menos hoy si logre levarme de la cama antes de que alguien más tuviera que despertarme. Por gracia divina no he tenido que atender emergencias en la noche y los animales que quedan en supervisión no requieren vigilancia constante. Rowan llego por la madrugada, muy tarde. Hemos estado en una rutina un tanto extraña desde que pasamos de tontear a tener algo con la etiqueta de novios.

— Buenos días, Eddie.

— Gabriela.

— Fabien estaba estacionando, llega temprano.

— Will salió, de seguro va a quejarse de que se quedó solo en casa. Me sorprende que no me pidiera quedarse.

— yo no me quejo por eso. Además, no es como que ahora pudiera pedírtelo— le miro, extrañado— no te daré esto— levanta una caja con tres vasos de café con el logo de una de las pocas cafeterías que nos gustan. Gabriela no pierde el tiempo y le quita uno. Apenas estamos terminando el café cuando comenzamos con el trabajo. Es bastante relajante seguir una rutina normal después de lo anormal que se volvió mi vida. No solo fue ser secuestrado y luego ser casi comido por Rita, después de eso todo ha sido estar involucrado a más no poder, como una extraña ley de la atracción. Desde que regrese de la casa de mis padres, todos ellos vienen aquí a pasar un rato. Ayer fui a comer con Kevin, Beau sigue viniendo como si nada. Jane viene y se queda un rato hablando conmigo y con Gabriela, Rita sigue invitándome junto con Baruch a salidas espontaneas a bares o centros nocturnos que terminan con los dos casi ebrios. Liam viene sin decir nada y se queda haciendo sus trabajos escolares en las sillas de la sala de espera. Lon viene a ayudar diario, aunque no haya nada que hacer. Murray vino una vez y estuvo curioseando por la clínica. Tarik viene todos los días en la tarde para hablarme sobre su día y lo emocionado que esta por tener una manada. Mi veterinaria se ha convertido en un desfile o algo así. Todos son muy aficionados del contacto físico, así que los abrazos o las palmadas no faltan.

— Necesito las suturas.

— aquí— Fabien me las pasa— ¿no dijiste que hoy llegan las cosas para Jimmy?

— las traerán por paquetería— encontré una oferta para el terrario de Jimmy, no puedo tenerlo en una jaula todo el tiempo. Necesita un mejor ambiente. Terminamos la operación, mientras Fabien acomoda al gato en una jaula cómoda, yo comienzo a limpiar.

— ¿Cómo esta Rowan?

— durmiendo. Es tarde, debería bajar pronto— murmuro.

— ya veo. Me alegro de que estés feliz. Estas más animado desde que se mudó— le miro, arrojando los guantes a la basura.

— no se ha mudado.

—... ¿no? oh... es que bueno...se queda aquí y pensé que ya.... Como sea— me quedo mirando a la nada, pensando en cuantos días Rowan se ha quedado aquí, como siempre llega para comer, o cenar, en sus cosas que poco a poco se han ido acomodando en mi casa— ¿Eddie? Espera ¿A dónde vas?

— dame un momento— subo las escaleras de dos en dos, la puerta está abierta pero empujo con fuerza la puerta de mi habitación, donde Rowan sigue en la cama— ¿Cómo es que te has mudado a mi casa sin preguntarme?— escucho un sonido como de risa contenida desde las escaleras— ¿lo has hecho?

— gracias por notarlo. Llevo viviendo aquí dos semanas— abro la boca, incrédulo ¿ha pasado tanto? ¿Y cómo demonios no lo note?

— Rowan tienes tu propia casa.

— así es— él se da la vuelta para mirarme— pero no tienes idea de cómo es vivir con todos.

— pero...

Lunas de enero (Lunas y lobos I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora