21.-Con lealtad

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Aun no llego a la esquina, cuando algo se estrella contra mí. Beau no puede detenerme por completo solo con su fuerza, pero si me detengo por la forma en que llego.

— te alcancé... ah, creí que... Acaban de llamarme, están todos nerviosos y...

— Chico, tengo prisa.

— Se supone que debo detenerte, es ridículo solo mencionarlo ¿no crees? ¡No, espera! No debes ir con Leyre, aun no.

— ¿Por qué no? están en mi territorio.

— espera un momento ¿sí? Voy a llamar...— me sigue sujetando con una mano, con la otra saca su teléfono, solo toca la pantalla un par de veces y se lo lleva a la oreja— ¿Puedes hacer que Rowan no vaya a iniciar una pelea con la otra manada? Por favor, por favor— el ruido de la calle no me deja escuchar bien que le responden o a quien está llamando, pero me extiende el teléfono. Me reusó a tomarlo, Beau insiste e insiste hasta que casi me lo estrella en la cara.

— ¿Rowan? ¿Estás peleando con un niño?

— ¡Eddie!

— ¿Qué demonios haces? Compórtate— suena divertido, no es la voz que esperaría de alguien que está secuestrado.

— ¿Dónde estás? ¿Por qué no estás aquí?— escucho lo que parece un suspiro, hay un momento de silencio.

— ¿no te lo dijeron? Estoy en casa de mis padres... espera ¿te lo dijeron y no creíste?

— llegue hace como quince minutos.

— que rápido eres para sacar conclusiones— se ríe— lo siento, tuve que venir rápidamente, mi padre tuvo un infarto y fue hospitalizado.

— ¿está bien?

— sí, está mejor. Volveré pronto si sigue mejorando. Hoy lo van a enviar a casa pero quiero quedarme unos días más para ayudar en la casa y conseguirles alguien que los ayude— cierro los ojos, dejando que lo que quedaba de la furia se apague— ¿Rowan? Escucha, lamento haber actuado por mi cuenta pero no tenía tiempo para pensar en algo más.

¿Dónde estás?

... si te lo digo ¿vas a venir?— casi me rio. Es justo lo que pensaba hacer— lo siento, Kalila dijo que harías algo como eso, tienes que estar allí, con ellos y resolver el problema. No puedes venir y nadie sabe la dirección de mis padres, así que no los vayas a intimidar.

Eddie— me quejo.

— te enviare fotografías y hasta podemos hacer una video llamada si no crees que estoy bien, pero no te diré dónde estoy.

— es injusto. Yo debería estar contigo.

No, debes estar con tu manada y no dejar que otros hagan daño.

— tú también eres mi manada— Eddie es alguien con una suerte extraña ¿marcharse justo cuando llega otra manada? Y no cualquier manada. Creo que me hubiera vuelto loco si Eddie estuviera aquí en estos momentos.

lo siento, de verdad, rompí la promesa que hice.

hablaremos de eso después ¿bien? no estoy molesto— hay un resoplido por respuesta y algo que suena a "Como si eso me importara" que me hace sonreír— quiero pedirte algo ¿puedes esperar allá hasta que yo te lo diga?

¿Umm? ¿Cómo?

voy a librarme de Leyre, no te quiero cerca de ella ni de ninguno de los suyos. Solo no vengas antes de que se marchen ¿está bien? no será mucho tiempo, lo juro.

Lunas de enero (Lunas y lobos I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora